?Ah, esos 30 segundos de gloria!
Andy Warhol habl¨® de los famosos 30 segundos de gloria que todos necesitamos alguna vez en nuestras vidas. Treinta segundos parecen pocos, pero yo un d¨ªa los cont¨¦ imagin¨¢ndome en una situaci¨®n gloriosa y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que pueden cundir mucho. Warhol fue muy generoso con el g¨¦nero humano y nunca pens¨® que tal necesidad se convertir¨ªa en una patolog¨ªa social. El otro d¨ªa vi por TV-3 bajar del avi¨®n que los tra¨ªa de Turqu¨ªa a Laura Arau y su compa?ero sentimental, Manuel Tapial; ya saben, los chicos que se montaron en un barco y desafiaron la paranoia militarista que se apoder¨® del actual Gobierno ultranacionalista israel¨ª.
Antes de seguir mostrar¨¦ mis cartas. Soy un defensor de Israel. Y comprendo que ese Estado quiera tener unas fronteras seguras. A diferencia de lo que sostiene Erdogan, el primer ministro turco, no me cabe ninguna duda de que Ham¨¢s es un grupo terrorista. Y como todo el mundo sabe, Ham¨¢s y el resto de los vecinos de Israel sue?an con arrojar alg¨²n d¨ªa a todos sus habitantes al mar: una manera de entender, desde Nasser hasta nuestros d¨ªas, la geopol¨ªtica de Oriente Pr¨®ximo. Ahora bien: tambi¨¦n defiendo un Estado palestino. Y cuanto m¨¢s r¨¢pido, mejor. Mejor para todos, para palestinos, israel¨ªes y para todos nosotros. Y deploro el actual Gobierno del se?or Netanyahu, sustentado por los sectores m¨¢s reaccionarios, delirantes y fundamentalistas de la ortodoxia religiosa hebrea.
Me sorprendi¨® ver el ¨¦xtasis dibujado en los rostros alegres de Laura y Manuel
Dicho esto, volvamos a los chicos. Dije que los vi bajar del avi¨®n, s¨ª, y me sorprendi¨® el efusivo recibimiento de que fueron objeto. Pero todav¨ªa me sorprendi¨® m¨¢s el ¨¦xtasis dibujado en sus rostros, en los rostros de Laura y Manuel. Tan alegres, tan radiantes y enfundados en una bandera palestina. Intent¨¦ encontrar algo que tuviera que ver con la impresi¨®n que tuvo que producirles ir en el mismo buque donde murieron nueve personas absurdamente tiroteadas por el ej¨¦rcito israel¨ª. Pero nada. Solo ¨¦xtasis. Esos 30 segundos de gloria. Escuch¨¦ luego sus declaraciones, tan precisas, con esa frialdad del forense cuando describe una lesi¨®n mortal. La pena segu¨ªa sin aparecer, el desgarro por las in¨²tiles p¨¦rdidas humanas. Laura y Manuel van a intentar regresar a Gaza de nuevo por mar. Espero que esta vez no les pase nada. Ni a ellos ni a nadie. Y espero que cuando regresen disimulen un poco mejor lo contentos que les pone viajar al coraz¨®n de la sinraz¨®n. A lo mejor 30 segundos de gloria bien valen un billete al infierno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.