?Boicoteo que ablanda o boicoteo que atrinchera?
El plante a Israel gana adeptos tras el ataque a la flotilla a Gaza - Es m¨¢s simb¨®lico que eficaz
Vuelve el debate sobre un boicoteo a Israel. Estuvo sobre la mesa el a?o pasado, tras la guerra de Gaza, que mat¨® a 1.300 palestinos y 13 israel¨ªes. Y ha regresado ahora, con el asalto a una flotilla que pretend¨ªa denunciar el bloqueo a Gaza y que dej¨® ocho activistas turcos y un turco-estadounidense muertos por disparos de soldados israel¨ªes. Pero ?es ¨¦tico, es eficaz? ?Boicoteo total o centrado s¨®lo en los productos fabricados en los territorios ocupados, por ejemplo, o en las instituciones? ?Puede ser contraproducente?
El plante de artistas e intelectuales que cancelan su presencia en Israel se extiende y el estado de una opini¨®n p¨²blica crecientemente cr¨ªtica con Israel ha llevado a pa¨ªses como Reino Unido, gran aliado, a exigir un etiquetado claro de productos procedentes de zonas ocupadas. El boicoteo se extiende, pero se enfrenta tambi¨¦n a una importante advertencia que llega desde algunas voces en Israel: puede despertar conciencias, pero tambi¨¦n generalizar un sentimiento de incomprensi¨®n y provocar a¨²n mayor repliegue.
Elvis Costello, Pixies, Ken Loach o Mankell dan la espalda a Israel
"Busquen cualquier excusa para ir, tiendan puentes", opina un m¨²sico
"Est¨¢ moralmente justificado, no es violento", dice un periodista israel¨ª
Los promotores de las campa?as apelan al ejemplo de Sud¨¢frica
Reino Unido insta a que la etiqueta diga si un producto viene de zonas ocupadas
Los expertos dicen que estas medidas, sin sanciones, no suelen funcionar
La opini¨®n de Noam Ben Zeev, israel¨ª, cr¨ªtico de m¨²sica c¨¢sica del diario izquierdista Haaretz refleja bien la complejidad del asunto y cu¨¢n distantes pueden estar teor¨ªa y pr¨¢ctica. "Creo que el boicoteo est¨¢ moralmente justificado. Es resistencia no violenta, individual, los palestinos hacen el llamamiento y se une quien quiere". Para nada tiene tan claro c¨®mo reaccionar¨ªan sus compatriotas a un boicoteo a gran escala. "No se puede predecir. Pero a veces pienso que la presi¨®n internacional es lo ¨²nico que nos puede ayudar. Si llega a una masa cr¨ªtica, quiz¨¢ el viento cambie y la gente empiece a preguntarse cosas, abra los ojos, se haga preguntas". Muy pocos israel¨ªes opinan lo que Ben Zeev , pero haberlos haylos.
Los boicoteos persiguen un da?o econ¨®mico y tambi¨¦n un efecto psicol¨®gico, "generar una sensaci¨®n de paria", explica el investigador principal del Mediterr¨¢neo y el Mundo ?rabe en el Real Instituto Elcano, Haizam Amirah. En el caso de Israel, "ser¨ªa elevar el coste de mantener el statu quo", de mantener la ocupaci¨®n de los territorios palestinos porque, "mientras la sociedad israel¨ª viva de espaldas a la realidad de la ocupaci¨®n, el coste sigue siendo asumible". Para subrayar que tambi¨¦n existen incentivos en acabar con la ocupaci¨®n, parafrasea al rey Abdal¨¢ de Jordania: "No es una soluci¨®n de dos Estados (una Palestina junto a Israel), es una soluci¨®n de 57 Estados". Es decir, paz con los palestinos y con todos los pa¨ªses isl¨¢micos.
El boicoteo tiene m¨²ltiples formas, protagonistas y direcciones. El cantante Elvis Costello cancel¨® dos actuaciones en Israel d¨ªas antes del ataque a los barcos con ayuda humanitaria para el mill¨®n y medio de palestinos que malviven atrapados en Gaza. En una carta critic¨® los asentamientos, "las humillaciones y cosas peores" que sufren los palestinos y explic¨® que la situaci¨®n es demasiado grave como para mirar a otro lado. Pixies, Gorillaz o Klaxons tambi¨¦n anularon. "Deber¨ªamos dejar de adorar estos shows y dejar de convertirlos en un bar¨®metro de nuestra fortaleza nacional. ?Que no quieren venir? ?Que no vengan!", escrib¨ªa el columnista Hanoch Daum. Diana Krall, esposa de Costello, tiene previsto tocar all¨ª en agosto.
