El g¨®tico madrile?o pervive
Abre al culto la Capilla del Obispo, que ha permanecido cerrada 44 a?os
Hoy se abre al culto la Capilla del Obispo, alhaja g¨®tica apenas conocida que Madrid atesora desde hace cinco siglos. Este templo ¨²nico en Madrid se hallaba a?os atr¨¢s en una situaci¨®n de abandono pr¨®xima a la ruina. Ahora, tras cuatro d¨¦cadas largas de cierre apenas interrumpido por una exposici¨®n fotogr¨¢fica en 1996, sus cubiertas, artesonados, columnas, forjados, muros, cimientos y ornamentaciones se han visto beneficiadas por la estela de una rehabilitaci¨®n integral de la iglesia y de su sala capitular. Acometida por la Direcci¨®n General de Patrimonio del Gobierno regional, ha sido culminada por el arquitecto Javier Vell¨¦s y la aparejadora Charo Fern¨¢ndez Heras.
La inversi¨®n, en la que colabora la Fundaci¨®n Cajamadrid, ha alcanzado 3.252.404 euros a lo largo de un lustro de obras incesantes, interrumpidas a fines de 2007 durante un a?o tras el hallazgo de vestigios arqueol¨®gicos presumiblemente procedentes de la ¨¦poca isl¨¢mica. Restos procedentes de hasta 50 personas, muchas de ellas infantes, fueron encontrados en un cementerio milenario, bajo el suelo del templo, cuando se intentaba calefactarlo y convertirlo en radiante, como as¨ª ha sido ahora. Una vitrina arqueol¨®gica abierta en el suelo de la iglesia muestra hoy al visitante la disposici¨®n de los enterramientos descubiertos.
Un descendiente de Iv¨¢n de Vargas la construy¨® como tumba de San Isidro
La Casa de Alba la cedi¨® a la Iglesia para que la abriera a los madrile?os
En una estancia subterr¨¢nea jalonada por un juego de arcosolios recobrado durante la actuaci¨®n, tres grandes vitrinas muestran ¨²tiles hallados tambi¨¦n all¨ª. Se trata de molduras, clavos e instrumentos de canter¨ªa. La supervisi¨®n arqueol¨®gica fue responsabilidad de Pilar Mena, experta de la Direcci¨®n General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid.
Desde la escalinata que domina la plaza de la Paja, detr¨¢s de la contigua iglesia de San Andr¨¦s, se accede a un claustro con z¨®calos de piedra, ahora acristalado, donde se abre una puerta de nogal con escenas b¨ªblicas excelsamente talladas, atribu¨ªdas a Francisco Villalpando y a Crist¨®bal de Rojas: al cruzar la preciosa puerta, la mirada se deslumbra frente al destello que surge de un retablo de cipr¨¦s policromado, con la serena impronta castellana de Alonso de Berruguete. Refulgen sobre su superficie carnaciones ros¨¢ceas de figuras de la Pasi¨®n de Cristo, labradas por su disc¨ªpulo, Francisco Giralte, entre columnas estofadas en oro por Juan Villoldo El Mozo.
Cuando la mirada a¨²n no se ha repuesto de tanta magnificencia, un cenotafio cincelado en m¨¢rmol por el genio de Giralte, muestra el primer fulgor manierista importado por Juan de Juni, su maestro. Est¨¢ situado en el paramento derecho -el de la ep¨ªstola- y atrae hacia s¨ª toda la atenci¨®n: una figura orante sobre un rico reclinatorio, entre ni?os y matronas, mira al altar mayor, a cuyos flancos dos estatuas m¨¢s, arrodilladas y talladas sobre m¨¢rmol de Cogolludo, rezan una oraci¨®n que ha durado cinco siglos. Componen los que fueran tres sepulcros -ahora vac¨ªos cenotafios- de Francisco de Vargas e In¨¦s de Carvajal, y de su segundo hijo, Gutierre de Vargas Carvajal, nacido en 1506, prohombre del Renacimiento, mecenas de empresas navales hacia el Estrecho de Magallanes y pr¨®digo obispo de Plasencia desde los 18 a?os. En 1535, Gutierre culmin¨® la construcci¨®n de la capilla iniciada por su padre en 1524.
Consejero de Isabel de Castilla y Fernando de Arag¨®n, tambi¨¦n de Carlos I, Francisco de Vargas, el m¨¢s poderoso gentilhombre de la Corte espa?ola, con la venia del Papa Le¨®n X quiso sepultar en esta capilla los restos de Isidro, el futuro patrono de la ciudad. Cuatro siglos antes, el santo hab¨ªa sido empleado como agricultor e hidr¨¢ulico por su antecesor, Iv¨¢n de Vargas, en los predios ganados por favor regio tras participar en la reconquista de Madrid, entonces en manos ¨¢rabes.
Con el tiempo, la Capilla del Obispo perdi¨® en un pleito la custodia de los restos del santo, que fueron a parar a la pareda?a iglesia parroquial de San Andr¨¦s, tambi¨¦n restaurada y donde a¨²n se veneran. Las relaciones de los p¨¢rrocos con los 13 capellanes -el poeta y m¨²sico Vicente Espinel fue en 1624 uno de ellos- se rompieron durante siglos. Ahora, una puerta de bronce verde, cincelada por Joaqu¨ªn Cruz Sol¨ªs, resta?a las viejas heridas y permite un tr¨¢nsito sellado anta?o entre ambos templos.
Las Hermanitas del Cordero, congregaci¨°n francesa ataviada de azul y de reciente instauraci¨®n en Espa?a, se har¨¢ cargo de la Capilla, de la que es titular el Arzobispado madrile?o. La recibi¨® en cesi¨°n de la Casa ducal de Alba, a condici¨®n de que revirtiera al pueblo de Madrid.
Capilla del Obispo. Horario de culto ordinario. Plaza de la Paja, 9. Entrada libre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.