Alcorc¨®n se encomienda al ladrillo p¨²blico
El municipio elige la vivienda protegida como motor econ¨®mico - La f¨®rmula quiere evitar el ¨¦xodo de j¨®venes
"La casa es m¨ªa y la voy a poner como me gusta". Jaime M¨¦ndez Oliva, de 27 a?os, mira con arrobo el sof¨¢ negro y rosa el¨¦ctrico que se acaba de comprar. Y encima, incluye un botellero en uno de sus brazos. Jaime est¨¢ disfrutando el proceso de amueblar su apartamento en el Ensanche Sur de Alcorc¨®n, una vivienda de protecci¨®n oficial por la que ha pagado 127.000 euros, un precio muy por debajo del mercado pero que en Alcorc¨®n no es una rareza, sino el resultado del imperio del ladrillo p¨²blico.
"Aqu¨ª vas a un cumplea?os y 20 de 50 invitados tienen un piso p¨²blico", cuenta Jaime: "a mi mejor amiga le ha tocado uno en la calle de atr¨¢s". La apuesta por la vivienda p¨²blica en esta localidad de 180.000 habitantes convierte al municipio en capital de una f¨®rmula que se mantiene a flote en un contexto de depresi¨®n inmobiliaria. Desde 1992, la Empresa Municipal de Gesti¨®n Inmobiliaria (Emgiasa), de capital completamente municipal, ha entregado 4.204 apartamentos protegidos, est¨¢ a punto de terminar otros 2.468 y acaba de relanzar un plan para construir 20.000 m¨¢s. Alcorc¨®n se reclama "ciudad de la vivienda" apoy¨¢ndose en una inversi¨®n p¨²blica muy potente pese a los 146 millones de euros que la sit¨²an como el segundo municipio de la Comunidad de Madrid con mayor deuda.
Con la actual crisis econ¨®mica, levantar m¨¢s pisos es una opci¨®n arriesgada
La construcci¨®n de pisos protegidos en la Comunidad se dispar¨® en los ¨²ltimos a?os con el despegue inmobiliario. En 2001 se iniciaron 1.834 y, en 2009, 15.086 una cifra espectacular, pero que ya representaba un recorte respecto a las 23.514 del a?o anterior. En total, desde 1991 se han levantado 176.004 unidades, seg¨²n el Ministerio de Vivienda.
En Alcorc¨®n, el modelo p¨²blico cristaliz¨® en la experiencia del Ensanche Sur, una promoci¨®n a los pies de la M-50 que ha colmado los sue?os de cemento de una generaci¨®n de j¨®venes. Un 85% de su parque es vivienda protegida: 7.096 pisos, de las cuales 6.000 son del Ayuntamiento (gobernado por el PSM e IU) y 1.096 de la Comunidad de Madrid, todav¨ªa por construir. Dos terceras partes ya est¨¢n entregados, pero quedan muchos pendientes. El barrio aparece como un acerico de gr¨²as. Los sem¨¢foros para invidentes pitan sin que pase casi ning¨²n coche. Solo cruza la calle un gato negro. Las fachadas -algunas con franjas de colores (amarillo, granate), otras blancas con parches verdes o naranjas- le confieren el aspecto desenfadado. Un barrio moderno, con un 25% de zonas verdes y carril-bici propulsado por energ¨ªa solar.
Conversando con los treinta?eros de la ciudad, vienen a la mente las ceremonias inici¨¢ticas por las que pasan los adolescentes de ciertas tribus al llegar a una edad madura. En Alcorc¨®n no tienen que cazar leones, pero en la ¨²ltima d¨¦cada participar en el sorteo de un apartamento se convirti¨® en algo similar. La primera tarea al cumplir 18 a?os era acercarse a las oficinas de Emgiasa y depositar la candidatura para un piso. Hace dos a?os, miles de esos chicos llenaron la fiesta de inauguraci¨®n del Ensanche Sur, tan espectacular que dio lugar a quejas de la oposici¨®n del PP por considerar que parec¨ªa un acto electoral, con conciertos, carpas, malabaristas, payasos y regalos. Unos dispendios que los populares tasaron en 100.000 euros y que el Ayuntamiento justific¨® respondiendo que estaba inaugurando el futuro.
