Bienvenido al club
"Hoy m¨¢s que nunca tienes mi apoyo. Gobernar es esto. Tomar decisiones dif¨ªciles y duras". Con la revelaci¨®n ayer de este mensaje que Felipe Gonz¨¢lez le envi¨® el 13 de mayo, al d¨ªa siguiente de anunciar en el Congreso las medidas contra el d¨¦ficit, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero asum¨ªa la lecci¨®n que el ex presidente ven¨ªa recomend¨¢ndole, incluso p¨²blicamente, desde que la crisis se ense?ore¨® del pa¨ªs.
Lo revelador del asunto fue que el "bienvenido al club" de los gobernantes que adoptan medidas impopulares no lo enton¨® ayer Gonz¨¢lez, sino que fue Zapatero quien se le adelant¨® y, adem¨¢s, lo puso en valor, tras agradec¨¦rselo p¨²blicamente. Para ese momento, Gonz¨¢lez ya hab¨ªa criticado el retraso de los gobiernos europeos, y con ellos el de Espa?a, en adoptar medidas frente a la crisis.
Zapatero record¨® el papel de los sindicatos en las conquistas sociales. Gonz¨¢lez ni los mencion¨®
Aunque Zapatero y Gonz¨¢lez ya comparten club y ambos tuvieron mucho inter¨¦s en dejarlo claro ante el grupo de notables socialistas, reunidos en el Congreso, mantuvieron algunos matices diferenciales. Producto, sin duda, de la diferencia de veteran¨ªa en el club.
Tras acabar de superar con holgura una huelga de funcionarios y ante la expectativa de una huelga generalizada, Zapatero defendi¨® a los sindicatos y su papel en el logro de las conquistas sociales. Gonz¨¢lez actu¨® como el gobernante que sufri¨® varias huelgas generales, una de las cuales, la de 1988, estuvo a punto de dar al traste con su Gobierno. El ex presidente, cr¨ªtico durante la crisis con lo que pensaba que era excesiva dependencia de Zapatero de los sindicatos, ayer lo obvi¨®. Ni los cit¨® y, adem¨¢s, puso el acento en la mayor profundizaci¨®n de las reformas al reivindicar la "vinculaci¨®n de salario y productividad".
Gonz¨¢lez ejerci¨® como presidente del comit¨¦ de sabios europeos que es y centr¨® su intervenci¨®n en la crisis econ¨®mica y en las deficiencias de la respuesta de Europa. Zapatero no dej¨® pasar la oportunidad de disertar sobre las aportaciones del PSOE a la historia pol¨ªtica espa?ola -ampliaci¨®n de la democracia, educaci¨®n, medidas sociales y Europa- y sus valores republicanos, antes de entrar en las medidas frente a la crisis.
En las medidas a adoptar en esta fase de la crisis, Gonz¨¢lez y Zapatero coincidieron b¨¢sicamente en las tareas a abordar. Compitieron en sus cr¨ªticas a la in¨¦dita, comparada con los pa¨ªses de nuestro entorno, ausencia de colaboraci¨®n del PP con el Gobierno en la lucha contra la crisis. Pero Gonz¨¢lez estuvo m¨¢s agresivo y contundente: "Si [el PP] te ve la yugular, te ataca sin compasi¨®n. Vamos a taparnos la yugular y a trabajar", dijo, tras ironizar con el "admirable sentido patri¨®tico" del primer partido de la oposici¨®n.
Compartieron un mensaje esperanzador sobre la salida de la crisis. Gonz¨¢lez lo cifr¨®, sobre todo, en el dinamismo de la sociedad espa?ola y para ello ech¨® mano del retrovisor, de la comparaci¨®n entre la Espa?a que conoci¨® cuando se inici¨® en la pol¨ªtica y la de hoy. Como hizo una alusi¨®n a la "depre colectiva", Zapatero le respondi¨® que de "depre", nada. Arranc¨® algunos aplausos sin mucha convicci¨®n. Muy en su papel, expres¨® su creencia en que los sacrificios de hoy servir¨¢n para una mejor salida de la crisis. Ambos ejercieron el patriotismo de partido a fondo -"militancia pura y dura" y "disposici¨®n total" reclam¨® y se autoreclam¨® Gonz¨¢lez para los tiempos de crisis- y lograron un subid¨®n a la moral de la "depre" parlamentaria, al menos.
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