"Casi rec¨¦ por su muerte"
Fallece un taxista tras 20 meses en coma por la paliza de cuatro j¨®venes - "Ha sido un calvario", explica la familia
"Ha sido un calvario para ¨¦l, para sus hijos y tambi¨¦n para m¨ª. Casi llegu¨¦ a rezar para que muriera y acabara todo". Antonia Mart¨ªnez Duran ha vivido un v¨ªa crucis de un a?o y nueve meses al que a¨²n le falta su ep¨ªlogo judicial. El 7 de septiembre de 2008, su hermano Juan, un taxista de 50 a?os, fue apaleado brutalmente por cuatro j¨®venes que hac¨ªan botell¨®n junto a una discoteca, en un pol¨ªgono de ocio nocturno de Matar¨®. Desde entonces, ha estado en coma irreversible "sin hablar, ni andar, ni comer; como mucho, abr¨ªa y cerraba los ojos", explica Antonia.
Los m¨¦dicos del Instituto Guttman que le trataron no daban ninguna esperanza a la familia de Juan. Su muerte, hace tres semanas, ha obligado a suspender el juicio que estos d¨ªas deb¨ªa celebrarse en la Audiencia de Barcelona. Los agresores ya no se enfrentar¨¢n a un delito de asesinato en grado de tentativa, sino a uno consumado, ya que la v¨ªctima ha muerto. El fiscal podr¨ªa, as¨ª, elevar su petici¨®n inicial de c¨¢rcel, que hab¨ªa fijado en 16 a?os.
El juicio contra los acusados ha sido suspendido para agravar los cargos
Antonia no olvida lo que los "ni?atos" del pol¨ªgono hicieron a su hermano, un hombre de Vilassar, separado y con dos hijos, que hab¨ªa trabajado toda su vida transportando mercanc¨ªas por media Europa con un cami¨®n de grandes dimensiones. Un par de a?os antes de recibir la paliza que ha resultado mortal, dej¨® las autopistas por las v¨ªas urbanas y obtuvo la licencia de taxista. La hermana tampoco olvida su ¨²ltima conversaci¨®n por tel¨¦fono, esa misma noche. Juan llev¨® a unos clientes a un restaurante y despu¨¦s les recogi¨® para llevarles a una discoteca. "Me dijo que vendr¨ªa a casa a cenar algo, pero que tendr¨ªa que volver a salir. Eran clientes fijos y deb¨ªa hacerlo. Pero no volvi¨®", recuerda la mujer.
A las 2.30 horas, seg¨²n el relato de la fiscal¨ªa, Juan pregunt¨® a un joven la direcci¨®n de una discoteca. Por razones que se ignoran, Juan y Cristian S. P., uno de los acusados, iniciaron una violenta discusi¨®n hasta que el chaval, que estaba bebiendo en la calle con amigos, le destroz¨® un retrovisor. El taxista baj¨® del coche y, seg¨²n el mismo relato, sac¨® del maletero un bate de madera (de m¨¢s de un metro de longitud) "para recriminar a Cristian su actitud".
La situaci¨®n se volvi¨® en contra del taxista cuando Cristian le arrebat¨® el bate y le peg¨® varios pu?etazos en la cabeza y el abdomen hasta tirarle al suelo. Ah¨ª empez¨® lo peor: la paliza. Los amigos de Cristian, tambi¨¦n acusados por el asesinato (Xavier B. G., Albert M. J. y Pilar L. J., todos ellos mayores de edad) se le unieron "para acabar con su vida" y, aprovechando que el taxista no pod¨ªa defenderse, le propinaron "patadas en la cabeza con todas sus fuerzas, apoy¨¢ndose en los veh¨ªculos para golpearle con m¨¢s impulso", prosigue el fiscal.
Otros dos j¨®venes presentes en la escena "no hicieron nada" para evitar la agresi¨®n y uno de ellos, adem¨¢s, intent¨® deshacerse del bate. Los j¨®venes salieron pitando de all¨ª, pero los Mossos d'Esquadra montaron un dispositivo tipo jaula para evitar su huida y les detuvieron.
Juan qued¨® en coma irreversible, "sin posibilidad de recuperaci¨®n", y sus hijos y su hermana se han encargado de cuidarle este tiempo. Antonia, sin embargo, tiene una versi¨®n algo distinta de lo ocurrido aquella noche. "Los chavales le pidieron que les llevara a Girona, pero mi hermano se neg¨® y por eso le pegaron. No les hab¨ªan dejado entrar en las discotecas y, despu¨¦s del crimen, se fueron a una gasolinera a pactar qui¨¦n le hab¨ªa matado", explica.
Isaac, un taxista de Vilassar de Dalt que posee ahora la licencia y el coche de Juan (un Peugeot 407), asisti¨® su entierro. El joven sospecha que la v¨ªctima llevaba el bate "por defecto profesional". "Como transportista, a veces dorm¨ªa en ¨¢reas de descanso. Y eso es peligroso". Isaac a¨²n lleva a antiguos clientes de Juan, un apasionado de los juegos de naipes que era "amable y cuidadoso" con los pasajeros.
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