Jaime, de una generaci¨®n que se reconoce en la explosi¨®n de la vivienda p¨²blica, ha estructurado su vida en torno al piso. Le toc¨® en 2006. Llevaba seis a?os trabajando y viv¨ªa con sus padres. Cumpl¨ªa todos los requisitos: ganar menos de 48.000 euros, estar empadronado en Alcorc¨®n (naci¨® all¨ª) o haber trabajado ah¨ª m¨¢s de dos a?os. Pag¨® una entrada de 9.600 euros con un cr¨¦dito personal y comenz¨® a ahorrar mientras abonaba durante dos a?os 450 euros mensuales. El pasado enero le entregaron el piso despu¨¦s de 12.600 euros m¨¢s de entrada. A cambio, 102 metros con garaje y trastero. "Menudo subid¨®n", bromea. "Nunca me hubiera comprado algo as¨ª. Por 300.000 euros, que valen en la calle... ni loco". El resto lo pagar¨¢ con una hipoteca de unos 500 euros mensuales, menos que un alquiler.
Los j¨®venes no son los ¨²nicos que han terminado por beneficiarse de la explosi¨®n de ladrillo p¨²blico. Ana Cort¨¦s, de 79 a?os, se instal¨® en marzo en el Ensanche. Ocupa uno de los 108 apartamentos del Plan Permuta, una iniciativa que ofrece a ancianos residentes en el centro un piso adaptado en el Ensanche a cambio de que cedan el que tienen en propiedad para la bolsa de vivienda joven. Desde octubre de 2009 ya se han instalado en sus nuevos domicilios 40 ancianos y 40 grupos de j¨®venes que pagan unos 400 euros por el piso; 69 plazas m¨¢s salen a sorteo para j¨®venes estos d¨ªas. "Estoy encantad¨ªsima con el trato", explica Ana. "Me puedo mover mucho mejor. Mi piso era muy estrechito, ten¨ªa ruido, estaba entre callejuelas... Aqu¨ª me da el sol toda la tarde".
En el apartamento de 50 metros cuadrados (sus hijos heredar¨¢n el suyo de toda la vida) cabe la silla de ruedas, las paredes tienen agarraderas y no hay que subir escaleras. Perfecto para sus problemas de piernas. Y su hija tambi¨¦n ha ganado un sorteo y se ha instalado cerca.
Alcorc¨®n vive pendiente del nuevo Distrito Norte, cuyo plan parcial se aprob¨® en marzo. Falta el visto bueno de la Comunidad. Ocupa una superficie de 12.319.914 metros cuadrados con una inversi¨®n en urbanizaci¨®n estimada en 900 millones de euros. Total, un proyecto de 20.000 viviendas p¨²blicas, repartidas al 50% entre el Ayuntamiento y la Comunidad. Una apuesta arriesgada en los tiempos que corren. "Cualquier desarrollo urban¨ªstico en la actual coyuntura es complicado y arriesgado, aunque estos proyectos se piensan para medio-largo plazo", dicen desde la consultora Sociedad de Tasaciones.
Adem¨¢s, para completar la oferta, el Ayuntamiento a?ade 6.000 unidades de promotores privados. Considera que servir¨¢n para satisfacer "otro tipo de demanda": chal¨¦s y vivienda en altura.
Elisa Morillo, directora de expansi¨®n de Foro Consultores no ve tan claro que alguien quiera lanzarse a la vivienda libre en Alcorc¨®n. "Es el municipio con menor n¨²mero de ventas debido a la enorme cantidad de viviendas protegidas lanzadas al mercado", alega. Lo privado se vende muy lentamente y los promotores no quieren luchar contra ofertas imbatibles. Por eso, el stock que ha quedado colgado con la crisis no es excesivo: 4,5 unidades sin vender por 1.000 habitantes, cuando la media en la Comunidad es de 5,8; y en Arganda del Rey, 24,1, seg¨²n Foro Consultores.
