Arroyo, entre los grandes

Gilberto Simoni est¨¢ viejo. A punto de cumplir los 39 a?os, vaga por los ¨²ltimos puestos de la clasificaci¨®n general. No deber¨ªa estar ah¨ª, pero est¨¢. Ha resistido, ha aguantado sin retirarse, porque quiere terminar su ¨²ltimo Giro, su carrera, la carrera que ha ganado dos veces, a cuyo podio ha subido siete veces. Quiere terminarlo antes de colgar la bicicleta ma?ana mismo y quiere terminarlo con un ¨²ltimo rugido, con un zarpazo simb¨®lico de h¨¦roe cansado pero vivo, de escalador espl¨¦ndido.

Est¨¢ a 500 metros de su objetivo, que tiene la forma de una pancarta de GP de la Monta?a, un rosa fuerte que se bambolea entre dos muros de nieve. Sopla el viento. Es la se?al del paso del Gavia, 2.618 metros, la cima m¨¢s alta del Giro, la cima Coppi. Est¨¢ a dos pedaladas, a un minuto de esfuerzo. Le acompa?a en la fuga un suizo de 27 a?os, un don nadie que ha ganado una sola carrera como profesional, una etapa en la Vuelta a Gab¨®n. No deber¨ªa haber color. Tschopp, el suizo desconocido, esprinta y supera con facilidad a Simoni bajo la pancarta. Le niega la gloria final, como el mismo Simoni, en su plenitud, se la hab¨ªa negado a un Pantani moribundo en el ¨²ltimo Giro del Pirata, en 2003; como Armstrong se la hab¨ªa robado al mismo Pantani tras hab¨¦rsela regalado en el Ventoux unos a?os antes.

El segundo puesto da una nueva dimensi¨®n a la carrera del talaverano

Tschopp se aplica en el descenso y asciende el Tonale con regularidad y eficacia para ganar la etapa. Simoni, detr¨¢s, hundido, levanta el pie, se deja cazar por todos los perseguidores, se descuelga. Se despide del Giro concediendo una entrevista en bicicleta, a ritmo de globero, a un periodista en moto.

El ¨²ltimo d¨ªa de monta?a fue el d¨ªa en el que Ivan Basso y David Arroyo aseguraron, a falta de la contrarreloj de hoy -15 kil¨®metros por Verona-, sus bienes, la maglia rosa para el italiano, su segundo Giro victorioso tras el de 2006; el segundo puesto en el podio para el corredor de Talavera, la confirmaci¨®n de que su larga y sufrida carrera ha cobrado una nueva dimensi¨®n.

La etapa se resumi¨® para los cuatro primeros de la general -los que a¨²n ten¨ªan algo que decirse con el escaso aliento que les dej¨® en los pulmones la tortura del Mortirolo y Aprica- en los cuatro ¨²ltimos kil¨®metros de ascensi¨®n al Tonale: un ataque duro pero tard¨ªo de Scarponi en busca de un hueco en el podio; la suficiencia de Basso; las penalidades de Nibali, que mantuvo por un segundo su tercer puesto; la frialdad de Arroyo, quien, bien guiado por su compa?ero Kiriyenka, a ritmo, cedi¨® lo justo. Fue el final de una jornada encendida tan solo por la danza de los derrotados de este Giro, que deseaban despedirse con un n¨²mero hermoso. Un ¨²ltimo hurra que no tuvo, al menos, un desenlace tan duro como el de Simoni. Sastre y Vinok¨²rov se infiltraron a 100 kil¨®metros de la llegada en la fuga matinal. Sastre sucumbi¨® en el descenso del Gavia nevado; Vinok¨²rov, tan bruto como siempre, lo intent¨® un poco m¨¢s. Evans, m¨¢s fino, se esper¨® al final para la reverencia de despedida. Al menos, logr¨® llegar solo a la meta por delante de los que hoy ocupar¨¢n el podio.

20? etapa (Bormio-Tonale, 179 km.): 1. Tschopp, 5h 26m 47s. 2. Evans, a 16s. 3. Basso, a 25s. 5. Arroyo, a 41s. General. 1. Basso, 87h 23m. 2. Arroyo, a 1m 15s. 3. Nibali, a 2m 56s. 4. Scarponi, a 2m 57s.