Otra Ley Electoral

He le¨ªdo con sumo inter¨¦s el art¨ªculo de Gaspar Llamazares publicado en EL PA?S el 7 de junio. Quiero manifestarle con estas l¨ªneas mi total acuerdo con ¨¦l en su denuncia de la actual Ley Electoral y las tremendas limitaciones de una democracia verdaderamente m¨¢s representativa.

Si queremos romper con el bipartidismo imperfecto es necesario, como Llamazares plantea, al menos dos cosas. Una, aumentar el n¨²mero de diputados a 400 y, otra, encontrar la mejor f¨®rmula, bien por restos, bien por cambio de las circunscripciones electorales, a otras f¨®rmulas m¨¢s representativas o la correcci¨®n de la actual Ley d'Hont, para superar el claro desfase entre la voluntad de los electores y el n¨²mero real de esca?os obtenidos aplicando la actual Ley Electoral. Evidentemente, no solo por IU, sino tambi¨¦n por aquellos partidos que aspiran leg¨ªtimamente a obtener una representaci¨®n electoral.

En todo el proceso electoral en ciernes que se nos viene encima, municipales, auton¨®micas y generales, muchos electores van a optar por el voto ¨²til hacia una de las dos grandes fuerzas o por la abstenci¨®n y el voto en blanco ante la seguridad de que el actual sistema electoral va a hacer con su voto lo que es, poco m¨¢s o menos, tirarlo a la papelera. ?Qu¨¦ votante se va a atrever ante las posibilidades de optar entre un partido que obtiene una sobrerrepre-sentaci¨®n o depositar su voto a un partido que tiene muy dif¨ªcil obtener una representaci¨®n proporcionalmente adecuada? As¨ª se cierra a cal y canto la posibilidad leg¨ªtimamente democr¨¢tica de la consolidaci¨®n de terceras fuerzas pol¨ªticas de car¨¢cter estatal o que surjan otras opciones pol¨ªticas con posibilidades de crearse un espacio electoral. El electorado no quiere ni puede permitirse el lujo de desperdiciar su voto.