El Plan Distrito no llega exento de pol¨¦mica. Un proyecto de desarrollo basado en la construcci¨®n (y desde el Ayuntamiento aseguran que ir¨¢ acompa?ado de una progresi¨®n en las infraestructuras) no suscita hoy mucha confianza. Vecinos y ecologistas se preguntan si el salto poblacional (Alcorc¨®n se colocar¨ªa en torno a los 250.000 habitantes) no colapsar¨¢ la ciudad. La oposici¨®n al proyecto por parte de Ecologistas en Acci¨®n ha sido f¨¦rrea y sembr¨® (simb¨®licamente) los terrenos de bellotas despu¨¦s de que la Comunidad autorizara su recalificaci¨®n. Desde el Ayuntamiento insisten en que la densidad residencial ser¨¢ baja; un 30% del terreno ser¨¢n zonas verdes y otra parte corresponder¨ªa a la nueva ciudad deportiva del Atl¨¦tico de Madrid.
Florencia Dur¨¢n, de 31 a?os, espera como agua de mayo que la promoci¨®n del norte salga adelante. Le acababa de tocar un piso de 55 metros en Torrej¨®n dentro de un sorteo de vivienda joven de la Comunidad de Madrid, pero entonces lleg¨® una sorpresa: gemelas. Con tres ni?os, no pod¨ªa vivir en el apartamento que le ofrec¨ªan. Sigue alquilando en Alcorc¨®n, donde est¨¢ instalada desde que lleg¨® hace ocho a?os de Argentina. Los 850 euros que paga al mes le pesan demasiado. Se ha apuntado junto con otras 22.000 personas a los pr¨®ximos sorteos de Emgiasa y de la lista ¨²nica de la Comunidad, esta vez como familia numerosa. "Esperemos que se agilice", explica, "si no, tendr¨¦ que irme de Alcorc¨®n, hacia el sur, a Mejorada o los primeros pueblos de Toledo".
Eso es precisamente lo que el Ayuntamiento quiere evitar: que los j¨®venes abandonen la ciudad. Que no se recorra el camino inverso al que ha permitido que, desde 1950, Alcorc¨®n haya pasado de tener 800 habitantes a casi 200.000. "Ve¨ªamos que la poblaci¨®n se estaba marchando, y decidimos actuar", explica Natalia de Andr¨¦s, concejal de Urbanismo.
El proyecto de vivienda p¨²blica no arranc¨® de un d¨ªa para otro. El acto fundador fue crear Emgiasa, en 1992. Alcorc¨®n solo ten¨ªa alguna promoci¨®n de vivienda barata lanzada por cooperativas. El Ayuntamiento opt¨® por una empresa de capital municipal que se ocupara de todo el proceso para levantar m¨¢s vivienda barata: expropiaci¨®n de terrenos, planificaci¨®n urban¨ªstica, arquitect¨®nica, gesti¨®n... Hoy Emgiasa tiene un presupuesto de 227 millones de euros y se considera el principal motor econ¨®mico de la localidad. Su pr¨®ximo reto, construir el Centro de Creaci¨®n de las Artes de Alcorc¨®n (CREAA). "Adem¨¢s de que no se vayan los j¨®venes, se ha influido en el mercado para que se moderen los precios. Hemos demostrado que otro modelo de gesti¨®n urban¨ªstica es posible: no hay que pagar 50 millones por un piso; con 20 ya se produce una plusval¨ªa que favorece a la ciudad", cuenta De Andr¨¦s.
El Ayuntamiento no quiere atraer poblaci¨®n, sino ubicar a la que tiene. "Puede ser que llegue alguien, motivado por el despegue del modelo I+D+i que queremos instaurar en el distrito, pero ser¨¢ secundario", dice De Andr¨¦s. Por si acaso, la Comunidad previene contra triunfalismos: "El Distrito Norte a¨²n no est¨¢ aprobado", avisa un portavoz. ?Cu¨¢nto durar¨¢ la euforia del ladrillo?
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