A m¨¢s Domenech, m¨¢s tortura
Francia asume un desastre anunciado desde la Eurocopa
La popularidad de Raymond Domenech est¨¢ muy por debajo de la de Nicolas Sarkozy, sobre todo desde la derrota de Francia contra Espa?a en Par¨ªs por 0-2, en marzo pasado. Los aficionados abuchearon de forma ostensible y ruidosa a su t¨¦cnico. Aquel partido confirm¨® que la anunciada renovaci¨®n de les bleus, despu¨¦s de su eliminaci¨®n de la Eurocopa de 2008, no se hab¨ªa cumplido. Nada bueno pod¨ªa aguardar al equipo en la Copa del Mundo de 2010. La propia Francia dej¨® de creer en un seleccionador y un equipo desacreditados en Europa.
Figuras del calado de Aim¨¦ Jacquet y Michel Platini procuraron revertir la situaci¨®n con declaraciones optimistas. "No demos tanta importancia al entrenador y s¨ª a los jugadores", convinieron ambos antes de enfrentarse a Uruguay y M¨¦xico. Acabados los dos partidos sin marcar un solo gol, con un empate y una derrota, y con muy pocas posibilidades de tener acceso a los octavos de final, los franceses asumen que la eliminaci¨®n no dejar¨¢ de ser "la cr¨®nica de un desastre anunciado". Hoy ya no solo se habla de Domenech, sino que a los jugadores tambi¨¦n se les tiene por unos "impostores" y se suceden las bromas: "Allez les bleus: go home!".
Al t¨¦cnico le sustituir¨¢ el renombrado Blanc, un cambio dr¨¢stico para una revoluci¨®n
Aunque gane su partido contra Sud¨¢frica, Francia quedar¨¢ eliminada si Uruguay y M¨¦xico empatan en su enfrentamiento, una situaci¨®n demasiado golosa para que no se d¨¦, m¨¢xime despu¨¦s de que los aficionados recuerden a diario que si los franceses se clasificaron para la fase final fue por una jugada con la mano de Henry en el partido contra la Rep¨²blica de Irlanda. Los irlandeses piensan que Francia se lo tiene bien merecido por tramposa. Las jugadas m¨¢s discutidas, como el gol del mexicano Chicharito Hern¨¢ndez, se pitan todas ahora contra el plantel de Domenech.
Nadie tiene piedad con Francia, ni llora sus penas ni su posible eliminaci¨®n. Ni siquiera Franz Beckenbauer, que ayer calific¨® de "indigna" la actuaci¨®n de Francia ante M¨¦xico (2-0): "Los franceses suponen para m¨ª la mayor de las decepciones del Mundial. La imagen que han ofrecido no es la que se merece una Copa del Mundo. Lo que m¨¢s me sorprendi¨® fue la manera como se abandonaron y salieron del partido. Nadie se rebel¨®". Francia acept¨® la derrota contra el equipo de Javier Aguirre como un hecho irremediable. Nunca tuvo fe en la remontada ni se sinti¨® como un equipo tras su fracaso en la Eurocopa. Ni su condici¨®n de subcampeona mundial actu¨® como generador de ilusi¨®n o defensor de su estatus.
Retirado Zidane, Domenech no ha sabido armar un equipo ni tampoco encontrar un estilo de juego v¨¢lido para afrontar el partido m¨¢s banal. Antes de comenzar el torneo, Platini aventur¨®: "Estamos lejos de los mejores". El problema es que ahora Francia est¨¢ cada vez m¨¢s cerca de los peores.
No se sabe muy bien a qu¨¦ juega Domenech porque siempre se queda a mitad de camino de sus promesas, siempre se desdice de decisiones que se anuncian como capitales, siempre sorprende. Al finalizar la Eurocopa, se esperaba que anunciara su dimisi¨®n y anticip¨® su boda. Despu¨¦s aventur¨® que la derrota favorecer¨ªa una revoluci¨®n para el Mundial y, a la hora de cantar la lista, prescindi¨® del delantero madridista Benzema, as¨ª como de Ben Arfa o Nasri. A cambio, reclut¨® a Anelka y Henry. Contra Uruguay apost¨® por Gourcuff como si fuera el heredero de Zidane y Platini y al siguiente encuentro, ante M¨¦xico, le dej¨® en el banquillo para dar entrada a Malouda y hacer de Rib¨¦ry el nuevo l¨ªder del equipo.
No hay buena convivencia en la concentraci¨®n. Los jugadores se reparten en distintos grupos y unos se llevan mal con otros sin que Domenech d¨¦ con el punto de inflexi¨®n. Los aficionados parecen aguardar cuanto antes el cambio de seleccionador y tambi¨¦n de pol¨ªtica deportiva. A t¨¦cnicos oficialistas como Jacquet, Houllier, Santini o Domenech, gente de aula y pedag¨®gica, les sustituir¨¢ un futbolista de renombre internacional como Laurent Blanc. Un cambio dr¨¢stico para una revoluci¨®n.
Desenfocada ofensivamente, est¨¦ril en los ¨²ltimos cuatro partidos -"no cont¨¦ un tiro a porter¨ªa", repite Zidane-, Francia perdi¨® tambi¨¦n su capacidad para defenderse contra un equipo rejuvenecido como M¨¦xico. Ni siquiera Lloris, seguramente uno de los mejores porteros, pudo contrarrestar las pifias de sus zagueros. Ni ambici¨®n para atacar ni serenidad para mantener la dignidad de una selecci¨®n campeona mundial y europea en su d¨ªa y hoy despersonalizada. Ahora acostumbra a ser portada por sus derrotas o por los pleitos de sus jugadores, envueltos en sucesos de diferente tipo, siempre vedettes.
Ning¨²n caso ilustra mejor la situaci¨®n que Henry. El delantero franc¨¦s ha completado una temporada desastrosa en el Barcelona -solo ha marcado tres goles- y su comportamiento provoc¨® m¨¢s de un bufido en el vestuario despu¨¦s de advertir que ¨²nicamente estaba dispuesto a jugar de delantero centro. No regres¨® al equipo y, a cambio, se felicit¨® de poder disputar el Mundial en mejores condiciones. Domenech no le ha dado bola, de manera que se qued¨® de nuevo a mitad de camino: sin apostar por Henry, poniendo y quitando a Gourcuff, jugueteando con Anelka y Rib¨¦ry.
A Francia no le ha quedado, de momento, m¨¢s remedio que refugiarse en su hotel de cinco estrellas, cercano al oc¨¦ano ?ndico; aguardar que escampe la tormenta y afrontar con esperanzas el partido contra Sud¨¢frica y los resultados de la ¨²ltima jornada. El problema es que no se adivina a nadie capaz de forzar la catarsis y rogar para el milagro. Algunos analistas franceses conclu¨ªan ayer: "Que se acabe ya la tortura".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.