Tres cuartos de Torres

Uno a uno, desfilaron los jugadores por la salida del avi¨®n, reci¨¦n aterrizados en Almer¨ªa. Reina apareci¨® el primero, con la cabeza reci¨¦n rapada, gafas de sol y auriculares propios de un DJ. Le sigui¨® Mata, con una bolsa roja bien llamativa de la marca que le patrocina; Cesc, con su barba incipiente; Piqu¨¦, con cara de dormido..., y el seleccionador, Vicente del Bosque. El ¨²ltimo en bajar fue Fernando Torres, acompa?ado por una nube de flashes procedentes de los trabajadores del aeropuerto que esperaban a pie de pista. Se detuvo a firmar aut¨®grafos y, al subir a la jardinera, se qued¨® sin asiento. Eso es lo que no quiere que ocurra sobre el c¨¦sped Del Bosque, que cuenta con el ariete del Liverpool para el Mundial, pero que duda en darle minutos hoy (22.00, TVE-1) contra Polonia toda vez que su proceso de recuperaci¨®n -se oper¨® del menisco externo de la rodilla derecha el 16 de abril- sigue su curso. "A nivel cl¨ªnico, hay buenos informes. No existen contraindicaciones. Pero tambi¨¦n es algo subjetivo. Se tienen que mantener las sensaciones favorables de Torres", explican desde el cuerpo m¨¦dico de la selecci¨®n.

Se le ha visto hacer quiebros o arrancar con fuerza. A Puyol le sent¨® dos veces

"Esto es progresivo y hay que ir poco a poco", recuerdan los m¨¦dicos

Sobrecargada en exceso la articulaci¨®n, Torres no ha podido terminar dos entrenamientos. Uno fue en Las Rozas y el otro en Innsbruck. "Eso es porque ha pasado de hacer sesiones de 40 minutos a otras de dos horas", se?alan desde su entorno. Torres lo nota y le miman. No pasa una sesi¨®n sin que el preparador f¨ªsico, el m¨¦dico o un compa?ero se le acerquen para preguntarle c¨®mo se encuentra. El 9 responde al tiempo que gesticula. "Vamos a ver c¨®mo est¨¢ en el ¨²ltimo entrenamiento. Esperaremos a saber la opini¨®n del jugador y del cuerpo m¨¦dico", aclar¨® ayer Del Bosque cuando le preguntaron si el madrile?o jugar¨ªa alg¨²n minuto ante Polonia. Torres se ejercit¨® ayer con normalidad en Murcia. "Lo importante es estar al ciento por ciento el d¨ªa 16", dijo Iniesta. Pero El Ni?o no jugar¨¢ ese d¨ªa el partido entero contra Suiza, el debut en el Mundial.

El ¨²nico que a¨²n no ha jugado en los amistosos es Torres, quien se entrena con una peque?a venda bajo la rodilla. "Son unas tiras funcionales, algo muy ligero", argumentan desde el ¨¢rea m¨¦dica; "no tienen un objetivo concreto, salvo que tenga mejores sensaciones". Aunque parece que no golpea la bola con fiereza, s¨ª que se le ha visto hacer quiebros, arrancar con fuerza o lanzar amagos. A Puyol, por ejemplo, le dej¨® sentado por dos veces en una misma jugada y se llev¨® la mayor ovaci¨®n del pasado domingo en Las Rozas. "Seguro que pronto estar¨¢ bien", advierte Piqu¨¦; "es un futbolista necesario porque es r¨¢pido, h¨¢bil y goleador". Xabi Alonso lo define en el campo: "En el apartado defensivo ayuda mucho. Con la pelota controlada, le gusta que se la pongan en profundidad porque es r¨¢pido y se mueve bien". A?ade Xavi: "Por su envergadura, tambi¨¦n sabe aguantar el bal¨®n y esperar a que lleguen compa?eros desde la segunda l¨ªnea". Capdevila remata: "Ojal¨¢ que Villa o ¨¦l se conviertan en la estrella del torneo. Eso querr¨¢ decir que sus goles nos han dado triunfos".

Aunque para Del Bosque es un quebradero de cabeza, el seleccionador encuentra soluciones a su ausencia. "Tanto Villa como Torres est¨¢n habituados a jugar solos en punta. Pero este equipo no tiene ning¨²n problema porque puede desplegarse con uno o con los dos arietes al frente", dijo ayer, cuando la selecci¨®n se entren¨® ante 10.000 aficionados; "este equipo est¨¢ muy hecho, independientemente de quien juegue".

Pero nunca est¨¢ de m¨¢s contar con Torres, que ya resolvi¨® la final de la pasada Eurocopa frente a Alemania y que ha marcado 23 goles en 72 partidos, cuatro de ellos de penalti. Por el momento, se sabe que no est¨¢ fino y su ausencia es un lujo que no se quiere permitir la selecci¨®n. "No est¨¢ para jugar partidos enteros. Esto es progresivo y hay que ir poco a poco", recuerdan los m¨¦dicos.