Paleontolog¨ªa en el S¨®nar
Roxy Music muestra un adn de otra era en el arranque de la ¨²ltima noche del festival
No hace falta extraer adn de un f¨®sil cuando la especie que se desea clonar a¨²n tiene individuos vivos. Se hacen llamar Roxy Music y ayer reaparecieron en el S¨®nar, un festival avanzado que ayer mir¨® deliberadamente en su retrovisor para encontrarse con fantasmas que, ¨¦stos s¨ª, son de otra ¨¦poca. La banda de Bryan Ferry, milagrosamente ausentes las canas de su cabello, ofreci¨® un concierto que al menos en su arranque son¨® anacr¨®nico, vestigio de ¨¦pocas en las que la m¨²sica era de otra manera.
De forma paralela a la triste resurrecci¨®n de Roxy Music, muchos m¨²sicos en escena para unos arreglos tristes y caducos, el cantante de Sigur R¨®s, J¨®nsi, present¨® sus canciones en el escenario Pub. Las mismas atm¨®sferas de g¨¦lido celof¨¢n que caracterizan al grupo se rehicieron con J¨®nsi, quien pilot¨® un concierto bastante m¨¢s brioso que los que conduce con el grupo que le ha dado la fama. Canciones en¨¦rgicamente delicadas, con altibajos emocionales y de apariencia asexuada que al menos resultaron est¨¦ticas. La belleza de la frialdad que no quiere helar, podr¨ªa decirse.
Todo lo contrario de lo que ocurri¨® en la tarde durante la ¨²ltima sesi¨®n de S¨®nar diurno, donde rein¨® el calor gracias a la vitam¨ªnica actuaci¨®n de Bomba Est¨¦reo, una formaci¨®n colombiana que se hizo reina del Village y por extensi¨®n de la tarde del s¨¢bado. Su paso por escena result¨® estimulante y record¨® que el festival no olvida la tradici¨®n. As¨ª lo entendi¨® el p¨²blico, que con la alegr¨ªa esculpida en el rostro decidi¨® dislocarse bailando con la propuesta de Bomba Est¨¦reo, un mejunje a base de cumbia, ritmos populares como la champeta, psicodelia y un toque de electr¨®nica. Potencia expresiva, convicci¨®n, fiesta y alegr¨ªa para bailar como antes, con ritmos que vienen de muy lejos y viajan con la sangre.
Por su parte, la noche del viernes result¨® entretenid¨ªsima al poner en escena propuestas muy estimables y variadas. Por ejemplo fue posible seguir casi de forma simult¨¢nea los conciertos de LCD Soundsystem y de Flying Lotus. Mientras el primero arrasaba con la tabarra ochentera de sus ritmos cuadrados inspirados en el funk y tocados con el br¨ªo del rock y de la electr¨®nica m¨¢s reiterativa, el segundo mostraba su incre¨ªble capacidad para organizar el caos de m¨²ltiples estilos, sonidos y texturas en pos de un salvajismo de aspecto extremo que pese a ello no omiti¨® una pieza de Weather Report convenientemente descuajeringada. No menos divertidos, en el sentido m¨¢s l¨²dico del t¨¦rmino resultaron Sugarhill Gang, protagonistas de un concierto simp¨¢tico y extrovertido que orill¨® cualquier idea de decrepitud. De igual manera, Richie Hawtin, escondido bajo el alias de Plastikman, incorpor¨® voces de ultratumba y sonidos oscuros a un set bailable de bombo aplicado con metr¨®nomo y sin piedad. Hubo donde escoger y todas las opciones acabaron resultando interesantes o, en el peor de los casos entretenidas. Quiz¨¢s ello explique que sin contar la jornada de ayer s¨¢bado, el S¨®nar ya haya alcanzado las 50.000 visitas.
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