"Aqu¨ª tenemos una escala de valores equivocada"
Si uno repara en el tostado intenso de la piel y en sus disculpas por haber llegado tarde a la cita ("A¨²n huelo a azufre"), se podr¨ªa especular con que ha estado en el mism¨ªsimo infierno. Nada m¨¢s lejos de la realidad. Viene de su particular para¨ªso. "Ya me he cansado de la cara que pone la gente cuando les explico que el moreno se debe a trabajar ocho horas en la vi?a. Ahora les digo que acabo de llegar de Ibiza y todos tan contentos". Alfonso Chac¨®n, de 50 a?os, entra en el restaurante repartiendo besos y abrazos. La elecci¨®n del lugar no es casual. Se trata de la casa de comidas de la familia de su socio en Bodegas Canopy, uno de sus negocios junto a un hotel en Toledo.
"T¨² c¨®rtame, que yo hablo mucho", avisa antes de que el camarero sugiera platos para compartir. Aunque este en¨®logo campechano e hiperactivo se considera ante todo un empresario, tambi¨¦n tiene su faceta solidaria con el proyecto Biciaventura. Un grupo de 14 personas hacen cada a?o un viaje en bicicleta por un pa¨ªs del denominado Tercer Mundo. La ruta es espartana: no llevan coches de apoyo, ni tiendas, ni gu¨ªas. "Solo nuestro saco, como peregrinos", explica.
Este bodeguero impulsa vacaciones solidarias. En el fondo, la "ayuda es para m¨ª"
Una vez que han decidido los pa¨ªses por los que van a pasar, buscan una ONG o a alg¨²n misionero espa?ol que lleve all¨ª alguna actividad y le preguntan en qu¨¦ pueden ayudarle. Despu¨¦s de esto, cada participante se compromete a recaudar un m¨ªnimo de 9.000 euros entre diferentes patrocinadores. Durante el viaje, inauguran oficialmente el proyecto en el que participan. "Solo colaboramos con organizaciones peque?as, porque sabemos en todo momento el destino de la inversi¨®n. El dinero que aportamos se gasta en productos y materiales locales para generar riqueza en la zona".
Mientras que la raci¨®n de sardinas la repartimos a partes iguales, el resto de platos, a medida que la conversaci¨®n va generando cierta confianza, los degustamos directamente de la fuente principal. "La ayuda solidaria me la dan ellos a m¨ª, y no yo a ellos. Me ense?an a ser m¨¢s humano, a comprender que en los pa¨ªses occidentales tenemos una escala de valores equivocada".
Este a?o han recorrido 1.600 kil¨®metros por Etiop¨ªa. Su colaboraci¨®n fue para la misi¨®n del padre ?ngel Olaran y ha servido para ayudar a 150 hu¨¦rfanos y para la concesi¨®n de 100 microcr¨¦ditos a mujeres solteras de la zona que se dedican a la ganader¨ªa y a la apicultura. Recordando este viaje, la emoci¨®n hace que algunas l¨¢grimas asomen en sus ojos. "Al llegar al orfanato, una ni?a se subi¨® en mi bicicleta, me cogi¨® la cabeza, me la gir¨® hacia su cara y me pregunt¨® si quer¨ªa ser su pap¨¢. Casi me caigo al suelo".
Mientras damos buena cuenta del morcillo, muestra su cara m¨¢s esc¨¦ptica. "La crisis ha supuesto una cura de humildad, pero creo que el materialismo de esta sociedad no tiene arreglo". ?l traslada esta visi¨®n pesimista al negocio bodeguero. "En los ¨²ltimos a?os, el mundo del vino ha vivido su particular burbuja. Muchos constructores llegaron a este sector como una etapa m¨¢s en su ascenso social. Sin embargo, acostumbrados a plusval¨ªas r¨¢pidas, no supieron entender que en este sector los retornos son a largo plazo".
Ya con el caf¨¦, la ilusi¨®n vuelve a su cara al hablar de Centroam¨¦rica, la pr¨®xima parada de Biciaventura.
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