Enfermedad y remedio
La proliferaci¨®n de ajustes p¨²blicos, como el de Alemania, retrasar¨¢ la recuperaci¨®n europea
La canciller alemana, Angela Merkel, utiliz¨® ayer un argumento contundente para explicar el mayor plan de austeridad en Alemania desde la II Guerra Mundial: "No se puede gastar m¨¢s de lo que se tiene". El Gobierno alem¨¢n est¨¢ dispuesto a recortar el gasto p¨²blico en 80.000 millones de euros hasta 2014. El plan contiene medidas tan dolorosas como reducir 15.000 empleos en la Administraci¨®n p¨²blica, congelar la paga de Navidad a los funcionarios (que supondr¨¢ al final un recorte salarial del 2,5% sobre lo ahora pactado), rebajar en 40.000 efectivos el Ej¨¦rcito e imponer tasas a las transacciones bancarias, a las centrales nucleares y al transporte a¨¦reo dom¨¦stico. Reino Unido, de la mano de los conservadores reci¨¦n llegados al Gobierno, se propone aplicar tambi¨¦n un intenso plan de ahorro p¨²blico.
La comparaci¨®n con Espa?a es inevitable. La econom¨ªa alemana ha ganado un 13% de competitividad desde que se puso en marcha la moneda ¨²nica y su d¨¦ficit p¨²blico en 2009 super¨® por poco el 3%; los partidos pol¨ªticos aceptar¨¢n probablemente el plan despu¨¦s de un debate pol¨ªtico intenso, pero centrado en las consecuencias de la recesi¨®n y la crisis financiera para las rentas de los alemanes. La econom¨ªa espa?ola ha perdido el 20% de competitividad desde que se cre¨® el euro y el d¨¦ficit supera el 11%; la oposici¨®n (en especial el PP) no reconoce la p¨¦rdida de riqueza, ni el riesgo de insolvencia p¨²blica ni la necesidad de un ajuste. Rechazan con gesto crispado la aplicaci¨®n de un programa de austeridad de menor calado que el alem¨¢n, a sabiendas de que ser¨ªa la pol¨ªtica econ¨®mica que aplicar¨ªan en caso de gobernar, s¨®lo para socavar la credibilidad de los votantes en el Gobierno.
Otra lectura para Espa?a es que probablemente al plan de ajuste que hoy empieza a examinar el Ecofin habr¨¢ que a?adir nuevos recortes del gasto, porque Bruselas no conf¨ªa en la firmeza pol¨ªtica de Rodr¨ªguez Zapatero y de su equipo de gobierno, y que habr¨¢ que seguir el ejemplo alem¨¢n con subidas de impuestos (el FMI se?ala el IVA, gasolinas, tabaco y alcohol).
Ahora bien, la pol¨ªtica econ¨®mica europea (y global) se encuentra ante una grave contradicci¨®n. Si todos los pa¨ªses ajustan sus gastos de forma simult¨¢nea, no hay posibilidad de recuperaci¨®n europea (y global). El caso de Espa?a es un buen ejemplo: sus oportunidades de crecer v¨ªa comercio exterior disminuyen si Alemania frena el gasto. Los mercados de deuda parecen interpretar ahora que la concentraci¨®n temporal de los ajustes p¨²blicos limita el crecimiento (ya deteriorado en la coyuntura presente), y sin crecimiento no se pueden reforzar las finanzas p¨²blicas. En algunos pa¨ªses (como Espa?a) el crecimiento es la condici¨®n previa para que sus sistemas bancarios normalicen el cr¨¦dito. A los responsables pol¨ªticos se les deber¨ªa exigir una correcta distribuci¨®n de la austeridad, para que el remedio no termine siendo peor que la enfermedad, para los inversores y para todos los ciudadanos.
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