Myspace reclama otra oportunidad
Myspace naci¨® en 2003 con una idea brillante: sustituir las p¨¢ginas web personales ofreciendo un perfil f¨¢cil de tunear en el que dar cuenta de tus gustos a trav¨¦s de fotos, v¨ªdeos o m¨²sica. En 2006 se consolidaba como escaparate para bandas emergentes, a la vez que empezaba a perder fuelle como herramienta social. Con millones de usuarios inscritos, MySpace reinaba oficialmente en tiempos de Friendster o Fotolog, pero su tr¨¢fico empezaba a adolecer del s¨ªndrome Second Life (ese mundo virtual que acab¨® des¨¦rtico), con multitud de perfiles sin actualizar y fotos que ya no correspond¨ªan a la edad de sus usuarios. Un dato, en todo caso, dif¨ªcil de cuantificar. En 2007-2008, el boom de Facebook aglutin¨® las vidas privadas de todos y a MySpace empezaron a conjugarla en pasado. Hasta hoy. Facebook seguramente seguir¨¢ a la cabeza del tr¨¢fico, pero, amparada por hordas de artistas que dejan ah¨ª constancia de su existencia, la hermana mayor de las redes sociales ha decidido reclamar el espacio que cree suyo. Y anuncia su segundo advenimiento, ratificando su reformulada raz¨®n de ser: MySpace es el sitio donde compartes m¨²sica con amigos y desconocidos. Si tus hermanos peque?os se han definido en funci¨®n de tus carencias, redef¨ªnete t¨² en funci¨®n de las suyas.
"No podemos compe-tir con Facebook, esinabarcable, pero s¨ªrentabilizar visitas"
"Hay toda una subcultura de gente que nos utiliza", defiende Borja Prieto, director de contenidos de MySpace Espa?a. "Son dise?adores, m¨²sicos, ilustradores?, gente que presenta su trabajo a millones de espectadores. Un blog no te da esa audiencia". En MySpace est¨¢n convencidos de que lo que hace esa "subcultura" te interesa. No s¨®lo de ¨¦xitos virales vive el internauta.
A la izquierda de la pantalla a?aden ahora una lista de reproducci¨®n con las canciones, fotos y v¨ªdeos m¨¢s o¨ªdos del d¨ªa. "Un term¨®metro donde ver qu¨¦ escucha la gente", explica Prieto. "Se mezclar¨¢n artistas consagrados con los desconocidos que est¨¢n dando que hablar". Una oferta que se completa con canales de cine y de series.
Este lo mejor de diario se nutrir¨¢ de listas de reproducci¨®n personales que cada usuario puede dise?ar retroaliment¨¢ndolas con las de otros. Algo levemente similar al nuevo sistema que enlaza Facebook con Spotify, pero m¨¢s interactivo y sin cambiar de plataforma. Adem¨¢s, los cambios propios de todo renacimiento: redise?o, una p¨¢gina principal m¨¢s intuitiva y navegable, y una interfaz menos lenta, una de las principales quejas de los usuarios.
Pero a diferencia de unos pantalones pitillo o Madonna, una red social que acumula siete a?os —una eternidad en a?os intern¨¢uticos— de imagen corporativa no se puede relanzar as¨ª como as¨ª. "Hombre, posible s¨ª es", reconoce Alfredo Knapp, consejero delegado de la agencia The Cocktail, dedicada a analizar tendencias en la Red. "Pero tienes que hacer un esfuerzo muy grande para que cale el cambio. Lo primero, hacerlo de golpe. Porque vas a tener que dirigirte tanto a los antiguos usuarios, que se van a quejar del cambio que hagas, como a los nuevos, que tienen que aprenderse tu oferta".
MySpace cambiar¨¢ poco a poco, opinen lo que opinen fieles y fariseos. Pero se ve que las cifras no les quitan el sue?o. Si nos fiamos del resultado de las 1.500 entrevistas que hizo The Cocktail para su ¨²ltimo Observatorio de las Redes Sociales, de 2008 a 2009 s¨®lo el 11% de quienes usaban las redes sociales entraba en MySpace a diario. Dos millones y medio de usuarios ¨²nicos seg¨²n Nielsen, "5,5 seg¨²n nuestras herramientas", apunta raudo Sergio Falc¨®n, vicepresidente de Digital Media de Fox en Europa (recordemos que desde 2005 MySpace, como Fox, est¨¢ bajo el paraguas News Corporation, propiedad del magnate de la comunicaci¨®n Rupert Murdoch).
"No se puede competir con Facebook porque es inabarcable", admite Falc¨®n, "pero s¨ª podemos rentabilizar las visitas que tenemos". La estrategia pasa por ce?irse m¨¢s a su p¨²blico —"gente avispada entre 18 y 35 a?os", define— y que la publicidad sea m¨¢s personalizada.
"Si quieres volver a ponerte de moda, m¨¢s te vale crear contenido exclusivo. Obligar a los medios a que hablen de ti", alerta Knapp. Aqu¨ª MySpace s¨ª que tiene el pasado a su favor. Su poder¨ªo se demuestra, por ejemplo, en los llamados secret shows, que trajeron a Madrid a Lady Gaga en febrero de 2009 o, el mi¨¦rcoles que viene, a Ke$ha. Para entrar, basta con imprimir tu invitaci¨®n. Si madurar es aceptar quien eres, MySpace se ha hecho mayor. Es una red grande para peces peque?os.
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