Dram¨¢tico 'calcio'
La ruinosa Italia queda apeada del Mundial al caer ante la novel Eslovaquia en un final a la italiana
Miserable calcio. La campeona Italia desfila detr¨¢s de la finalista Francia. Ya no queda rastro de las dos selecciones que disputaron el t¨ªtulo en Alemania. A les bleus les ech¨® Sud¨¢frica y los azzurri fueron derrotados por la debutante Eslovaquia. El cartel de los triunfadores agrava todav¨ªa m¨¢s la estampa de los perdedores. Italia es hoy una selecci¨®n despersonalizada, un mu?¨®n de equipo, un colectivo sin identidad, sometido como cualquiera a los gui?os y las leyes del f¨²tbol. Antes se le recriminaba que no jugara al f¨²tbol, el s¨ªmbolo de la nada, y ahora resulta que deja jugar a los rivales y no le alcanza ni con dos goles en los ¨²ltimos 10 minutos. Ya no existen jugadas epis¨®dicas ni hay esp¨ªritu agon¨ªstico que valga. La selecci¨®n italiana es una ruina. Nadie le hace pu?etero caso. No tiene enemigos ajenos ni sabe fabricar los propios. Ya no enga?a al f¨²tbol.
Sin jugadas epis¨®dicas ni esp¨ªritu agon¨ªstico que valga, la selecci¨®n 'azzurra' es un mu?¨®n
Italia, perdedora, ya no tiene bula y Eslovaquia le cobr¨® gol a gol, minuto a minuto, cuantas victorias hab¨ªa contado en tantos torneos frente a contrarios malos y buenos. Tuvo el partido muy dif¨ªcil, como es norma, con un 2-0. Muy italiano. Acto seguido, Di Natale marc¨® el gol de costumbre para anunciar que acabar¨ªa empatando para ser fiel a la historia. M¨¢s italiano todav¨ªa. Y despu¨¦s, cuando tom¨® un tercer tanto, a¨²n le dio tiempo para continuar con el gui¨®n de toda la vida porque Quagliarella meti¨® un golazo en el tiempo a?adido. Rematadamente italiano. El gol de Quagliarella, sin embargo, fue demasiado bonito para merecer la suerte italiana. Lloraban los azzurri mientras delante de ellos desfilaban las mil y una selecciones que han sido abatidas por un gol de Italia en el ¨²ltimo minuto.
El drama italiano protagonizado por los italianos solo resulta doloroso para los italianos y as¨ª lo asumi¨® Lippi. ?Qui¨¦n dijo miedo? Aunque no se puede medir las intenciones de un equipo italiano por la lectura de la alineaci¨®n, Lippi quiso que los aficionados le tomaran por un valiente en Ellis Park. No col¨® porque Lippi no es fiero, sino guapo. No es casualidad que se le conozca con el apodo de Paul Newman. Arregl¨® un poco la formaci¨®n porque quit¨® al insustancial Marchisio para dar entrada al en¨¦rgico Gattuso y, ante la falta de gol, cambi¨® a un delantero sin remate como Gilardino por el pichichi Di Natale (29 tantos). As¨ª, los papeles de las formaciones que se distribuyen antes del partido pon¨ªan bien claro que Italia jugar¨ªa un 4-3-3 y no un 4-4-2 o un 4-2-3-1 como en los dos partidos anteriores.
Mucha comedia para un duelo tan serio. La trama italiana, a fin de cuentas, fue la misma que contra Paraguay y Nueva Zelanda. Antes de la media hora, Marchetti ya hab¨ªa encajado un gol de Vittek, el jugador del partido, por encima incluso de Hamsik, el ¨ªdolo del N¨¢poles, para que la derrota italiana fuera m¨¢s sangrante. A Eslovaquia le bast¨® con una buena organizaci¨®n defensiva, dos medios serios y una segunda l¨ªnea din¨¢mica para descoser a la destartalada zaga de Italia, presidida por un desbravado Cannavaro. ?nicamente el ¨¢rbitro tuvo piedad del defensa central en una jugada que demandaba la expulsi¨®n. Italia hab¨ªa cometido 25 faltas y Gattuso le hab¨ªa rajado la pierna a Strba en un vano intento de parar a Eslovaquia antes del descanso.
La selecci¨®n azzurra era una calamidad cuando los jugadores se reunieron de nuevo en el vestuario con Lippi. A pesar de los cambios del t¨¦cnico, el equipo manten¨ªa las mismas constantes desde su llegada a Sud¨¢frica: una zaga vencida, la media que ni quitaba ni jugaba y unos delanteros que no chutaban. A Lippi no le qued¨® m¨¢s remedio que recurrir al l¨²cido Pirlo porque a Montolivo le falta la sangre de Gattuso y a Gattuso el cuerpo de Montolivo mientras que De Rossi no es ni una cosa ni la otra, sino todo lo contrario. Ni con el ilustre Pirlo ni con el potente Quagliarella pudo Italia cantar victoria, siempre a remolque, demasiado parada al inicio, muy desbocada al final.
Aunque nunca precis¨® del anti-juego, Eslovaquia fue en el ¨²ltimo cuarto de hora m¨¢s italiana que Italia. Vittek marc¨® el 0-2 despu¨¦s de un c¨®rner, Kopunek remat¨® el 1-3 a la salida de un saque de banda replicado de manera colegial y al seleccionador le dio tiempo hasta de poner a su hijo Weiss en la cancha. A Italia, que no gana desde noviembre, nunca le hab¨ªan metido tres goles desde la final de M¨¦xico 1970, cuando perdi¨® por 4-1 contra Brasil. Falta de pies y de cabeza, sin juego ni f¨²tbol, solo enchufada a su coraz¨®n, ayer capitul¨® en un escenario del que siempre hab¨ªa salido ganadora para que su despedida fuera m¨¢s cruel. El calcio ya no es un juego con suerte, sino que tambi¨¦n puede ser un drama.
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