20.000 personas vitorean al Rey en su reaparici¨®n p¨²blica en Badajoz
El presidente de Extremadura y la ministra Chac¨®n fueron abucheados

Como un torero que a¨²n se resiente de una cornada, pero satisfecho de volver al ruedo. As¨ª se siente el Rey, seg¨²n confes¨® ¨¦l mismo a uno de sus interlocutores. Tres semanas despu¨¦s de la operaci¨®n a la que se someti¨® el 8 de mayo en Barcelona, para extirparle un n¨®dulo pulmonar, don Juan Carlos reapareci¨® ayer en p¨²blico. Lo hizo en el homenaje a la bandera y a los ca¨ªdos, acto central del D¨ªa de las Fuerzas Armadas. Su llegada a la rotonda de Jos¨¦ Luis Herrera Pombo -acompa?ado por la Reina, el Pr¨ªncipe de Asturias y la princesa Letizia- fue acogida con aplausos y v¨ªtores por unas 20.000 personas, seg¨²n datos de la Delegaci¨®n del Gobierno en Extremadura. El cari?o del recibimiento se repiti¨® en la despedida y contrast¨® con los silbidos y abucheos que acompa?aron al presidente extreme?o, Guillermo Fern¨¢ndez Vara, y a la ministra de Defensa, Carme Chac¨®n. Varios asistentes llevaban incluso carteles con el lema Zapatero dimisi¨®n, ignorantes de que el jefe del Gobierno jam¨¢s acude a estos actos. El PSOE atribuy¨® a militantes de Nuevas Generaciones del PP la organizaci¨®n de la pitada.
El Monarca mostr¨® su recuperaci¨®n al sujetar a la Reina y evitar que cayera
Los Reyes llegaron el s¨¢bado en helic¨®ptero a la capital pacense, para evitar que se acumulase la fatiga del viaje en una sola jornada. Y el propio acto militar tuvo un formato liviano: menos de tres cuartos de hora de duraci¨®n, que don Juan Carlos aguant¨® de pie en la tribuna de autoridades, a resguardo del sol y el calor, contemplando c¨®mo aterrizaba un paracaidista con una gigantesca rojigualda o desfilaban estandartes hist¨®ricos portados por militares con uniformes de ¨¦poca.
Pero el Rey demostr¨® estar en mejor forma de lo esperado: recorri¨® con paso marcial unos 80 metros, los que separaban el veh¨ªculo oficial de la tribuna, y tuvo reflejos para sujetar a do?a Sof¨ªa, que tropez¨® mientras saludaba al p¨²blico al subir a un improvisado podio para escuchar el himno nacional. Fue la paradoja de la jornada: todos pendientes de cualquier signo de fragilidad del Rey y ¨¦ste acab¨® evitando que fuese la Reina quien cayera al suelo.
"Est¨¢ muy bien, ya lo hab¨¦is visto", respondi¨® sonriendo do?a Sof¨ªa, cuando se le pregunt¨® por la salud del Rey. "Nos alegramos mucho de su pronta recuperaci¨®n y nada m¨¢s tenemos que verlo", insisti¨® el alcalde de Badajoz, Miguel ?ngel Celdr¨¢n Matute. M¨¢s delgado y demacrado de lo habitual, don Juan Carlos salud¨® infatigable a los numerosos invitados que, en el c¨®ctel ofrecido en el Palacio de Congresos de la ciudad, se interesaron por su salud. "Le he visto bien, preocupado por la situaci¨®n de Espa?a, pero animoso", resumi¨® el ex presidente Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, uno de los que m¨¢s departi¨® con ¨¦l.
El propio Rey improvis¨® unas breves palabras, en las que agradeci¨® la acogida brindada por los extreme?os a los ej¨¦rcitos. La ministra de Defensa le agradeci¨® su presencia y record¨® que, muy pocas horas despu¨¦s de su intervenci¨®n quir¨²rgica, le prometi¨®: "Carmen, tranquila, por supuesto estar¨¦ all¨ª". All¨ª era Badajoz y el Rey, como mando supremo de las Fuerzas Armadas, no quer¨ªa perderse su homenaje anual. No las ten¨ªa todas consigo. Aunque ya ha reiniciado las audiencias oficiales, se ha reincorporado a sus tareas a medio gas con una agenda m¨¢s descargada de lo habitual. Parec¨ªa una nota de humor negro que uno de los decretos que firm¨® el Rey durante su convalecencia en Barcelona fuese el de honores militares, uno de cuyos cap¨ªtulos regula pormenorizadamente los funerales del jefe del Estado. No hay que ser supersticioso. Al contrario. "En Espa?a no pasa lo que se prepara y siempre sucede lo que no est¨¢ previsto", comentaba ir¨®nico un almirante. "?Larga vida al Rey!", se escuch¨® en el brindis.

Un t¨ªtulo de m¨¦dico por 12 a?os en filas
Un t¨ªtulo de m¨¦dico bien vale 12 a?os de mili. Ese es el esp¨ªritu de la propuesta incluida por el Ministerio de Defensa en una disposici¨®n final del Proyecto de Ley de Derechos y Deberes de las Fuerzas Armadas: permite ingresar en el Cuerpo Militar de Sanidad, especialidad de medicina, sin la titulaci¨®n previa de m¨¦dico, como se exige ahora.
Eso significa que en las academias militares podr¨¢ obtenerse el t¨ªtulo de graduado en medicina, y en unas condiciones muy ventajosas, ya que Defensa se har¨¢ cargo de la pr¨¢ctica totalidad de los gastos.
En compensaci¨®n, los m¨¦dicos no podr¨¢n irse de las Fuerzas Armadas hasta cumplidos 12 a?os de servicio. La f¨®rmula ampl¨ªa a la sanidad militar el sistema de doble titulaci¨®n -militar y civil- que, a partir del pr¨®ximo curso, se implantar¨¢ en las academias militares, con servidumbres similares a las de los pilotos de combate.
La falta de m¨¦dicos es una de las mayores carencias de los ej¨¦rcitos. Cada a?o se da de baja medio centenar. La plantilla total del cuerpo -que incluye psic¨®logos, ATS y veterinarios- ronda los 2.000.
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