Populismo en auge

Confirmando los pron¨®sticos, la derecha liberal de Mark Rutte se ha impuesto por escaso margen en las elecciones celebradas en Holanda. A tan solo un esca?o quedan los socialdem¨®cratas del ex alcalde de ?msterdam, Job Cohen, y los restantes partidos incrementaron su apoyo a costa de los democristianos del hasta ahora primer ministro, Jan Peter Balkenende, el gran derrotado. Suben Los Verdes y los liberales de izquierda, pero, sobre todo, el populista y xen¨®fobo Partido de la Libertad, de Geert Wilders, hasta convertirse en la tercera fuerza pol¨ªtica del pa¨ªs, al pasar de 9 a 24 esca?os.

Los holandeses se han cobrado la factura de la crisis en la figura del ya ex primer ministro Balkenende, que abandona el Parlamento. El desmoronamiento de su partido, que ha perdido 20 esca?os, no es directamente atribuible al ascenso del Partido de la Libertad, pero se trata de una nueva advertencia a las democracias europeas. La crisis constituye un inmejorable caldo de cultivo para las opciones populistas y xen¨®fobas, pero su avance no puede aceptarse como una ley inexorable frente a la que no es posible ninguna respuesta. El partido de Wilders ha subido de forma espectacular, y puede ser incluso relevante para la formaci¨®n de una mayor¨ªa, aunque en principio, y a falta de que se cierren los acuerdos, tambi¨¦n podr¨ªa salir de una alianza de centro-izquierda.

Como su predecesor, el nuevo Gobierno holand¨¦s tendr¨¢ que seguir ocup¨¢ndose de la crisis, pero con la constancia fehaciente de que es un asunto capaz de hundir electoralmente a quien no consiga transmitir una sensaci¨®n clara de mejor¨ªa. Tambi¨¦n sabiendo lo que supone que un partido populista y xen¨®fobo encabece la oposici¨®n. La tentaci¨®n a la que cedieron otros Gobiernos en Europa fue considerar que este g¨¦nero de fuerzas planteaban las preguntas correctas, aunque ofrec¨ªan respuestas inaceptables. Repetidamente se ha demostrado que era un error: la agenda pol¨ªtica no puede quedar en manos de los populistas, sencillamente porque es la agenda que m¨¢s conviene a sus intereses, y solo a ellos.

Las invectivas del Partido de la Libertad contra la inmigraci¨®n o el islam contribuyen a crear chivos expiatorios para desahogar frustraciones, pero no a poner en pr¨¢ctica soluciones. En el supuesto de que el nuevo Gobierno se dejase arrastrar por ¨¦l, la crisis seguir¨ªa su curso y el Estado de derecho saldr¨ªa deteriorado.