Llull y Prigioni, al rescate del Madrid

Estaba apagado el juego exterior del Real Madrid, que dominaba con escasas rentas el electr¨®nico a menos de cuatro minutos para el final del partido gracias a su poder¨ªo interior ante un s¨®lido Caja Laboral. Con empate a 63 y los nervios a flor de piel, Sergio Llull y Pablo Prigioni pactaron poner fin a tal premisa y sellaron, con tres triples consecutivos, el billete para el cuarto partido de las semifinales (2-1 para los baskonistas, al mejor de cinco encuentros). Respiran los blancos (80-67): Salvan su segundo match ball en estos play offs, donde ya intuyeron la cat¨¢strofe ante el Cajasol y anoche bordearon la eliminaci¨®n durante algunos instantes.

Si se atiende a las estad¨ªsticas de los dos equipos a lo largo de la serie, hay un jugador que sobresale sobre el resto: Tiago Splitter. El cinco brasile?o del Caja Laboral es un jugador inusual. Seducido desde hace a?os por los cantos de sirena procedentes de la NBA, en concreto de San Antonio Spurs (franquicia poseedora de sus derechos), se resiste a abandonar la nave baskonista para liderarla con sus 25 a?os a sus m¨¢ximas cotas. Genera juego y finaliza los esquemas como nadie... y con ¨¦l a pleno rendimiento, las opciones de victoria baskonista se disparan.

Tomic, con 10 puntos en apenas 7 minutos, comand¨® la ofensiva para atacar a Splitter

Ettore Messina, sabedor de la situaci¨®n, trat¨® de atacar al cuadro de Dusko Ivanovic castigando en defensa al p¨ªvot brasile?o.

De primeras, opt¨® por dar entrada en cancha al gigante croata Tomic, cuya envergadura caus¨® estragos en la zona visitante (10 puntos en siete minutos). Su gran arranque no le vali¨® para permanecer en pista m¨¢s tiempo para prolongar su racha. En los planes de Messina estaba escrito desgastar a Splitter. Lavrinovic, Reyes, otra vez Tomic... todo listo para evitar que se repitiera el mismo gui¨®n que en los dos anteriores encuentros de la serie.

Ayer era el partido de los interiores. Con Splitter acorralado, el per¨ªmetro vitoriano se convirti¨® forzosamente en la mejor alternativa de los visitantes. Teletovic, un escolta en cuerpo de p¨ªvot, mostraba el camino visitante con sus triples. Ataque interior contra ataque exterior. Al descanso, victoria por la m¨ªnima del Caja Laboral (37-38).

El toma y daca se convirti¨® en una m¨¢xima. Si golpeaba el Madrid por medio de la dupla balc¨¢nica Velickovic-Tomic, hac¨ªa lo propio el Caja Laboral por medio Huertas-Splitter, su pareja carioca. Pocas ventajas y muchas alternativas en el marcador de un partido trabado por el exhaustivo planteamiento de sus entrenadores. A medida que avanzaba el crono, el Madrid se iba creciendo para lograr una ligera ventaja que un triple sobre la bocina del tercer cuarto de Bullock se encarg¨® de certificar (58-53). Vistalegre no quer¨ªa vivir otro final amargo. En los anteriores partidos de la serie, un triple errado por Bullock en el primero, y una canasta fallada en la zona por Reyes en el segundo, ambos en los ¨²ltimos instantes, cercenaron las ilusiones de arrancar una victoria a domicilio en semifinales.

No entraba en los planes de los de Messina otro traspi¨¦s tan doloroso, que, en esta ocasi¨®n, hubiera sido definitivo para la suerte de la eliminatoria. Con empate a 63 a falta de tres minutos, Llull puso la directa con dos triples consecutivos, aderezados con otro m¨¢s de Prigioni que dispar¨® la ventaja de los madridistas con un 12-0 de parcial.

Ya no hubo partido. El Madrid tiene otra oportunidad, ma?ana viernes, de nuevo con el factor Vistalegre a favor, para seguir aspirando a obrar la remontada y evitar despedir prematuramente el primer a?o de la era Messina. A pesar de la victoria de ayer, la misi¨®n se antoja complicada. Desde la temporada 1986-1987 solo se ha remontado en una ocasi¨®n un 2-0 en los play offs.