La trastienda caliente de la 'fusi¨®n fr¨ªa' de la CAM
El Banco de Espa?a y los intentos fallidos fuerzan a la caja a un marat¨®n de dos semanas en busca de aliados
Cuando el pasado jueves el presidente de la Caja de Ahorros del Mediter¨¢neo (CAM) Modesto Crespo, y el director general de la entidad presentaron en p¨²blico el Sistema Integral de Protecci¨®n (SIP) o fusi¨®n fr¨ªa de la caja de Alicante con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura no ahorraron elogios hacia la operaci¨®n. Despu¨¦s del largo y, en ocasiones, contradictorio camino que hab¨ªa recorrido la CAM, no era mala cosa presentarse con una entidad que, por volumen de activos, se convert¨ªa en la tercera caja de ahorros de Espa?a y en la quinta entidad financiera. El resultado de la operaci¨®n, aparentemente, no pod¨ªa ser m¨¢s satisfactorio: la caja se quitaba de encima la presi¨®n del Banco de Espa?a, que poco menos que amenazaba con una intervenci¨®n, se sal¨ªa del inc¨®modo gui¨®n escrito por el banco emisor, que acababa con una uni¨®n con Caja Madrid y pon¨ªa a¨²n m¨¢s tierra de por medio respecto de Bancaja. De paso, adem¨¢s, ganaba autonom¨ªa al salirse del carril del Consell.
En el proceso se ha resentido la imagen de la caja por la exposici¨®n p¨²blica
El acuerdo conocido el lunes se negoci¨® el fin de semana anterior en Madrid
Hab¨ªa razones para la satisfacci¨®n de los directivos de la CAM que, por una vez, manejaron la operaci¨®n con discreci¨®n, sin filtraciones que siempre acababan por dejar en una posici¨®n de debilidad negociadora a la caja. Pero los hechos empa?an el cuadro que pintaron Crespo y L¨®pez. Quedaba claro que en esta operaci¨®n el liderazgo correspond¨ªa a Cajastur. La composici¨®n del equipo directivo no dejaba lugar a dudas. La presidencia no ejecutiva era para el actual presidente de la CAM; pero el consejero delegado, el hombre fuerte de la nueva entidad, era Manuel Men¨¦ndez, presidente de Cajastur. Y se creaban dos direcciones generales, no una como se quiso hacer ver desde el principio; una del SIP, que ocupar¨¢ Roberto L¨®pez, y otra de la corporaci¨®n para el actual director general de Cajastur, Felipe Fern¨¢ndez. Un reparto de poderes que no se corresponde con el peso de ambas cajas. La CAM posee activos por valor de 75.532 millones de euros y Cajastur, con el a?adido de Caja Castilla-La Mancha, se queda en 41.876. Pero la asturiana tiene mayor solvencia y menor morosidad.
En los ¨²ltimos meses la CAM, pese a que sus ratios son tan buenas y, en algunos casos, mejores que los de Bancaja o Caja Madrid, ha sufrido una presi¨®n brutal por parte del Banco de Espa?a que la oblig¨® a iniciar una b¨²squeda de socios. Un proceso en el que la imagen externa de la caja no ha salido bien parada por su constante exposici¨®n p¨²blica. El hecho de que pr¨¢cticamente todos los pasos que iban dando los directivos de la CAM se conocieran, debilit¨® la posici¨®n negociadora de la caja y provoc¨® el malestar dentro del consejo de administraci¨®n, cuyos miembros permanec¨ªan ayunos de informaci¨®n.
Pero antes de llegar a este acuerdo con Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura, la CAM intent¨® llegar a una alianza con Cajamurcia por dos veces y con la BBK. Todos los intentos fracasaron. Las exigencias de murcianos y vascos frustraron el acuerdo. La imagen de la CAM era de extrema debilidad y los socios a los que se acercaba quer¨ªan imponerse. As¨ª las cosas, la caja de Alicante, cuando ya le venc¨ªa el plazo marcado por el Banco de Espa?a, se sum¨® a una alianza que hab¨ªa empezado a fraguarse m¨¢s de un mes y medio atr¨¢s. El presidente de Caja Cantabria, Enrique Ambrosio, inform¨® en abril, tras una asamblea ordinaria, de la existencia de un grupo de trabajo compuesto por Cajastur, Sa Nostra, Caja Extremadura, Cajamurcia, y Caja Granada, pero al que "se podr¨ªan incorporar m¨¢s cajas". El grupo termin¨® dividi¨¦ndose. Y la CAM se acerc¨® a Cajastur.
