Un lugar bajo el sol

En 30.000 metros cuadrados a la vera del r¨ªo Manzanares se debate estos d¨ªas el presente de la habitabilidad. El terreno privilegiado de Madrid R¨ªo, con vistas al Palacio Real y a la catedral de La Almudena, es un marem¨¢gnum de gr¨²as, esqueletos de futuras viviendas, camiones y gente trabajando a destajo. Falta menos de una semana para que arranque la competici¨®n Solar Decathlon Europe (se celebra del jueves 17 hasta el 27 de este mes), que bajo ese nombre poco preciso esconde una iniciativa loable: 17 equipos de universidades de siete pa¨ªses -seleccionadas previamente entre casi 800 candidaturas por un jurado internacional que incluye alg¨²n premio Pritzker- compiten por construir prototipos de casas que solo funcionan con energ¨ªa solar. De ah¨ª que su ubicaci¨®n no sea gratuita. Ese pedazo de Madrid R¨ªo tiene la mejor orientaci¨®n, porque estas casas que se alimentan del sol necesitan orientaci¨®n sur.

Hasta ahora, esta original carrera -en la que participan estudiantes de los ¨²ltimos a?os de Arquitectura o en el doctorado- solo se celebraba en EE UU, promovida por el departamento de Energ¨ªa, y ha cumplido cuatro ediciones. Su ubicaci¨®n, en Washington, es un espacio tan atractivo como el de Madrid, rodeado del Capitolio, el obelisco y la Casa Blanca. Pero la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid se empe?¨® en que tuviera una edici¨®n europea y aqu¨ª est¨¢ gracias a la ayuda del Ministerio de Vivienda, el Ayuntamiento de Madrid (que ha cedido el suelo), el Instituto para la Diversificaci¨®n y Ahorro Energ¨¦tico (una curiosidad: el mismo organismo que patrocina la selecci¨®n espa?ola de f¨²tbol) y el empuje del departamento de Energ¨ªa de EE UU. El presupuesto ronda los cinco millones de euros y a cada equipo le corresponden 100.000 euros, que, si no son suficientes, pueden completar con fondos de su bolsillo.

En medio de tablones, carretillas y contenedores sale pertrechado de casco y chaleco Torsten Masseck, un alem¨¢n reci¨¦n licenciado y jefe del equipo de la casa Low3, de la Universidad Polit¨¦cnica de Catalu?a. Una vivienda con acabado de virutas, la madera m¨¢s b¨¢sica, que sigue las reglas de un vivero. "Tratamos de adaptar las normas del vivero agr¨ªcola a una vivienda, de tal forma que su envolvente de policarbonato permita crear un microclima interior. Esto nos permite tambi¨¦n jugar con los espacios intermedios, con ventilaci¨®n y sombreado, que no consumen energ¨ªa". Masseck se resiste a ponerle un precio de mercado a esta innovadora casa de 75-80 metros ¨²tiles. Al final calcula 70.000 euros.

Las viviendas solares participantes tienen que superar 10 pruebas que suman 1.000 puntos. Se valorar¨¢, entre otras cosas, que tengan alta eficacia energ¨¦tica, que no solo se autoalimente, sino que genere energ¨ªa extra; que puedan construirse edificios en alturas que son m¨¢s sostenibles que la vivienda unifamiliar; la rapidez del montaje; la confortabilidad y la est¨¦tica.

La pregunta del mill¨®n. ?Estos prototipos de casas se pueden hacer realidad? "Estoy convencido de que s¨ª, no son ciencia ficci¨®n", sostiene Sergio Vega, profesor de la Polit¨¦cnica de Madrid y el director de todo este tinglado. "Estos prototipos se pueden hacer ya, todos los sistemas est¨¢n disponibles en el mercado, no inventamos nada, simplemente mezclamos materiales de forma diferente para que sean m¨¢s eficientes energ¨¦ticamente". El profesor hace un c¨¢lculo real de lo que se puede ahorrar en una casa si se realizan algunos cambios. "Por ejemplo, mejorar el aislamiento cambiando el cerramiento de la puerta y ajustando las ventanas se puede ahorrar hasta un 40% de la energ¨ªa; si se utiliza una caldera para el agua bien reglada supone un 15%, y si adem¨¢s ponemos paneles solares que producen agua caliente y energ¨ªa es otro 30%. Claro, que para esto es importante que desde el Gobierno haya incentivos para que se pueda recuperar la inversi¨®n en cinco o 10 a?os".

De momento, este espect¨¢culo en Madrid R¨ªo, abierto al p¨²blico a partir del 18, entrada libre (www.sdeurope.org) y que ofrecer¨¢ visitas guiadas a las viviendas, talleres, foros y mesas redondas, ayudar¨¢ a alcanzar tres objetivos necesarios para que la sostenibilidad sea algo m¨¢s que un adjetivo de moda: difundir conocimiento y tecnolog¨ªa, convencer al mercado y sensibilizar al usuario.

El montaje, mientras, contin¨²a. Cada equipo cuenta con 10 d¨ªas para levantar su casa solar. Algunas, las dos americanas, llegaron ya montadas. La Lumenhaus, de la Universidad Polit¨¦cnica de Virginia, un mastodonte de casi cinco metros de ancho por 12 de largo, lleg¨® envuelta en pl¨¢stico, primero en barco y luego, desde Santander, viaj¨® por carretera durante cuatro d¨ªas.

Manuel Medina es un cacere?o de 25 a?os que estudia en la Universidad de Sevilla. Se enter¨® de esta competici¨®n por Internet; ya conoc¨ªa la de Washington. "Cuando supe que ven¨ªa a Madrid no dud¨¦ en apuntarme". Ah¨ª est¨¢, luchando con los materiales para levantar una casa, Solarkit, en la que cada pieza es un mueble.

?Y el premio? "Llegar hasta aqu¨ª ya es una especie de premio", dice entusiasta Medina. El director de la competici¨®n apela tambi¨¦n a algo mucho menos prosaico que el trofeo de vidrio sin valor que se otorga: el premio es la gloria, el prestigio.