No quiero ser m¨¦dico de familia
Es la especialidad menos demandada por los MIR - La precariedad y el desprestigio han dejado plazas vacantes durante a?os - Los extranjeros cubren el hueco
Cuentan los que han pasado por el trance que, durante las dos semanas que dura el reparto de las 11.500 plazas, los aspirantes a MIR (m¨¦dico interno residente) aplauden a los que eligen medicina de familia. Y no es porque sean conscientes de lo esencial de esta especialidad en el sistema sanitario. Se alegran porque cada uno de esos j¨®venes licenciados que optan por familia es un competidor menos para las especialidades m¨¢s demandadas y con m¨¢s prestigio: dermatolog¨ªa, cirug¨ªa pl¨¢stica, cardiolog¨ªa...
A Amalia Bueno, de 25 a?os, tambi¨¦n la aplaudieron. No le import¨® lo m¨¢s m¨ªnimo. Su n¨²mero de orden era el 234 (para 6.941 plazas). Pod¨ªa haber elegido casi cualquier cosa, pero fue la primera que escogi¨® familia en toda Espa?a. El de Amalia es un caso bastante ins¨®lito. El inter¨¦s de los reci¨¦n titulados por la especialidad de familia es bajo. Parad¨®jicamente, estos profesionales son los m¨¢s demandados, pero tambi¨¦n los m¨¢s escasos.
Solo el 28% de las facultades imparte la asignatura
La atenci¨®n primaria puede resolver el 90% de los problemas de salud
Un 15% de los residentes renuncia a su puesto y se vuelve a presentar
Las salas de espera a rebosar y la burocracia disuaden a los aspirantes
La OMS recomienda que la mitad de los facultativos sean de familia
Unos 8.000 m¨¦dicos espa?oles ejercen en el extranjero, seg¨²n la OMC
Sanidad propone mayor fluidez entre el primer nivel y las especialidades
Un 'blog' ironiza sobre las muchas recetas que se firman en la consulta
La situaci¨®n empieza a ser preocupante. El informe del Ministerio de Sanidad Oferta y necesidades de m¨¦dicos especialistas 2008-2025 califica de "grave" -m¨¢s del 25% de los m¨¦dicos en activo- el d¨¦ficit en dos especialidades: pediatr¨ªa y medicina de familia. Y mientras ocurre eso, los m¨¦dicos j¨®venes se resisten a dedicarse a familia. Este a?o, cuando 4.000 residentes hab¨ªan elegido ya su plaza, solo 103 hab¨ªan optado por familia (de los 1.904 puestos que se ofertaban).
En los ¨²ltimos a?os, las vacantes y los abandonos han agravado el problema. En la convocatoria de 2008-09, quedaron 51 plazas vacantes. Lo que quiere decir que "2.734 aspirantes prefirieron no elegir plaza a elegir una de las 51 de m¨¦dico de familia que quedaron vacantes", explica Vicente Matas, vocal de Atenci¨®n Primaria del Colegio de M¨¦dicos de Granada, en un trabajo reciente en el que analiza la evoluci¨®n de la especialidad en las ¨²ltimas convocatorias MIR.
En 2005-06 quedaron vacantes 52 plazas; en 2006-07, 189; en 2007-08, 253; en 2008-09, 51. Y luego est¨¢n los abandonos. El 15% de los MIR del a?o pasado abandonaron su plaza de medicina de familia para optar a otra en la convocatoria de 2009-10 (se examinaron el pasado enero y escogieron plaza en abril), seg¨²n destaca el an¨¢lisis de Matas. Es decir, despu¨¦s de seis a?os de carrera y, al menos otro prepar¨¢ndose para obtener buen puesto en el MIR, prefirieron perder el a?o y volver a examinarse.
Amalia Bueno ya estudi¨® con la cabeza puesta en la plaza de familia. Se hab¨ªa decidido en el sexto a?o de carrera, cuando hizo la ¨²ltima rotaci¨®n en un centro de salud madrile?o. Le gust¨® "el trato y la cercan¨ªa con el paciente". Eso, y que lleva cinco a?os trabajando con una ONG en Camer¨²n. "Quiero dedicarme a la cooperaci¨®n y familia es la especialidad m¨¢s ¨²til para mi futuro", explica. Lo suyo es vocacional. Es consciente de la relevancia de la atenci¨®n primaria. La medicina de familia es la principal puerta de entrada al sistema sanitario. Es capaz de resolver el 90% de los problemas de salud de la poblaci¨®n (y con menos del 20% del presupuesto). Las encuestas de satisfacci¨®n suelen dan a la primaria las mejores puntuaciones. Sus m¨¦dicos son excelentes, dicen los pacientes, que destacan que sacan tiempo de donde no lo hay para atenderles con mimo.
