Historia de una cara 'Cabeza'
Un coleccionista asi¨¢tico compra por 43 millones una de las pocas esculturas de Modigliani - La obra se exhibi¨® en el Sal¨®n de Oto?o de Par¨ªs de 1912
Cuando Amadeo Modigliani esculpi¨® su Cabeza, viv¨ªa en Mont-parnasse, un barrio que comenzaba a poblarse de artistas sin un franco a la busca de talleres amplios tirados de precio. Seguramente la piedra arenisca de la que la extrajo la adquiri¨® tambi¨¦n a buen precio en las obras que por entonces rodeaban su barrio, en plena expansi¨®n urban¨ªstica por entonces gracias a una nueva l¨ªnea de metro. Corr¨ªa 1911 o 1912 y el artista de origen italiano de 27 a?os ya se hab¨ªa distinguido por su afici¨®n al hach¨ªs, al brandy, a las mujeres, a los pintores del Renacimiento y al grupo de amigos que rodeaba a Pablo Picasso. Tambi¨¦n por una tuberculosis contra¨ªda de ni?o que acabar¨ªa por matarle, tras una vida de excesos legendarios y miseria real.
El artista se inclin¨® por la pintura para evitar da?ar su maltrecha salud
El lunes, esa misma Cabeza, casi cien a?os despu¨¦s de que Modigliani la esculpiera, fue subastada en la sala principal de Christie's, en Par¨ªs, a unos pocos kil¨®metros al norte de Montparnasse. El precio al que fue adjudicada constituye, por ahora, el r¨¦cord de cualquier obra art¨ªstica subastada en Francia: 43 millones de euros. El encargado de dirigir la subasta fue el presidente de Christie's en Francia, el elegante Fran?ois de Ricql¨¨s, que ya se ocup¨®, hace m¨¢s de un a?o, de manejar la maza en la subasta, en el Grand Palais, de los tesoros art¨ªsticos almacenados a lo largo de toda su vida por el modisto Yves Saint Laurent y su pareja, Pierre Berg¨¦.
En el caso de la Cabeza, la sesi¨®n fue el¨¦ctrica. Con un precio de salida de 4 millones de euros, pronto una quincena de personas comenzaron a pujar. A los 25 millones de euros, solo quedaban tres compradores, al tel¨¦fono: un americano, un europeo y un asi¨¢tico. Con pujas a raz¨®n del mill¨®n de euros por mazazo, se enzarzaron en una batalla que dur¨® cerca de 10 minutos y que acab¨® ganando el comprador asi¨¢tico, que prefiri¨®, como ocurre con frecuencia, quedar en el anonimato.
Para ¨¦l ser¨¢ esta Cabeza con influencias africanas y cl¨¢sicas a la vez, que cuenta con la firma del artista en la nuca, que se expuso en el famoso Sal¨®n de Oto?o de Par¨ªs de 1912 (tambi¨¦n en el Grand Palais), en la sala dedicada al arte cubista y que formaba parte de un conjunto de cuatro obras parecidas que Modigliani bautiz¨® como "conjunto decorativo". Modigliani, seg¨²n algunos historiadores, las ilumin¨® con velas, para insuflarles as¨ª un aura casi religiosa.
Su rareza, su originalidad y su perfecci¨®n art¨ªstica justifican su precio, seg¨²n Anika Guntrum, directora del departamento de Impresionismo y Arte Moderno de Christie's. "No es ninguna insensatez", a?ade. Guntrum recuerda que en el mundo solo existen 27 esculturas de Modigliani, la mayor¨ªa repartidas en museos. "?l se consideraba, sobre todo, un escultor. Y si tuvo que abandonar la escultura poco despu¨¦s de haber concebido la Cabeza fue porque el polvo desprendido de la piedra cuando trabajaba con el cincel le perjudicaba mucho su ya de por s¨ª maltrecha salud". As¨ª, la tuberculosis que le persigui¨® desde la infancia y que le iba a atrapar definitivamente a los 36 a?os, le oblig¨® a centrarse en la pintura.
Se sabe que la Cabeza fue expuesta en el taller del artista portugu¨¦s Souza Cardoso, amigo de Modigliani, que alguien la compr¨® a principios de la d¨¦cada y que fue revendida dos veces. Que en 1927, cuando ya Modigliani llevaba siete a?os muerto, fue subastada y comprada por Gaston L¨¦vy, mecenas, coleccionista, amigo de artistas, hombre de negocios y uno de los fundadores de la popular y exitosa cadena francesa de grandes almacenes de ropa Monoprix. En sus manos y en las de sus herederos hab¨ªa permanecido hasta ahora.
Mientras, se agigantaba la leyenda bohemia y la fama art¨ªstica de Amadeo Modigliani, que vivi¨® deprisa, que encontr¨® una manera ¨²nica de pintar, que a veces para pagar facturas se vio obligado a vender retratos elaborados a toda prisa en la calle y que a lo largo de su vida solo logr¨® exponer en solitario una vez con consecuencias desastrosas: la galer¨ªa que acogi¨® su obra se encontraba frente a una comisar¨ªa y la pudibunda polic¨ªa de entonces la cerr¨® a causa de las protestas de los vecinos, que se quejaron de los cuadros llenos de desnudos femeninos.
Morir¨ªa en 1920, en el hospital de la Caridad, en Par¨ªs. Jeanne H¨¦bouterne, su prometida, la madre de su hija, se suicid¨® al d¨ªa siguiente lanz¨¢ndose al vac¨ªo desde una ventana. Estaba embarazada de ocho meses. Solo la hija, Jeanne Modigliani, educada por su t¨ªa en Florencia, lleg¨® a asistir al reconocimiento mundial de su padre. Escribi¨® un libro biogr¨¢fico titulado, sintom¨¢ticamente, Modigliani sin leyenda.

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