La nipona que peregrin¨® tras el sol
Satoko Nakajima hizo su primera Ruta Jacobea para investigar las nuevas migraciones
Satoko Nakajima (Yokohama, 1970) tiene la cara morena. Antes de hacerse una foto, se aclara la piel con una buena capa de cosm¨¦ticos para lucir la palidez que imponen los c¨¢nones de belleza nipones. El sol que ha seguido en todo su recorrido desde el naciente japon¨¦s al poniente gallego ha acabado por broncearle la piel, pero tambi¨¦n por darle otro color a su vida. Se ha aficionado al Camino de Santiago, y repite una y otra vez.
En esta ocasi¨®n, Satoko viene de hacer el marat¨®n de los 101 Km Peregrinos, que recorre el Bierzo siguiendo el Camino de Invierno a Santiago. 21 horas y 55 minutos andando para cubrir la distancia en tierras leonesas y otras tantas para llegar a la salida desde Jap¨®n, esta vez en avi¨®n. "He hecho el viaje desde Yokohama s¨®lo para esto", explica. No es la primera vez. Adem¨¢s de recorrer en varias ocasiones la Ruta Jacobea, Satoko viene a Espa?a con cierta regularidad para participar en maratones con un grupo de amigos de Murcia que conoci¨® peregrinando.
Esta profesora de espa?ol en Tokio promociona el Camino en su pa¨ªs
El Xacobeo tiene un equivalente japon¨¦s en la ruta de Kumano
Satoko dirigi¨® la peregrinaci¨®n con 15 j¨®venes desde Astorga a Santiago
Para los japoneses es una "experiencia" porque les descubre el mundo rural
Nakajima es profesora de espa?ol en la Universidad de Tokio, especialista en las migraciones en la Pen¨ªnsula en el siglo XVI. Para profundizar en este tema para su tesis doctoral, lleg¨® a Espa?a en 1997 y se estableci¨® en Madrid, donde tuvo su residencia hasta 2008. Precisamente, la investigaci¨®n sobre los movimientos de poblaci¨®n en la actualidad la empuj¨® a hacer el Camino de Santiago por primera vez en 2006.
Acompa?ada por su padre, recorri¨® el Camino Franc¨¦s desde Saint Jean Pied de Port. "Mi tramo preferido es de Carri¨®n de los Condes a Calzadilla, una inmensa llanura, de esas que no tenemos en Jap¨®n". Lleg¨® hasta Fisterra, el Ara Solis gallego, donde se pone el mismo sol que cada d¨ªa sale en su Jap¨®n natal.
No s¨®lo el v¨ªnculo celeste une el naciente con el poniente. En Jap¨®n tienen el equivalente a la Ruta Jacobea en el Camino de Kumano, una senda de peregrinaci¨®n que ha ejercido una gran influencia sobre la espiritualidad cultural nipona. Por eso, como el de Santiago, el recorrido por la pen¨ªnsula de Kii fue declarado Patrimonio de la Humanidad. "Si tengo que compararlos, a favor del de Kumano pondr¨¦ que no hay basura, y en su contra, que no hay albergues, no hay flechas amarillas que te gu¨ªen y no hay peregrinos", dice Satoko. El camino japon¨¦s es frecuentado por unos 20.000 peregrinos cada a?o, un n¨²mero muy inferior a los aproximadamente 150.000 que recogieron su Compostelana en 2009.
La segunda vez que hizo el Camino fue por la entrada de Somport hasta Santiago. Recuerda que cerca de Monreal, en Navarra, lleg¨® agotada a un pueblecito y se encontr¨® con todos los establecimientos hosteleros cerrados. Pregunt¨® a un vecino d¨®nde pod¨ªa comer y beber, y le indic¨® que deber¨ªa continuar hasta otra poblaci¨®n, a unos cinco kil¨®metros. "Llevaba un rato andando en esa direcci¨®n cuando se me acerc¨® el vecino en coche, dici¨¦ndome que su esposa le hab¨ªa rega?ado y que me tra¨ªa un buen bocadillo de chistorra y agua". "Eso es el Camino: convivencia y solidaridad", resume.
Esos mismos valores son los que trata de inculcar a los j¨®venes japoneses promocionando en su pa¨ªs la Ruta Jacobea. En 2008, present¨® una propuesta a la Xunta para ofrecer becas a estudiantes nipones que quisieran hacer el Camino de Santiago. La ayuda cubr¨ªa el coste del vuelo y la matr¨ªcula en el curso que recibir¨ªan durante la peregrinaci¨®n. "Yo quiero compartir todo esto con j¨®venes de mi pa¨ªs, a los que les atrae la idea porque el espa?ol es el tercer idioma extranjero que se estudia en Jap¨®n, tras el chino y el ingl¨¦s", explica. La iniciativa prosper¨® y Satoko dirigi¨® la peregrinaci¨®n con 15 j¨®venes desde Astorga a Santiago. "Fue una gran experiencia para ellos descubrir esta ruta, que adem¨¢s les permiti¨® acercarse al mundo rural, porque el turismo que hacen los japoneses normalmente s¨®lo hace escala en las grandes ciudades", explica.
Satoko ve en el Camino una gran oportunidad para todos. Recuerda a una chica suiza con la que se encontr¨® peregrinando que no ten¨ªa muy claro si abandonar o no los estudios: "La peregrinaci¨®n le ayud¨® a tomar la decisi¨®n de seguir". "Por eso me gusta el Camino", afirma Satoko. "Por eso lo seguir¨¦ haciendo una y otra vez mientras el cuerpo aguante".
![La peregrina japonesa Satoko Nakajima, en una palloza de O Cebreiro.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/DLC4HOLH3RYWKI2PXJKUER5YDE.jpg?auth=5c0eb6fa3efae2a42c9b38a6d64db9a3b323e098fc635f1d5cd7127d55de3bfa&width=414)
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