El franc¨¦s Martial Solal abre el festival de jazz de Vigo
Dice que la m¨²sica es una gran familia y lo demuestra, a punto de cumplir 83 a?os, liderando un tenteto formado por alguno de sus m¨¢s estrechos colaboradores en los ¨²ltimos a?os. Es el caso del trompetista Eric Le Lahn, y un ramillete de m¨²sicos franceses j¨®venes, entre los que se encuentra su hija Claudia, vocalista. Esta noche, Martial Solal (Argel, 1927) y su Newdecaband ofrecer¨¢n el concierto inaugural del VI Festival de Jazz de Vigo Imaxina Sons (21.30 horas, Teatro Caixanova).
"Cuando form¨¦ este grupo, quise desmarcarme de las big bands tradicionales, para lo cual reemplac¨¦ la secci¨®n de saxofones por una voz, la de mi hija, perfecta para ese papel dado que posee una tesitura excepcionalmente extensa", explica el pianista galo a trav¨¦s del correo electr¨®nico. Hasta la fecha, la formaci¨®n ha registrado un ¨²nico disco, Exposition sans tableau (Nocturne, 2006), que incluye seis temas de Solal y en los que la cr¨ªtica ha visto una paleta sonora variada, audaz y muy cinematogr¨¢fica. "Considero que es un cumplido, adoro el cine. La m¨²sica debe sugerir im¨¢genes e ideas", sostiene el autor de bandas sonoras emblem¨¢ticas de la nouvelle vague: ? bout de souffle (1960), de Jean-Luc Godard.
"Se prueba, se borra"
"La composici¨®n es como un trabajo de laboratorio: se imaginan las ideas que se corresponden con lo que uno busca, se escribe, se prueba, se borra...". Este proceso lo emprende con la dedicaci¨®n de un orfebre, sentado al piano durante horas a diario para actualizar su prop¨®sito personal de "formar parte de quienes todav¨ªa aportan nuevas ideas a esta m¨²sica". Que no es poco en una carrera tan dilatada, que comenz¨® en 1945 compartiendo escenario con Django Reinhardt.
Esa prolongaci¨®n en el tiempo le proporciona la perspectiva suficiente para apreciar que la pr¨¢ctica del jazz le parece m¨¢s f¨¢cil hoy en d¨ªa: "Las publicaciones, la ense?anza, los discos, todo eso facilita el trabajo de los j¨®venes. Cando yo empec¨¦, no hab¨ªa nada de eso y hab¨ªa que aprenderlo todo de o¨ªdo. Sin embargo, hab¨ªa menos m¨²sicos y menos competencia. Ahora es m¨¢s dif¨ªcil hacerse un hueco porque son demasiado numerosos en relaci¨®n con las posibilidades de tocar". En lo esencial, la praxis y el amor a la m¨²sica, la edad no es frontera: "Aprecio mucho a los m¨²sicos j¨®venes, no creo pertenecer a una generaci¨®n diferente".
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