"La gente espera sinceridad en tiempos de crisis"

Stanley Greenberg -cabello plateado, gafitas redondas, sonrisa p¨ªcara, mirada inteligente- naci¨® en Filadelfia en 1945 en el seno de una familia jud¨ªa. No es, sin embargo, seguidor de la dieta kosher, as¨ª que no le hace ascos al jam¨®n de Jabugo que Lucio coloca en el centro de la mesa -regalo de la casa- cuando se entera de que el norteamericano ha escogido este restaurante por consejo de Bill Clinton. "Clinton, mi amigo", dice Lucio, y aunque no habla ni papa de castellano, Greenberg aprueba complacido porque eso lo ha entendido... y lo comparte.

Greenberg es un genio mundial en ese oficio que los norteamericanos llaman pollster y que consiste en mucho m¨¢s que hacer e interpretar encuestas; tambi¨¦n, y sobre todo, en asesorar a pol¨ªticos en asuntos de t¨¢ctica y estrategia. "Ahora bien", cuenta, "cuando tengo que rellenar un formulario y se me pregunta por mi trabajo, escribo 'hombre de negocios'. Los asesores tenemos mala imagen, cual si fu¨¦ramos Rasputines".

El asesor de Clinton y Mandela augura otro mandato a Obama por m¨¦ritos propios

Greenberg, que se define como socialdem¨®crata -"aunque solo en Europa porque en Estados Unidos eso no se entiende"-, estudi¨® a fondo el ¨¦xito de Ronald Reagan y lleg¨® a la conclusi¨®n de que los progresistas deber¨ªan presentarse como adalides de las clases trabajadoras y medias y usar, por qu¨¦ no, t¨¦cnicas de comunicaci¨®n populistas. ?l y su amigo James Carville pusieron en pr¨¢ctica esas teor¨ªas, y con tremendo ¨¦xito, en el llamado War Room de la campa?a electoral de Clinton en 1992. Pero ?fue Clinton un progresista? "S¨ª en asuntos de raza y de derechos civiles", responde raudo, "no tanto en materia econ¨®mica". Luego Greenberg asesor¨®, de nuevo con ¨¦xito, a Tony Blair, del que se distanci¨® cuando la guerra de Irak. ?Por qu¨¦ Blair se enfang¨® en tal disparate? "Creo que por motivos religiosos. Tras el 11-S le posey¨® un aut¨¦ntico fervor cristiano".

Picoteando unas gambas al ajillo, Greenberg confirma que le une una gran amistad con Rahm Emanuel, el jefe de Gabinete de la Casa Blanca, aunque afirma que Fox News exagera su influencia en el actual c¨ªrculo presidencial. "Me presentan como el gur¨² en la sombra de Obama y no es cierto". Eso s¨ª, cree que Obama est¨¢ siendo un "excelente presidente progresista" y que ser¨¢ reelegido en 2012, "tanto por m¨¦ritos propios como porque el Partido Republicano se ha convertido en una secta conservadora extremista".

Greenberg participa hoy en un debate organizado por la Fundaci¨®n Ideas en la Asociaci¨®n de la Prensa de Madrid, y en los pr¨®ximos d¨ªas en el Encuentro Internacional de Comunicaci¨®n Pol¨ªtica convocado por la asociaci¨®n ACOP en Bilbao. R¨ªe cuando se le pregunta si es posible comunicar bien en ¨¦pocas de crisis. "Es dif¨ªcil", dice. "En todo caso, lo que la gente pide de sus l¨ªderes en tiempos como los actuales es que sean honestos, que digan la verdad por dura que sea. El respeto al electorado es la clave: cuanto m¨¢s franco sea un pol¨ªtico mejor".

Lucio se acerca al rinc¨®n Severo Ochoa de su restaurante para ver si el amigo de Clinton y el periodista van bien. Y s¨ª, van bien. A la hora del caf¨¦ hablan de Mandela, al que Greenberg tambi¨¦n asesor¨® durante su presidencia. "Es el pol¨ªtico que m¨¢s admiro", dice. "Me impresion¨® su humildad: parec¨ªa que le estabas haciendo el honor de tratar con ¨¦l cuando obviamente era al contrario. Y nunca he visto a nadie con tal capacidad para conectar con su pueblo".