Las divergencias entre Eguiguren y L¨®pez sacuden a los socialistas

La reuni¨®n de hoy de la ejecutiva del PSE va a ser la de mayor contenido y expectaci¨®n desde que los socialistas llegaron al Gobierno hace poco m¨¢s de un a?o, hecho que ha desdibujado de forma notable el perfil de la direcci¨®n del partido y rebajado su papel "en esta y otras cuestiones de calado", seg¨²n un dirigente. A ese desplazamiento del poder al Ejecutivo achacan responsables socialistas parte del enfrentamiento entre el presidente del partido, Jes¨²s Eguiguren, y el lehendakari y secreatrio general del PSE, Patxi L¨®pez, por las reflexiones del primero a cuenta del futuro de ETA y de la izquierda abertzale ilegalizada.

Uno de quienes lo admite, y el ¨²nico que lo hace con su nombre, es el veterano Manuel Huertas: "Es una carencia manifiesta. La ejecutiva ha perdido pulso y perfil y a los miembros del Gobierno que est¨¢n en ella les preocupa l¨®gicamente la gesti¨®n". Eso no obsta para que considere "un error t¨¢ctico de Eguiguren decir que hay que contribuir o ayudar" a los abertzales. "Estamos en el antes; el despu¨¦s no ha llegado. Lo que han de hacer, tienen que hacerlo ellos y solos" sostiene. En todo caso, "ser¨¢ positivo que se discuta en la ejecutiva", afirm¨®.

Ares considera ya cerrado el debate, aunque se aborde hoy en la ejecutiva

El presidente del PSE transmite que ha recibido numerosos apoyos

Eguiguren y L¨®pez acuden a la cita de hoy tras su pugna en p¨²blico por su desacuerdo en una cuesti¨®n capital: los movimientos frente al terrorismo y, principalmente, a la izquierda abertzale ilegalizada. Eguiguren abri¨® una importante brecha cuyo debate no termin¨® el viernes, cuando L¨®pez le desautoriz¨® en sede parlamentaria, sino que seguir¨¢ hoy la reuni¨®n de la ejecutiva. Pero ninguna pol¨¦mica m¨¢s.

Frente a quienes el viernes aventuraban que la cuesti¨®n no quedar¨ªa ah¨ª -"Jes¨²s no est¨¢ solo", dec¨ªan algunos- tres d¨ªas despu¨¦s todo invita a pensar que la de hoy ser¨¢ "un reuni¨®n ordinaria, en la que no se abrir¨¢ ning¨²n debate, porque el secretario general y lehendakari lo ha zanjado ya. Se hablar¨¢, pero el asunto est¨¢ cerrado", advierte el secretario de Pol¨ªtica de la ejecutiva y consejero de Interior, Rodolfo Ares.

Entre las razones que aducen partidarios de sus tesis para justificar la irrupci¨®n p¨²blica de Eguiguren figura la negativa que habr¨ªa recibido en un debate interno. El cierre en banda a discutir siquiera la cuesti¨®n le habr¨ªa llevado a exponer en canal sus posiciones a la opini¨®n p¨²blica, afirman. Pese a ello, le llueven las cr¨ªticas: "Aunque eso fuera cierto, es un comportamiento impropio de un presidente del partido", recalca un dirigente muy pr¨®ximo al lehendakari.

Lo ocurrido dejar¨¢ heridas. Entre Eguiguren y Ares ya habr¨ªa habido roces anteriores, pero la implicaci¨®n de L¨®pez tiene otra dimensi¨®n, adem¨¢s de una derivada interna que enfrenta a los dos protagonistas del pacto que en 2002 catapult¨® a este ¨²ltimo a la secretar¨ªa general del PSE. En el cambio de pol¨ªtica que entonces teoriz¨® Eguiguren, y en su posterior empe?o en las conversaciones con la izquierda abertzale y ETA, asent¨® el PSE su nueva imagen, traducida en siete esca?os m¨¢s en las ¨²ltimas aut¨®nomicas.

Los socialistas est¨¢n obligados a cerrar ya esta v¨ªa de agua, tanto por su responsabilidad de gobierno como por esa vertiente que apunta a la unidad interna. "Nunca se sabe c¨®mo acaban estas cosas, tienen muchos flancos", admite un veterano de la formaci¨®n.

Todos los miembros de la ejecutiva del PSE consultados coinciden en que la reuni¨®n de hoy empezar¨¢ inevitablemente por este asunto, igual que todos ellos descartan que nadie pida su cargo a Eguiguren, ni ven en ¨¦l intenci¨®n de ponerlo sobre la mesa. "Esperar eso es no conocerle. No se va a marchar, porque cree en lo que dice", afirman. Otras voces cualificadas encontrar¨ªan l¨®gico que dimitiese tras ser desautorizado: "Deber¨ªa ir con ella por delante, aunque lo l¨®gico es tambi¨¦n que la ejecutiva se la rechazase".

Eguiguren ha transmitido que ha recibido numerosos mensajes y llamadas de apoyo de militantes, pero no parece que hoy pueda esperar muchas intervenciones favorables. La cr¨ªtica es generalizada, el descontento en las sedes y un enorme desconcierto, tambi¨¦n, por m¨¢s que algunos justifiquen su salida a la plaza p¨²blica en ese supuesto muro que habr¨ªa encontrado para abrir paso al debate internamente, algo que Ares niega: "Jes¨²s siempre tenido oportunidad de trasladar a la direcci¨®n cualesquiera cuestiones de inter¨¦s. Se analizan y se hablan".