Otros dos promotores reconocen extorsiones de ex concejales del PP
El fiscal consigue nuevos testimonios tras un arduo interrogatorio
Los promotores de otros dos convenios urban¨ªsticos de Gondomar, adem¨¢s de los que denuncian la extorsi¨®n de que eran objeto, acabaron reconociendo ayer, pese a sus reticencias iniciales y ante la perseverancia del fiscal, que tambi¨¦n a ellos se les hab¨ªa exigido dinero como garant¨ªa de que sus proyectos inmobiliarios llegar¨ªan a culminarse. Los detalles estelares de la tercera jornada del juicio que se celebra en la secci¨®n quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en Vigo, fueron, sin embargo, los que recrearon la caza de los extorsionadores con la colaboraci¨®n de Manuel Rodr¨ªguez, el promotor de A Pousa que hizo de cebo o gancho. "Mosquera y Alejandro funcionaban como una pareja de hecho en t¨¦rminos administrativos", afirm¨® de los dos ex concejales y principales imputados.
Al impulsor de un ¨¢rea comercial le pidieron comisiones a trav¨¦s del arquitecto
El promotor 'Tucho': "Me lo pidi¨® Borja y luego Mosquera, directamente"
Vicente Alborch, un promotor que buscaba suelos para Mercadona y que ya hab¨ªa programado un ¨¢rea comercial en Gondomar, inaugur¨® la jornada declarando por videoconferencia que un d¨ªa, a mediados de 2006, el arquitecto Borja Ramilo le hab¨ªa comentado por tel¨¦fono que alguien le estaba pidiendo dinero por asegurar los fines de ese proyecto. "Le dije que eso tendr¨ªa que hablarlo yo con el alcalde [Carlos Silva] y el concejal [de Urbanismo, Alejandro G¨®mez]".
Tanto en su caso como en la media docena de testimonios de promotores que desfilaron ayer por la sala, qued¨® patente que la gesti¨®n de sus operaciones precisaba de dos patas: la propiamente urban¨ªstica, que negociaban con el concejal Alejandro G¨®mez en el ¨¢mbito municipal y cuyo condicionamiento com¨²n era una edificabilidad m¨¢s bien escasa, y la que asomaba Jos¨¦ Luis Mosquera, a la saz¨®n portavoz del gobierno local, con la ayuda del arquitecto Ramilo, y que se concretaba en la exigencia de 180.000 euros a cada uno.
A su vez, las garant¨ªas de que los convenios urban¨ªsticos iban a alcanzar su objetivos estaban condicionadas por otros dos aspectos que se glosan en las conversaciones grabadas por la Guardia Civil y que tambi¨¦n fueron ayer motivo de alusi¨®n constante.
Por una parte, la aprobaci¨®n inicial del plan general que incorpora los convenios (fecha fijada para librar una primera entrega de la extorsi¨®n pactada), a partir de la cual podr¨ªan presentar alegaciones para incrementar la magra edificabilidad, con la seguridad de que ser¨ªan aprobadas (segunda entrega) ya que, por otra parte, pero ligado a lo anterior, la operaci¨®n implicaba al grupo socialista local, seg¨²n insisten en comunicar los extorsionadores a sus v¨ªctimas.
Los tres concejales escindidos del grupo socialista, que hab¨ªan formado el partido Move Gondomar, estaban comprometidos con los extorsionadores a no impugnar nada que pudiera afectar al desarrollo previsto de los convenios, ya que su financiaci¨®n depend¨ªa de ello y tampoco habr¨ªa problema con "el PSOE oficial, gracias al cambio de cromos que hemos pactado", dice Mosquera en una grabaci¨®n, aunque el arquitecto Ramilo, al comentar esas noticias en otras grabaciones, le parece "un poco arriesgado quiz¨¢s".
Tampoco se entienden estas resistencias del arquitecto. Tras la escisi¨®n de Move Gondomar, el "PSOE oficial", es decir, el grupo socialista local, hab¨ªa quedado reducido a una dimensi¨®n unipersonal, la del concejal Alfonso de Lis, que en el actual mandato se sum¨® en bloque con su grupo renovado a la moci¨®n de censura que instal¨® el actual gobierno de tr¨¢nsfugas en el Ayuntamiento. Ramilo hab¨ªa construido entonces la casa del concejal y ambos trabajan con especial intensidad para Jos¨¦ Fojo, constructor local al que De Lis, sobrino suyo, suministra los mobiliarios de aluminio que fabrica el edil en su nave ilegal de Oia. Por eso no se entienden los reparos del arquitecto con el actual concejal de Urbanismo de Gondomar, aunque sea una derivaci¨®n meramente circunstancial, al margen del juicio.
"No nos negamos a nada, siempre y cuando tengamos una garant¨ªa", respond¨ªa Alborch a Ramilo. "?Cu¨¢l?, ?para qu¨¦?, ?no ten¨ªan ustedes ya cubiertos todos los tr¨¢mites pertinentes?, ?no eran el ¨¢mbito urban¨ªstico y la obra legales?", ensart¨® el fiscal. Vicente Alborch lo deriv¨® a la tangente de la propiedad de los terrenos, sobre los que ten¨ªa una opci¨®n de compra, para que su titular afrontara la mitad del gasto que se les presentaba.
Otro promotor, Antonio Luis P¨¦rez, Tucho, en su caso del denominado Pol¨ªgono 10 de otro convenio, respond¨ªa al interrogatorio del fiscal de modo cori¨¢ceo y sinuoso. "Borja me dijo que hab¨ªa que pagar", afirmaba, para precisar que se refer¨ªa al proyecto y que Alejandro G¨®mez, que era con quien trataba, nunca le conmin¨® a pagar nada. Hasta que, atrapado y emplazado por el fiscal a aclarar en firme lo que dec¨ªa, Tucho revent¨®: "Yo nunca dije que fuera a pagar. Pero fueron dos veces: Mosquera me pidi¨® dinero directamente y a trav¨¦s de Borja".
Manuel Rodr¨ªguez cont¨® que se prest¨® a hacer de gancho por su amistad con los socios de A Pousa. Grab¨® un encuentro con Mosquera con una c¨¢mara que camuflaron en su indumentaria los agentes del Seprona encargados del caso, que tambi¨¦n dieron ayer cuenta del rigor de sus actuaciones y de un par de tentativas fracasadas por su inexperiencia en usar esas tecnolog¨ªas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.