Todav¨ªa no es suficiente
Bruselas pide un ajuste adicional en 2011, a pesar de que la austeridad retrasar¨¢ la recuperaci¨®n
A nadie debe extra?ar que la Comisi¨®n Europea (CE) siguiera ayer estrictamente el gui¨®n previsto en la verificaci¨®n de las medidas de ajuste propuestas por Espa?a para reducir el d¨¦ficit p¨²blico desde el 11,2% del PIB en 2009 al 9,3% en 2010, el 6% en 2011 y menos del 3% en 2013. La Comisi¨®n respalda el plan espa?ol de austeridad y frena el procedimiento de sanci¨®n abierto por d¨¦ficit excesivo, pero advierte que las decisiones de ahorro previstas para el a?o que viene pueden ser insuficientes. Pide que se especifiquen las medidas que limitar¨¢n el techo del gasto p¨²blico para el a?o pr¨®ximo, que equivalen a un recorte a?adido del 1% del PIB y una reducci¨®n adicional del d¨¦ficit equivalente al 0,75% del PIB. Ni siquiera falt¨® en la recomendaci¨®n un recordatorio a la reforma laboral y la llamada a la reforma de las pensiones, que es la cuenta pendiente de Espa?a con Bruselas.
La Comisi¨®n tampoco se olvid¨® de desmentir que se est¨¦ preparando un plan de rescate financiero para Espa?a, un rumor que se extendi¨® el lunes como reguero de p¨®lvora a partir de imprecisas informaciones de medios de comunicaci¨®n alemanes y que la canciller Angela Merkel no quiso o no acert¨® a desmentir con rotundidad. La especulaci¨®n informativa puede da?ar irremisiblemente a las econom¨ªas que atraviesan por dificultades de ajuste coyuntural. El sistema bancario espa?ol es m¨¢s s¨®lido y est¨¢ mejor provisionado que el brit¨¢nico, el franc¨¦s o el alem¨¢n; las empresas espa?olas tienen activos s¨®lidos para soportar una recesi¨®n; la tasa de ahorro en Espa?a es muy superior a los casos de otros pa¨ªses en dificultades, con quien frecuentemente se la compara; el Estado tiene un amplio recorrido de subida impositiva y el plan para reducir el d¨¦ficit tiene el aval de la CE. No hay razones objetivas para mantener a la econom¨ªa espa?ola en una espiral de reticencias. Sobre todo cuando se observa que Espa?a, como otros pa¨ªses de la UE, est¨¢ atrapada en la contradicci¨®n del ajuste obligado que obstaculiza el crecimiento necesario para reducir el d¨¦ficit.
La evaluaci¨®n comunitaria de la pol¨ªtica espa?ola contra el d¨¦ficit parece ser la resultante de dos fuerzas contrarias. Por una parte, se acepta que la voluntad pol¨ªtica de austeridad es aut¨¦ntica (no habr¨¢ trampas contables en su aplicaci¨®n) y factible; por la otra, se observa una tendencia a la imprecisi¨®n en la descripci¨®n de las medidas de ahorro y se recuerda la torpeza de enviar a Bruselas un cambio en el periodo de c¨®mputo de las pensiones, crucial para reforzar la solvencia del sistema, que despu¨¦s fue retirado. Las dudas jur¨ªdicas del Gobierno sobre la reforma laboral tampoco ayudan: que se tramite a trav¨¦s de un decreto o proyecto de ley no es pretexto para retrasar su aprobaci¨®n.
La Comisi¨®n ha ratificado lo que ya era plausible: el Gobierno tendr¨¢ que dar otra vuelta de tuerca al gasto para 2011 y considerar nuevas subidas impositivas. Zapatero tiene la oportunidad de superar el mero recorte y reestructurar en profundidad el gasto de las Administraciones p¨²blicas.
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