Gonz¨¢lez avala el ajuste de Zapatero pero pide m¨¢s
El ex presidente dice que es progresista "hablar de obligaciones y no s¨®lo de derechos" - El presidente abordar¨¢ la reforma de las pensiones
En tiempos de dificultad la familia debe mantenerse unida. Y Felipe Gonz¨¢lez considera al PSOE como una familia. Ayer quiso mandarle algunos mensajes claros y contundentes que entiende que el l¨ªder actual, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, no puede decir y que ¨¦l no quiere callar. Esta fue su "declaraci¨®n de principios". As¨ª comenz¨® ayer un acto muy especial, precedido de gran expectaci¨®n, y en el que se conmemor¨® mucho m¨¢s que el previsto centenario del grupo socialista en el Congreso de los Diputados.
Acudieron al sal¨®n de columnas de la C¨¢mara baja para escuchar a Felipe Gonz¨¢lez, en estos delicados momentos, parlamentarios socialistas de todas las ¨¦pocas. M¨¢s de 700 acreditados de todos los grupos parlamentarios de las legislaturas democr¨¢ticas y de diversas ejecutivas. En la mesa, a su lado, el actual presidente del Gobierno, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, flanqueado por el portavoz parlamentario, Jos¨¦ Antonio Alonso. Gonz¨¢lez no defraud¨® a nadie. "Cuando las cosas van bien al partido y al pa¨ªs, se puede permitir la distancia cr¨ªtica, cuando hay dificultad, militancia pura y dura", declar¨® antes de que sobreviniese un aplauso cerrado. En su intervenci¨®n, celebrada con entusiasmo por los presentes, muchos de ellos ex ministros de sus Ejecutivos, lanz¨® un mensaje n¨ªtido de apoyo a los ajustes de Zapatero.
Numerosos parlamentarios y dirigentes regionales reconocieron que ese aval y "la fuerza" con la que Gonz¨¢lez hab¨ªa pedido "la movilizaci¨®n" del partido para explicar las medidas del Gobierno, les hab¨ªa insuflado enormes dosis de moral.
Zapatero, adem¨¢s, desvel¨® que tras anunciar esas hist¨®ricas medidas de ajuste en el Congreso, las m¨¢s determinantes hasta ahora de su mandato, recibi¨® un mensaje telef¨®nico de Gonz¨¢lez en el que le expresaba su cercan¨ªa y su apoyo: "Esto es gobernar, tomar medidas duras", le escribi¨® en su sms. "Ha sido el mensaje m¨¢s afectuoso, de cercan¨ªa y cari?o que he recibido de Felipe desde que le conozco". M¨¢s aplausos de socialistas tan relevantes y felipistas como Javier Solana, Rosa Conde, Carlos Solchaga, Jos¨¦ Luis Corcuera, Jos¨¦ Barrionuevo, ?ngeles Amador, Virgilio Zapatero, Gregorio Peces-Barba. Nunca pensaron Jos¨¦ Antonio Alonso y el secretario general del grupo parlamentario, Eduardo Madina, que su idea de celebrar los cien a?os de la entrada de Pablo Iglesias en el Congreso, como primer diputado del PSOE un 10 de junio de 1910, tuviera el efecto de cohesi¨®n que provoc¨® la intervenci¨®n de Gonz¨¢lez.
Pero Gonz¨¢lez no se fren¨®: "Este gobierno de improvisadores acometi¨® los recortes antes que los dem¨¢s; antes que Francia, Italia, o Reino Unido". Gran deleite de Zapatero.
"Las medidas tomadas son un acto de responsabilidad, aunque eso s¨ª, reprocho que no las hab¨¦is explicado bien", se permiti¨® Gonz¨¢lez como ¨²nica cr¨ªtica. Lo dem¨¢s fue apoyo y consejos para que Zapatero siga adelante con las reformas del sistema financiero, del mercado laboral y del modelo productivo.
Hubo gestos de sorpresa cuando el ex presidente asegur¨® que es progresista "hablar de obligaciones y no s¨®lo de derechos". M¨¢s sorpresa cuando proclam¨®: "Hay que pedir que se trabaje m¨¢s y mejor y vincular el salario a la productividad". Este discurso en¨¦rgico y vibrante de Gonz¨¢lez contrast¨® con el m¨¢s lineal de Zapatero, ambos sin papeles. Aunque el actual presidente s¨ª dio a entender que ya ha puesto en marcha esas sugerencias de Gonz¨¢lez: reforma laboral, del sistema financiero y de las pensiones.
No dud¨® Gonz¨¢lez en acusar al PP de hacer una oposici¨®n "irresponsable". Los aplausos arreciaron cuando el auditorio escuch¨® lo que quer¨ªa o¨ªr. "La peor desgracia ser¨ªa dejar a Espa?a en manos del PP". En dos a?os se pueden hacer "muchas cosas", tantas como para que el PP siga en la oposici¨®n seis a?os m¨¢s, diagnostic¨® Gonz¨¢lez. Ahora bien, hay que sacudirse "la depre", aconsej¨®. "Felipe, de depre nada, estamos con m¨¢s fuerza y convicci¨®n que nunca", le respondi¨® Zapatero, sonriente pero contundente.
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