Ir¨¢n: el mundo contiene la respiraci¨®n
El distanciamiento entre la sociedad iran¨ª y el r¨¦gimen de Ahmadineyad se hace m¨¢s patente cada d¨ªa. Mientras en Ir¨¢n se conmemora la muerte del im¨¢n Jomeini, la oposici¨®n celebra su primer debate 'online'
Hace un a?o, exactamente un a?o, que Mahmud Ahmadineyad rob¨® los votos de los iran¨ªes.
Hace un a?o, casi exactamente un a?o, que el pueblo de Teher¨¢n empez¨® a salir a la calle para expresar su c¨®lera, su insumisi¨®n, su esperanza en un futuro democr¨¢tico y en el cambio.
Y, la v¨ªspera de este ¨²ltimo aniversario, que, desgraciadamente, es tambi¨¦n el de la sangrienta represi¨®n que vino a continuaci¨®n, uno no sabe muy bien qu¨¦ desearles a las mujeres y los hombres de Ir¨¢n.
Por un lado, por supuesto, la mayor parte de las se?ales que nos llegan hablan de una sociedad abierta, viva, en ruptura con unos dirigentes desacreditados, y que nunca m¨¢s se reconocer¨¢ en una rep¨²blica isl¨¢mica necrosada, exang¨¹e.
El maquillaje femenino se concibe como arte de combate, y las cintas en la mu?eca, como desaf¨ªo al orden de los turbantes
Al¨ª Jamenei recuerda que "algunos de los que acompa?aron al im¨¢n de Par¨ªs a Teher¨¢n fueron ahorcados por traici¨®n"
El ¨²ltimo libro de Armin Arefi, por ejemplo, esa colecci¨®n de entrevistas, encuentros y cosas vistas en el Ir¨¢n de los blogueros intr¨¦pidos, los twitts rebeldes, el maquillaje de las mujeres concebido como arte de combate o las cintas de tela verde en la mu?eca como se?al de desaf¨ªo al orden de los turbantes, cuenta desde dentro (Cintas y turbantes, Ediciones Deno?l) un Ir¨¢n nuevo, alegre, tr¨¢gico -cuando tiene el rostro ensangrentado de Neda, Taraneh o Sorhab, v¨ªctimas, entre tantas otras, de la violencia de hace un a?o-, y que, lo repito, no volver¨¢ a someterse.
Y en cuanto a las perspectivas pol¨ªticas del movimiento, en cuanto a esa desuni¨®n de los insumisos que, como siempre, proporciona un ¨²ltimo aliento a los asesinos, quiero anunciar a quienes se entristecen por ella una noticia tal vez m¨¢s decisiva de lo que parece: el viernes pasado, la revista La R¨¨gle du Jeu -laregledujeu.org- acogi¨® la conferencia de prensa unitaria de los representantes de todos los matices de la oposici¨®n, el primer debate online entre personalidades tan diversas como el cineasta Mohsen Makhmalbaf; el fundador de la Ola Verde, Amir Jahanchahi; el kurdo Abdullah Mohtadi; el alma de la resistencia baluchi, Reza Hosseinbor; Hasan, el hijo del gran ayatol¨¢ Shariatmadari; el realista constitucional Mehrdad Khonsari; el portavoz del movimiento Verde, antiguo miembro fundador de los Guardianes de la Revoluci¨®n, Mohsen Sazegara; la militante por los derechos de las mujeres Mehrangiz Kar, y otros a los que no mencionar¨¦.
Pero, por el otro lado, hay que ser sordo para no o¨ªr el eco de la contramovilizaci¨®n que se prepara y de la que cabe suponer que, como la ¨²ltima vez, no dar¨¢ cuartel.
Hay que ser irresponsable -sordo y, por tanto, irresponsable- para no prestar o¨ªdos al mensaje dirigido por el r¨¦gimen cuando, el viernes pasado, vig¨¦simo primer aniversario de la muerte de Jomeini, ante una inmensa muchedumbre tra¨ªda desde las peque?as y medianas ciudades del Ir¨¢n profundo en 50.000 autocares especialmente fletados a tal efecto, el propio nieto del im¨¢n, Hasan Jomeini, conocido por sus simpat¨ªas progresistas, fue abucheado y, finalmente, obligado a abandonar el mausoleo bajo la protecci¨®n de sus guardaespaldas.
?Y c¨®mo ignorar las amenazas apenas disimuladas proferidas ese mismo d¨ªa, en uno de sus muy raros discursos, por el gu¨ªa supremo, Ali Jamene¨ª, durante el que evoc¨® los acontecimientos de 1979 para recordar que "algunos de los que acompa?aron al im¨¢n en el avi¨®n de Par¨ªs a Teher¨¢n m¨¢s tarde fueron ahorcados por traici¨®n"?
Hoy, m¨¢s que nunca, Ir¨¢n est¨¢ en una encrucijada de destinos.
La solicitud de manifestaci¨®n presentada para este 12 de junio por Med¨ª Karoubi, Mir Hosein Musav¨ª y los l¨ªderes de ocho asociaciones reformistas, significa dos cosas a la vez: que en esta ocasi¨®n la oposici¨®n no temer¨¢ tomar las calles, como el 11 de febrero pasado, aniversario del nacimiento de la Rep¨²blica Isl¨¢mica, y que los milicianos a sueldo del Ministerio del Interior estar¨¢n ah¨ª para, si es necesario, ahogar otra vez al movimiento en su propia sangre.
De forma que los amigos de Ir¨¢n, los partidarios de "?d¨®nde est¨¢ mi voto?" y de su insurrecci¨®n c¨ªvica y pac¨ªfica, los hombres y mujeres que, en Occidente, conservan celosamente en sus corazones la imagen de Neda, la joven de 26 a?os asesinada de un disparo a bocajarro por el miliciano basij Abbas Kargar Javid y convertida despu¨¦s en el s¨ªmbolo del Ir¨¢n libre, no tienen m¨¢s remedio, en el momento en que escribo estas l¨ªneas, que contener la respiraci¨®n, rezar si saben hacerlo, esperar, confiar y, adem¨¢s, decir a quienes, entre ellos, tienen alg¨²n ascendiente en Ir¨¢n, que el menor gesto, la menor palabra o silencio ser¨¢ escrutado con lupa por los protagonistas de un enfrentamiento que, sin la menor duda, si se desarrollara a puerta cerrada, terminar¨ªa en tragedia.
Aviso, pues para Barack Obama, cuyo extra?o mensaje de A?o Nuevo dirigido al mismo tiempo al r¨¦gimen y al pueblo iran¨ª constern¨® a sus admiradores en Teher¨¢n.
Aviso para los dirigentes europeos que han sabido emplear mejor que el presidente estadounidense el lenguaje de la firmeza, pero que, al parecer, a¨²n no han percibido el alcance de lo que se anuncia como "la" gran cita democr¨¢tica de este comienzo del siglo XXI.
Todos deben saber y, sobre todo, decir, que s¨®lo hay una salida posible para el impasse en el que Ahmadineyad intenta encerrar a su pa¨ªs y, con su pa¨ªs, al mundo: reforzar por todos los medios imaginables a las fuerzas hostiles al r¨¦gimen; que el pueblo iran¨ª derroque, tan pronto como sea posible, a ese r¨¦gimen que lo aterroriza. Entre los mul¨¢s y la guerra hay una tercera v¨ªa, una sola: la de la democracia.
Traducci¨®n de Jos¨¦ Luis S¨¢nchez-Silva.
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