La sacerdotisa Ouka Leele
En el contestador telef¨®nico de Ouka Leele (Madrid, 1957) suena de fondo una m¨²sica celestial m¨¢s propia de la consulta de una pitonisa que de un taller de fotograf¨ªa. Y es que en su espacio de trabajo B¨¢rbara Allende se siente una "sacerdotisa del arte". "El artista tiene que tener algo de curandero. Tiene que sanar a los dem¨¢s, hacer lo que le sirva a la gente, no estar a expensas de las modas que imponen las galer¨ªas. Debe estar en medio, entre lo real y lo intangible", razona la premio Nacional de Fotograf¨ªa 2005. Estos d¨ªas promociona La mirada de Ouka Leele, un documental de Rafael Gordon que ha filmado su traves¨ªa creativa durante unos interminables cinco a?os. El mismo tiempo lleva imaginando 20 serigraf¨ªas para una edici¨®n del Quijote del sello Ahora. "El editor es un santo", reconoce B¨¢rbara Allende, autora del cartel anunciador del pr¨®ximo festival La Mar de M¨²sicas.
En 1982 la fot¨®grafa de la movida se mud¨® a este piso-obrador en el centro de Madrid. Una ristra de pimientos de pl¨¢stico da la bienvenida a los visitantes en la puerta de entrada. Al principio dorm¨ªa en un altillo y el arte lo conquistaba todo, dejando pocos metros al hogar. Hoy B¨¢rbara Allende tiene una hija veintea?era, Mar¨ªa, y la zona de trabajo se ha reducido a favor de la residencial. Tambi¨¦n su particular zool¨®gico reduce sus miembros a dos gatos y cuatro perros. "Antes ten¨ªa un conejo, cacat¨²as..., pero lo dejaban todo perdido", recuerda. Su estudio ser¨ªa el para¨ªso de cualquier chamarilero. M¨¢scaras venecianas, sillas de mimbre, un ¨¢ngel de cart¨®n piedra, una peque?a cama el¨¢stica, una mesa de pimp¨®n -ideal para trabajar-, un andador, un maniqu¨ª propiedad de su hija, que es dise?adora ("ha hecho un traje de ara?a", describe orgullosa), un arpa rota...
Saca tambi¨¦n tiempo para retocar el retrato de Izaskun Bilbao, pen¨²ltima presidenta del Parlamento Vasco, que colgar¨¢ de las paredes de la C¨¢mara de Vitoria. "Es la primera vez que encargan una foto (pintada encima) en vez de un ¨®leo m¨¢s oficialista. Me encant¨® la idea". Polifac¨¦tica, el a?o pasado public¨® dos poemarios: De la embriaguez desnuda (Sial) y Este libro arde entre mis manos (Huerga y Fierro). "Escribo por las noches, cuando hace luna nueva que duermo menos". Tampoco para de d¨ªa. Para la sala La Gallera, de Valencia, prepara una instalaci¨®n sobre el martirio de santa B¨¢rbara de Nicomedia y otra para Santander 2016. Este verano, como desde hace casi treinta a?os, la sacerdotisa dibujar¨¢ en su terraza pintada de azul cielo, el color del techo de su estudio-santuario. "Quiero creer que estoy en Ibiza".
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