El equipo de Gokhan

Todos los equipos que han primado el orden defensivo sobre la posesi¨®n del bal¨®n han girado alrededor de un mediocentro capaz de hilar lo grueso y lo fino. La historia de los Mundiales recoge algunos ejemplos ilustres. Brasil con Mauro Silva en 1994, Francia con Deschamps en 1998 e Italia con De Rossi en 2006 son casos muy recordados porque acabaron alzando la Copa. Fueron modelos de ¨¦xito imitados por grandes y peque?os. La selecci¨®n de Suiza que se medir¨¢ a Espa?a esta tarde en Durban es un equipo con limitaciones importantes, pero responde al esquema porque cuenta con el hombre indicado para activarlo y darle coherencia. Se llama Gokhan Inler.

"Inler debe ser nuestro l¨ªder", dijo el alem¨¢n Ottmar Hitzfeld, seleccionador suizo, en la convicci¨®n de que, sin centrales de jerarqu¨ªa, le resultar¨ªa imprescindible contar con un volante que tuviera car¨¢cter y panorama. Inler le respondi¨®. Cuando fich¨® por el Udinese, hace dos temporadas, lo primero que dijo es que no pod¨ªa calificarse: "No s¨¦ qu¨¦ clase de jugador soy en este momento. Lo veremos en los entrenamientos". Con el tiempo demostr¨® que su timidez era, si no fingida, una forma de cortes¨ªa.

De origen turco, creci¨® jugando junto con una multitud de hijos de inmigrantes

"Suiza se basa y se construye alrededor de Fernandes y ¨¦l", advierte Del Bosque

"Le conozco desde los ocho a?os y puedo asegurar que Gokhan siempre estuvo obsesionado con ser un jugador profesional", dijo la semana pasada el turco Suleiman Nagos, que regenta uno de los 20 restaurantes de kebab de la peque?a localidad suiza de Poltsen; "Nunca le he visto beber otra cosa que no fuera zumo y agua mineral". El restaurador empez¨® regal¨¢ndole arrollados de kebab cuando era un ni?o y, con el tiempo, acab¨® convertido en su amigo ¨ªntimo. Con ocho a?os, le vio ingresar en el Poltsen junto con una multitud de hijos de inmigrantes turcos como ¨¦l. Solamente Inler llegar¨ªa lejos.

Crecer en una comunidad de inmigrantes no le impidi¨® desarrollar sus habilidades en las pistas, como la mayor¨ªa de los suizos. Adem¨¢s del f¨²tbol, la gran pasi¨®n de Inler es el snow blade, una variedad de esqu¨ª que se practica sobre tablas cortas. "Los esqu¨ªs son demasiado largos y con el snowboard me fue mal porque romp¨ª la primera tabla que tuve", dice.

La profesi¨®n lo llev¨® al otro lado de los Alpes, a Udine, donde ha conseguido establecerse como un jugador importante. Los hinchas suizos le comparan con el hispano-brasile?o Marcos Senna. Por su cr¨¢neo rasurado, por la piel parda y por esa manera de caminar por la cancha como si pudiera recorrer todas las sendas del pase con los ojos cerrados. En Italia aseguran que la Juve, en busca de un mediocentro m¨¢s fiable que Felipe Melo, sigue sus progresos. Ven en este suizo al hombre capaz de imponer orden, robar balones, hacer faltas cada vez que sea necesario, aclarar las jugadas con su pase y, eventualmente, terminarlas con un tiro desde 20 metros. Tambi¨¦n ven un punto aguerrido, casi violento, que le ayuda a hacerse respetar.

El seleccionador espa?ol, Vicente del Bosque, no tard¨® en detectar que estaba ante el futbolista que marcar¨ªa la pauta en el juego del equipo rival: "Suiza se basa en una pareja de mediocentros, que son Inler y Fernandes. Alrededor de ellos se construye el equipo".