"Un Mundial es muy f¨¢cil de ganar"
Pablo Forl¨¢n (Soriano, Uruguay; 64 a?os) forma parte de una de las sagas m¨¢s exquisitas de los Mundiales. El padre de su esposa, Juan Carlos Corazzo, dirigi¨® a la selecci¨®n celeste en el Mundial de Chile 1962. ?l mismo, defensa que hizo carrera en el Pe?arol, S?o Paulo y Cruzeiro, particip¨® en las ediciones de Inglaterra 1966 y Alemania 1974. Su reto?o Diego, El Cachabacha, el h¨¦roe del Calder¨®n, el delantero que devolvi¨® los t¨ªtulos al Atl¨¦tico, revive desde hoy las sensaciones que descubri¨® hace ocho a?os en Corea del Sur y Jap¨®n. "Formamos una generaci¨®n ¨²nica. ?Abuelo, padre e hijo dando guerra en las Copas del Mundo? ?Alguien da m¨¢s?", se emociona don Pablo, que solo deja de hablar para respirar.
"Contra Alemania, en 1966, nos anularon dos goles, expulsaron a dos... Fue un robo"
Pregunta. Muy pocas familias pueden decir lo mismo.
Respuesta. Tenemos una historia futbol¨ªstica muy arraigada. Los Mundiales corren por la sangre de nuestras venas. Es algo que te llena de orgullo. Pertenecer a esta estirpe, poder contar que he recorrido el mundo con Pe?arol, S?o Paulo, Cruzeiro, la selecci¨®n... Que mi hijo haya seguido el mismo camino me enorgullece. Para empezar, por lo saludable que es el deporte.
P. ?C¨®mo empez¨® todo?
R. Todo empez¨® con el abuelo, que jug¨® muchos a?os en Independiente. Form¨® la l¨ªnea media famosa de los a?os 30 junto a Ferr¨ª y Armi?¨¢n. Incre¨ªblemente, se dio que Diego fue a jugar all¨ª. Despu¨¦s fue t¨¦cnico m¨ªo en la selecci¨®n. Mi suegro fue dos veces campe¨®n de la Copa Am¨¦rica (1959 y 1967). Es el ¨²nico junto a Alfio Basile que puede decirlo.
P. ?Le puso alguna traba?
R. Particip¨¦ en la victoria de 1967. Los t¨¦cnicos que tuve siempre me dieron libertad. Yo era un lateral derecho de ataque. Me iba mucho arriba. Era un poco al estilo de Dani Alves. Apoyaba mucho a los delanteros con mis idas y venidas. Me proyectaba, trataba de llegar al fondo y centrar o lanzar la diagonal. Ten¨ªamos buenos cabeceadores que ganaban por arriba. As¨ª, con Pe?arol, fuimos campeones de Am¨¦rica y de la Copa Intercontinental.
P. La experiencia fue m¨¢s amarga en Inglaterra 1966.
R. Pasamos la primera fase y no nos dejaron llegar m¨¢s lejos. En los cuartos jugamos contra Alemania y Argentina contra Inglaterra. A nosotros nos arbitr¨® Finney, un brit¨¢nico, y a ellos un alem¨¢n. El tipo nos anul¨® dos goles: uno que peg¨® en el travesa?o y entr¨® m¨¢s de metro y medio y otro que el lateral izquierdo, Schnellinger, muy rubio y que jugaba en el Milan, sac¨® de debajo de los palos. Para colmo, nos expulsaron a Troche a los cinco minutos de la reanudaci¨®n y a Silva tras una entrada a Haller. Cuando no te dejan ganar... Perdimos por 4-0. Fue un robo. Nos sacaron vulgarmente de la casilla. Lo lamento por el t¨¦cnico, Andino Viera, un anciano dedicado, el inventor del 4-2-4 en Brasil.
P. ?No guarda ning¨²n momento agradable?
R. S¨ª, Bobby Charlton era muy fino. Comparar es dif¨ªcil en el f¨²tbol, pero lo har¨ªa con Di St¨¦fano. Era un estilista, t¨¦cnicamente depurado. Otro que me gust¨® fue Bobby Moore, un zaguero con exuberancia y prestancia. Los grandes equipos se caracterizaron y se armaron siempre desde atr¨¢s. Los cimientos de la casa tienen que ser firmes.
P. Qui¨¦n mejor para decirlo que un uruguayo.
R. Siempre fue as¨ª. Eso fue lo que nos llev¨® a ganar dos Mundiales y 14 Copas de Am¨¦rica. Somos tres millones de habitantes, ?como un barrio de S?o Paulo! Hay 200.000 ni?os de entre cinco y 12 a?os d¨¢ndole. As¨ª que alguno importante va a salir siempre. Caminas por Montevideo o el interior y ves las casitas de barrios pobres y est¨¢n todos jugando... Lo primero que hace el padre de un ni?o que nace var¨®n es ponerle una pelota en la cuna. Es su primer juguete. Por eso siempre sacamos un goleador, un portero, un lateral...
P. No les sirvi¨® de mucho en Alemania 1974.
R. A M¨¦xico 1970 no fui porque entonces ya jugaba fuera de Uruguay y lo normal es que fueran los que disputaban el campeonato local. En Alemania nos encontramos con una selecci¨®n que no conoc¨ªamos bien, Holanda. Sab¨ªamos m¨¢s del Ajax, que era la base de la naranja. Para m¨ª, su l¨ªder era Van Hanegem, un zurdo alto, espigado, de buen manejo de la pelota, que jugaba en la mitad de la cancha. Era el gran l¨ªder. Hablaba constantemente. Verles era hermoso, pero sintieron la presi¨®n ante Alemania, llena de veteranos. ?Nosotros? No rendimos lo que debimos. Quedamos los ¨²ltimos del grupo, en el que tambi¨¦n estaban Suecia y Bulgaria. Hab¨ªa muchos cracks y, bueno, cuando hay tantos pasan cosas. Muchas veces es mejor tener un grupo unido que muchas estrellas. No porque usted contrate grandes jugadores le van a garantizar ser campe¨®n. El f¨²tbol es de 11. Se precisa de todos, de buena t¨¦cnica, de luchadores que pongan temperamento y transmitan a los compa?eros...
P. Alg¨²n consejo le habr¨¢ dado a su hijo...
R. Ya le dije varias veces que el Mundial es el campeonato m¨¢s f¨¢cil de ganar. ?Mire lo que le digo, hay que tener argumentos para hacerlo! Y los tengo. Si acudes a un Mundial es porque te lo has ganado. Sin embargo, muchas selecciones no se dan cuenta de que solo siete encuentros te separan de ser campe¨®n. ?No hay campeonato en el mundo m¨¢s f¨¢cil! La Liga espa?ola son 38 partidos; lo mismo la inglesa, la italiana... Diego ya se lo ha metido en la cabeza.
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