Dinero del Pent¨¢gono acaba en manos de los talibanes
Un informe del Congreso destapa el pago de chantajes
Por si la pol¨¦mica desatada por el general Stanley McChrystal no fuese suficiente, un informe presentado ayer por el Congreso de EE UU complica a¨²n m¨¢s la presencia militar en Afganist¨¢n al denunciar que millones de d¨®lares del Pent¨¢gono acaban cayendo, para pagar chantajes, en manos de los caciques locales o, incluso, de los extremistas insurgentes.
La corrupci¨®n, una lacra denunciada por la Administraci¨®n norteamericana y que el presidente afgano, Hamid Karzai, se ha visto incapaz de extirpar, se extiende ahora a la actividad de las Fuerzas Armadas con riesgo de deslegitimar o hacer m¨¢s impopular su actuaci¨®n.
El informe asegura que parte de los 2.160 millones de d¨®lares que se destinan a transporte de material militar en Afganist¨¢n se dedica a pagar a se?ores de la guerra para que protejan los convoyes con sus ej¨¦rcitos privados o, simplemente, para que no los ataquen. En ocasiones, el dinero ha servido tambi¨¦n para compensar por el benepl¨¢cito de los talibanes con el paso de los camiones por territorio bajo su control.
Millones de d¨®lares llegan a 'se?ores de la guerra' a cambio de 'protecci¨®n'
En la mayor parte de las ocasiones detectadas por esta investigaci¨®n, el dinero no era entregado a sus destinatarios por los propios militares sino por los contratistas privados encargados de proteger el transporte. De esa manera, se violaba tanto el c¨®digo de conducta del Departamento de Defensa como la legislaci¨®n reciente, emitida a ra¨ªz de los abusos cometidos en Irak.
El transporte es una de las actividades que m¨¢s tiempo ocupa a una fuerza que ha tenido que desplazar 30.000 nuevos soldados a la zona de combate provistos de sus correspondientes necesidades log¨ªsticas. Un 70% de ese transporte se realiza por tierra, lo que exige medidas de seguridad que el Ej¨¦rcito se ve incapaz de cumplir por s¨ª solo sin abandonar sus obligaciones de combate.
Ese problema log¨ªstico ha provocado en este caso otro mucho m¨¢s profundo de ¨ªndole pol¨ªtico. Al pagar a los talibanes, EE UU est¨¢ facilitando su fortalecimiento y reconociendo su autoridad en el ¨¢mbito local. Al pagarles con las aportaciones del contribuyente norteamericano, est¨¢ minando la justificaci¨®n moral de la guerra y su apoyo entre la opini¨®n p¨²blica norteamericana.
"Los hallazgos de este informe son tristes e impactantes", ha declarado el representante dem¨®crata John Tierney, que preside el comit¨¦ de la C¨¢mara responsable de este trabajo. La Administraci¨®n, pendiente de un an¨¢lisis m¨¢s detallado, no ha querido a¨²n valorar el informe del Congreso, aunque es evidente que este no servir¨¢ para facilitarle el camino al presidente Barack Obama.
En una reciente comparecencia en el Senado, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, cit¨® la inyecci¨®n del dinero extranjero como una de las principales causas de la corrupci¨®n en Afganist¨¢n. El propio Obama recrimin¨® a Karzai en Kabul por la falta de energ¨ªa para combatir ese mal. Ahora, cuando se descubre que militares estadounidenses favorecen esa red de extorsi¨®n, tanto Obama como Clinton ven reducida su autoridad para exigirles lo que ellos no pueden controlar.
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