Pero en paralelo al prestigio social est¨¢ la falta de consideraci¨®n profesional. La especialidad acarrea una cierta mala fama. El t¨®pico dice que el m¨¦dico del ambulatorio est¨¢ mal pagado, desbordado por una excesiva presi¨®n asistencial, es una m¨¢quina de hacer recetas y rellenar informes... "Hay precariedad", constata el presidente de la Sociedad Espa?ola de Medicina Familiar y Comunitaria (Semfyc), Josep Basora. "Al terminar su periodo MIR, los m¨¦dicos j¨®venes se enfrentan a un contrato eventual o de guardias", a?ade, que en muchos casos se reduce a "contratos puntuales de horas o d¨ªas, a salto de mata de un centro a otro durante varios a?os".
Sirva de ejemplo el caso de la Comunidad de Madrid, donde uno de cada tres facultativos de primaria del sistema p¨²blico est¨¢n en precario (interinos o eventuales), seg¨²n datos de varias organizaciones, entre ellas el Colegio de M¨¦dicos (la Consejer¨ªa de Sanidad no proporciona el dato oficial). Un grupo de profesionales acaba de crear la Plataforma de Eventuales de Atenci¨®n Primaria, que tiene incluso grupo en Facebook. Denuncian que la Comunidad de Madrid incumple la ley, ya que las plazas estructurales que crea o que quedan vacantes no las cubre con interinidades, como deber¨ªa, sino con contratos eventuales de tres meses.
Si a eso se le suma la carga burocr¨¢tica y las salas de espera a rebosar -los m¨¦dicos de familia tienen, de media, 1.400 pacientes a su cargo, cuando lo ¨®ptimo ser¨ªa 1.000 o 1.200-, se encuentra la explicaci¨®n a esa impopularidad. Pero hay algo m¨¢s. Medicina de Familia es "la gran desconocida para los estudiantes de la licenciatura", apunta Basora. S¨®lo el 28% de las facultades imparten Medicina de Familia, seg¨²n datos de Semfyc. "No se puede elegir lo desconocido, aquello que es raro para quien se ha pasado seis a?os con un contacto, como mucho, de unas pr¨¢cticas en un centro de salud", asegura.
Ver¨®nica Casado, presidenta de la Comisi¨®n Nacional de Medicina de Familia, apunta otro problema a?adido: "La oferta MIR est¨¢ mal distribuida". Un vistazo a las cifras oficiales parece confirmarlo. En 1995, Familia representaba el 40% de la oferta. En esta convocatoria el porcentaje ya ha bajado al 27%. "La OMS y otros expertos", recuerda Casado, "recomiendan que la mitad de los m¨¦dicos de un sistema sanitario deben serlo de familia". Y si ahora hay d¨¦ficit, en el futuro habr¨¢ m¨¢s, asegura: "No se est¨¢n formando m¨¦dicos de familia suficientes para responder a la tasa de reposici¨®n, y en apenas 15 a?os habr¨¢ una cohorte amplia que se va a jubilar". Las plazas aumentan a?o a a?o, pero esa no es la soluci¨®n, asegura la comisi¨®n, que acaba de pedir al ministerio justo lo contrario: que el n¨²mero de plazas MIR (6.941 este a?o) se reduzca a 5.400 y que, de esas, entre un 40% y un 50% sean de familia. As¨ª se evitar¨ªa, asegura Casado, que entren a la formaci¨®n MIR candidatos con "n¨²meros de acceso muy bajos" (en el MIR no hay notas como tales, sino n¨²meros de orden), como afirma que sucede ahora. "Hay que adecuar la formaci¨®n a las necesidades de los servicios de salud de cada comunidad y fidelizar a los m¨¦dicos que acaban su residencia", a?ade.
Despu¨¦s de varios a?os con plazas vacantes en Familia, la ¨²ltima convocatoria ha conseguido el pleno. Gracias, sin duda, al aumento de aspirantes extranjeros, especialmente de los extracomunitarios. Un 40,5% de las plazas se han adjudicado a m¨¦dicos de fuera de la Uni¨®n Europea, frente al 55,3% de los espa?oles (los comunitarios han sido el 4,2%). Hace apenas cuatro a?os, el 80% de las plazas correspond¨ªan a facultativos espa?oles. La cifra preocupa a la Confederaci¨®n Estatal de Sindicatos M¨¦dicos (CESM). "?Vienen con intenciones de desarrollar aqu¨ª su carrera profesional o vienen para formarse y regresar a su pa¨ªs?", se preguntan Mar¨ªa Jes¨²s Hidalgo, su vicepresidenta, y Vicente Matas, vocal de Primaria, en una tribuna de la Revista de Administraci¨®n Sanitaria.