El pasado fin de semana Modesto Crespo y Roberto L¨®pez lo pasaron en Madrid negociando el acuerdo de fusi¨®n, que fue comunicado el lunes 24 de este mes a los consejeros, un poco antes de que las entidades participantes en la alianza lo dieran a conocer p¨²blicamente. Del pacto surgir¨¢ un banco participado en el que CAM y Cajastur tendr¨¢n el 40%, respectivamente; Caja Extremadura, un 11%, mientras que el 9% restante ser¨¢ para Caja Cantabria.
De la composici¨®n accionarial del nuevo banco y de la distribuci¨®n del poder en el mismo no se puede deducir que la CAM haya impuesto sus tesis. Pese a ello, Crespo y L¨®pez se mostraban el pasado jueves satisfechos con lo conseguido sobre la base de la exigencia de mayor¨ªas cualificadas para tomar seg¨²n qu¨¦ acuerdos. El pacto de integraci¨®n precisar¨¢ de unanimidad y en aquellas cuestiones que hagan referencia a "aspectos sensibles" se requerir¨¢ el 75% de los votos. La CAM tendr¨¢ cuatro asientos en un consejo de administraci¨®n de 12 miembros. Falta conocer los nombres que acompa?ar¨¢n a Modesto Crespo.
Para la CAM no ha sido f¨¢cil llegar a la meta. Su director general recuerda, siempre que puede, que la caja es el resultado de 28 uniones. "Est¨¢ en nuestro ADN", enfatiza. Pero en esta ocasi¨®n la entidad defendi¨®, al principio con fuerza y luego apenas testimonialmente, que ten¨ªa capacidad para navegar sola. No era del todo cierto. Algunos hechos revelaban lo contrario. En septiembre de 2009 se acerc¨® a Cajamurcia para tantear una posible fusi¨®n. Aquello no funcion¨®, pero siete meses despu¨¦s, bajo el paraguas institucional de los gobiernos valenciano y murciano, se volvi¨® a la carga ante el temor de que el Banco de Espa?a forzara una fusi¨®n de la CAM con Caja Madrid. En este caso las negociaciones estaban tan avanzadas que ambas entidades llegaron al Banco de Espa?a para presentar el acuerdo de fusi¨®n. Pero fue all¨ª, en la sede del banco emisor donde el acuerdo salt¨® por los aires.
El acuerdo con Cajamurcia era bueno para la CAM pese al alto precio que ten¨ªa que pagar. La caja alicantina triplica en activos a la entidad murciana, pero esta tiene mejores ratios. El acuerdo solo era posible con la sede social en Murcia y la operativa en Alicante. El consejo se conformar¨ªa al 50%. El presidente de Cajamurcia, Carlos Egea, ser¨ªa presidente ejecutivo durante los primeros cinco a?os. Al parecer, seg¨²n otras fuentes, fue ese protagonismo el que acab¨® con el acuerdo. Modesto Crespo no se conform¨® con ser vicepresidente y rompi¨® el trato.
La ruptura con Cajamurcia estuvo a punto de dejar a la CAM en manos de Caja Madrid, seg¨²n un consejero. Y fue en ese momento cuando reapareci¨® la posibilidad de un acuerdo con Bancaja. Modesto Crespo y Jos¨¦ Luis Olivas, presidentes de ambas entidades, se reunieron en Valencia el 11 de mayo; pero solo constataron que el acuerdo entre las dos cajas era inviable. Tras esta reuni¨®n, la c¨²pula de la CAM apost¨® por el silencio y el hermetismo. Todas las conversaciones se produjeron en Madrid con contactos m¨²ltiples en los que participaron varias entidades y asesores financieros. Roberto L¨®pez no particip¨® en las reuniones preparatorias de la asamblea del d¨ªa 21 de este mes. Negoci¨® en Madrid. Fracas¨® el intento de fusi¨®n con la BBK, pero al final se logr¨® el acuerdo con Cajastur a un precio muy elevado, pero innegociable. El Banco de Espa?a no le dej¨® a la CAM otra opci¨®n.
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