Los organizadores del desfile del Orgullo Gay en Madrid retiraron la invitaci¨®n a la carroza del Ayuntamiento de Tel Aviv porque no conden¨® la operaci¨®n militar; algunos israel¨ªes, incluidas cadenas de supermercados, responden boicoteando productos turcos (pa¨ªs aliado hasta hace nada). En su plan para construir un Estado palestino, el primer ministro Salam Fayad promueve un boicoteo a lo producido en las colonias jud¨ªas que puntean Cisjordania. En respuesta, el Ministerio israel¨ª de Exteriores amenaz¨® con dificultar la entrada de la Autoridad Nacional Palestina en la OMC (Organizaci¨®n Mundial del Comercio) como mero observador. La ocupaci¨®n es tambi¨¦n un gran negocio; como el ocupante controla fronteras y aduanas, los palestinos son hace d¨¦cadas un inmenso mercado para Israel. Muchos pa¨ªses ¨¢rabes y musulmanes boicotean cualquier acto en el que participe un israel¨ª. Es frecuente que sus atletas se retiren, incluso de unos Juegos Ol¨ªmpicos, si les toca un contrincante israel¨ª.
Grandes l¨ªderes como Mahatma Gandhi o David Ben Guri¨®n, padre del Estado de Israel, lideraron boicoteos.
Para el cr¨ªtico de m¨²sica Ben Zeev es importante que los boicoteos no sean contra todos los israel¨ªes sino contra israel¨ªes que representan a instituciones o que participan en proyectos que reflejan una imagen de coexistencia, muy lejana de la realidad, o incluso una falsa igualdad, aunque a?ade que sabe que en la pr¨¢ctica a menudo es dif¨ªcil mantener la distinci¨®n.
El escritor sueco Henning Mankell, padre del inspector Wallander, se plantea si prohibir futuras traducciones de su obra al hebreo. Un dilema que le asalt¨® tras ser detenido en aguas internacionales a bordo de la flotilla, ser humillado, llevado a Israel, acusado de inmigraci¨®n ilegal y deportado. Mankell intentaba que el mundo no se olvide de lo miserable que es la vida para los palestinos de Gaza, especialmente desde que hace cuatro a?os Israel impuso el bloqueo del enclave, reci¨¦n suavizado. El combativo cineasta brit¨¢nico Ken Loach promueve, sin demasiado ¨¦xito, el boicoteo a los festivales que exhiban cine de Israel.
El israel¨ª Ben Zeev y el m¨²sico belga Lukas Pairon, amigos, debaten, y discrepan, sobre estas medidas. Pairon las rechaza en cualquiera de sus formas. "Cada vez que otros artistas, escritores, m¨²sicos, bailarines, mencionan la posibilidad de un boicoteo cultural, les recomiendo todo lo contrario, que busquen cualquier excusa para ir all¨ª, a Cisjordania, a Israel, a Gaza, a tender puentes, a crear amistades". El fundador de la ONG Music Fund, que en un par de semanas partir¨¢ desde Amberes (B¨¦lgica) con un grupo de j¨®venes y un cargamento de instrumentos musicales recogidos en Madrid y otras ciudades con destino a los territorios palestinos, est¨¢ convencido de que "la presencia de terceros les obliga a reformular las cosas, porque muchos israel¨ªes y palestinos se mueven en c¨ªrculos, siempre con los mismos argumentos". El m¨²sico belga entiende que "muchos se enfaden much¨ªsimo porque lo que all¨ª ocurre es muy sucio", pero cree que dar la espalda a Israel ser¨ªa contraproducente.
La Universidad Hebrea de Jerusal¨¦n, fundada por personalidades como Albert Einstein en 1925, mucho antes del nacimiento de Israel, reiter¨® en mayo su rechazo a cualquier boicoteo acad¨¦mico y su defensa de la libertad de expresi¨®n. ?Por qu¨¦ precisamente entonces? Porque Israel prohibi¨® al ling¨¹ista estadounidense Noam Chomsky, de 82 a?os, entrar por la frontera jordano-israel¨ª para dar una conferencia en la Universidad palestina de Bir Zeit.