Si muchos optan por lo segundo y adem¨¢s se suman a los 8.000 m¨¦dicos espa?oles que ejercen en otros pa¨ªses (seg¨²n c¨¢lculos de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial), resulta que Espa?a estar¨ªa destinando muchos recursos a formar m¨¦dicos que luego no permanecen en el sistema, algo que "va en detrimento de la inversi¨®n en educaci¨®n que hace el pa¨ªs", recuerda Casado. "Tenemos que preguntarnos qu¨¦ m¨¦dicos queremos que hagan nuestro MIR", a?ade tambi¨¦n Miguel ?ngel Garc¨ªa P¨¦rez, coordinador de Estudios de CESM y autor de varios estudios sobre demograf¨ªa m¨¦dica. "?Queremos que un m¨¦dico que vive en su pa¨ªs tenga el mismo derecho que otro, espa?ol o no, que haya acabado su carrera aqu¨ª? El ministerio deber¨ªa imponer restricciones a que m¨¦dicos no residentes entren a trav¨¦s del cupo general en igualdad de condiciones. As¨ª aumentar¨ªa la probabilidad de que al acabar la formaci¨®n se queden en nuestro sistema".
A Sanidad no le preocupa demasiado que esos m¨¦dicos puedan irse. "No es dinero tirado", aseguran fuentes del ministerio, que argumentan que las relaciones que esos facultativos formados aqu¨ª siguen manteniendo despu¨¦s, por ejemplo con empresas espa?olas, tambi¨¦n son un activo. Frente al desfase entre licenciados (4.000) y plazas convocadas de MIR (7.000), Sanidad asegura que a¨²n tardar¨¢ en nivelarse. Eso s¨ª, recuerdan que s¨®lo 10 espa?oles y 1.400 extranjeros se han quedado sin plaza en esta convocatoria. Y mientras, siguen apareciendo estudios que alertan del d¨¦ficit de m¨¦dicos del primer nivel asistencial. Un informe reciente de la Universidad Europea de Madrid (UEM) baraja que se necesitan 6.000 facultativos en atenci¨®n primaria, frente a los 3.000 necesarios en hospitales.
En el Ministerio de Sanidad tambi¨¦n son conscientes de la falta de atractivo de la especialidad. Proponen tres l¨ªneas de actuaci¨®n: incluir Familia en la formaci¨®n, fomentar que la relaci¨®n entre primaria y especializada sea m¨¢s fluida y reducir la carga burocr¨¢tica. Precisamente sobre esto versa un post reciente del m¨¦dico de Familia Julio Bonis, autor de una de las bit¨¢coras m¨¢s conocidas de la blogosfera m¨¦dica. "?Por qu¨¦ se coge antes cardiolog¨ªa que medicina de familia?", se titula. La respuesta se resume en dos v¨ªdeos. "Esto es lo que hace un cardi¨®logo en la pr¨¢ctica", dice Bonis sobre el primero, en el que se ve a un especialista realizando una angioplastia (introducir un bal¨®n para dilatar una arteria obstruida). "Esto es lo que hace un m¨¦dico de familia en la pr¨¢ctica", dice del segundo, en el que aparece un m¨¦dico firmando 50 recetas en un minuto.
Poco demandada, pero imprescindible, la medicina de familia tiene que ganar prestigio. Le va el futuro en ello. "No hay nada que atraiga m¨¢s que las ofertas dignas de trabajo. Que haya concursos oposiciones y que se saquen plazas", pide Casado. Tarea, pues, para las Comunidades Aut¨®nomas. "Har¨ªan falta medidas de incentivaci¨®n econ¨®mica, acad¨¦mica y profesional para el especialista en atenci¨®n primaria", coincide ??igo Noriega, presidente del Consejo Estatal de Estudiantes de Medicina. "La soluci¨®n no pasa en ning¨²n caso por aumentar el n¨²mero de m¨¦dicos o de aspirantes a especialista, sino por garantizar una formaci¨®n continuada y un ejercicio profesional de calidad".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.