Los promotores del boicot a Israel mencionan a Sud¨¢frica, la campa?a global contra el r¨¦gimen racista, como el ejemplo a seguir, el ¨¦xito a emular. El obispo Desmond Tutu bendijo la campa?a de BDS (boicoteo, desinversi¨®n, sanciones) lanzada por miembros de la sociedad civil palestina en 2005. "En Sud¨¢frica no habr¨ªamos logrado la libertad ni una paz justa sin la ayuda de gente de todo el mundo, a trav¨¦s de medios no violentos como boicoteos y desinversiones", ha dicho el Nobel de la Paz. "Los activistas, que trabajan como hormiguitas para atraer a artistas, estibadores de puerto, o ministros, pretenden que Israel ponga fin a la ocupaci¨®n de los territorios palestinos, a la discriminaci¨®n de los ¨¢rabes-israel¨ªes y cumpla, punto por punto, la legislaci¨®n internacional", explica Ziyaad Lunat, miembro del comit¨¦ palestino de este movimiento global.
Uno de los ¨¦xitos m¨¢s sonados que se atribuye la campa?a BDS es la decisi¨®n del Fondo de Pensiones Noruego, uno de los mayores de Europa, de vender en septiembre pasado sus acciones de Elbit, valoradas en 4,7 millones de euros. Esta empresa fabrica el sistema de vigilancia electr¨®nica del muro de separaci¨®n que Israel levanta en Cisjordania. "No queremos financiar empresas que contribuyen tan directamente a violaciones de la ley internacional humanitaria", declar¨® entonces la ministra de Finanzas, Kristin Halvorsen. La campa?a BDS despeg¨® en Reino Unido tras la guerra de Gaza, explica Yasmin Khan, de la ONG War on Want. Cuenta que la Iglesia de Inglaterra ha desinvertido 2,6 millones de euros de Caterpillar, que fabrica excavadoras usadas por el Ej¨¦rcito israel¨ª para demoler casas palestinas.
El Gobierno brit¨¢nico, que como los otros Ejecutivos europeos se opone al boicoteo, s¨ª recomienda distinguir en las etiquetas si un producto viene de Israel o de los territorios que ocupa. En cadenas como Tesco venden cajas de d¨¢tiles que dicen: "Origen Cisjordania, producto de un asentamiento israel¨ª". El consumidor decide. El Ministerio de Vivienda espa?ol excluy¨® por estar en territorio ocupado, en Cisjordania, al Centro Universitario de Ariel de un concurso de arquitectura sostenible.
Al Gobierno israel¨ª estas iniciativas le "preocupan m¨¢s en t¨¦rminos de imagen que econ¨®micos", explica el portavoz de la embajada Espa?a, Lior Hayat. "Son grupos muy marginales, muy radicales en muchos casos, que ¨²ltimamente tienen mucha cobertura medi¨¢tica".
El periodista de EL PA?S John Carlin, que tras ser corresponsal en Sud¨¢frica escribi¨® El factor humano, explica: "El boicoteo internacional, a todos los niveles, tuvo un impacto pol¨ªtico decisivo en Sud¨¢frica; fue una de las razones importantes por las que el sistema de apartheid se derrumb¨®. El apartheid tuvo la singularidad de ser un sistema de Estado que pr¨¢cticamente la totalidad del planeta condenaba en tiempos de la Guerra Fr¨ªa. El consenso en contra era casi absoluto. Con Israel, no. Empezando por EE UU, su gran y casi incondicional aliado".
El experto del Real Instituto Elcano subraya tambi¨¦n el apoyo del que goza Israel: "Los principales socios comerciales de Israel son los pa¨ªses europeos y Estados Unidos, Gobiernos occidentales que, en el fondo, mantienen un apoyo incondicional". Un boicoteo institucional se antoja impensable. Israel, con siete millones de habitantes y rodeado de enemigos o pa¨ªses no tan amigos, export¨® por 38.000 millones de euros en 2008 (Espa?a por 174.000 millones). La UE es su mayor socio comercial; EE UU, su mejor cliente. Y acaba de entrar en la OCDE. David Meyer, experto en movimientos sociales en la Universidad de California en Irvine, da pistas sobre qu¨¦ requiere un boicoteo para tener ¨¦xito: "Es poco probable que funcione por s¨ª mismo sino solamente cuando va empaquetado con otras sanciones y/o incentivos".
Tecleamos boycott, en ingl¨¦s, en Facebook. A 72.761 les gusta aplicado a Turqu¨ªa; a 59.716, a Israel. En espa?ol, "boicot mundial al Gobierno sionista terrorista" tiene 775 seguidores.
El veterano pol¨ªtico izquierdista israel¨ª Yossi Sarid escrib¨ªa en mayo: "Ben Guri¨®n era mejor que Fayad boicoteando. Mientras ¨¦l declar¨® un boicoteo a todos los productos ¨¢rabes, el suyo es solo a productos de las colonias. Los palestinos a¨²n tienen mucho que aprender de nosotros, los yahud (jud¨ªos)".
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