Goles contra bofetadas
Luis Su¨¢rez, delantero uruguayo del Ajax, triunfa al fin despu¨¦s de una carrera llena de obst¨¢culos
Educador, amigo y algo m¨¢s, el mister Ricardo le cogi¨® por la pechera y se lo dej¨® bien claro. "?O empiezas a entrenarte y a centrar tu vida, o te vas de aqu¨ª!", le solt¨® con m¨¢s dolor que otra cosa. Luis Su¨¢rez (Salto, Uruguay; 1987), que contaba con 14 a?os y viv¨ªa en un desbarajuste tremendo, asinti¨®. Comprendi¨® que el poco dinero que ganaba no pod¨ªa gast¨¢rselo en bebida, en la noche o en caprichos. Que era un jugador m¨¢s que prometedor del Nacional de Montevideo y que pod¨ªa ganarse la vida con dos botas y un bal¨®n. Decidi¨® viajar a Barcelona para ver a su novia Sof¨ªa, para decirle que dejaba los estudios pero que se dedicar¨ªa en cuerpo y alma al f¨²tbol, que lo har¨ªa tan bien que ya no tendr¨ªan que preocuparse por el dinero. Cumpli¨® con su palabra. Delantero centro del Ajax, ya est¨¢ en el Mundial de Sud¨¢frica y hoy se medir¨¢ contra Corea del Sur en el primer partido de los octavos de final.
"Es un delantero demasiado peligroso frente al gol", le define Robert Witschge
En Montevideo intent¨® ayudar a la econom¨ªa familiar trabajando como limpiador
Para Luis Su¨¢rez el Mundial lo es todo. Por eso, cuando Uruguay perdi¨® ante Argentina en la fase clasificatoria y tuvo que jugar la rev¨¢lida, se pas¨® tres d¨ªas sin abrir el correo, sin responder los mensajes. "Lo siento, estoy muy triste", aclar¨® despu¨¦s a los amigos. El desconsuelo se le pas¨® al eliminar a Costa Rica y obtener el salvoconducto a Sud¨¢frica. Alcanzar el torneo fue un reflejo de su vida, plagada de topetazos pero siempre con un final feliz.
La primera bofetada le lleg¨® a los nueve a?os, cuando su padre abandon¨® a la mujer y a los siete hijos. "Fue muy duro", admite Su¨¢rez, que acept¨® el traslado de Salto a Montevideo e intent¨® ayudar a la econom¨ªa familiar trabajando como limpiador; "pero siempre nos ayud¨® mi abuela, que impidi¨® que pas¨¢ramos hambre". Su talento con el bal¨®n hizo el resto. Del Deportivo Artigas se march¨® al Urreta y de ah¨ª, a los nueve a?os, alcanz¨® el Nacional. "Pero empec¨¦ a beber, a salir mucho y a meter muy pocos goles", admite. Para ser exactos, en cadetes marc¨® ocho. Hasta que el mister Ricardo le cogi¨® por la pechera.
Retomada la carrera y recobrado el gol, no tard¨® en despuntar en el Nacional, donde idolatr¨® a Chevant¨®n y Fonseca, su agente ahora. El salto a Europa lo dio en 2006, cuando lo fich¨® el Groningen, holand¨¦s. Y sald¨® la temporada con 14 goles. Suficiente para el ex futbolista Danny Blind, entonces en la direcci¨®n deportiva del Ajax, lo contratara por 7,5 millones. Luis ha respondido con creces, bien como extremo, bien como relevo de Huntelaar, con 17, 22 y 35 goles -pichichi- en las tres temporadas que ha completado en la Eredivisie. "Es un ganador. Un tipo demasiado peligroso frente al gol", le define al otro lado del tel¨¦fono Robert Witschge, hermano del ex azulgrana Richard y ex entrenador de Luis en el Ajax, cuando era el segundo de Marco Van Basten. "Un genio del bal¨®n", a?ade su compa?ero del Ajax Eyong Enoh. "Nunca sabes cu¨¢l es el pr¨®ximo regate que va a realizar", ampl¨ªa al tiempo que se le cambia el humor; est¨¢ enfadado por la eliminaci¨®n de su selecci¨®n (Camer¨²n) y ha perdido el 75% de la visi¨®n tras un balonazo que sufri¨® ante Dinamarca. "Pero por Luis, lo que sea", remata.
Lo mismo piensa Albert Luque, que coincidi¨® con ¨¦l en 2009 en el conjunto holand¨¦s. "Ahora somos muy amigos", explica cuando se le saca a colaci¨®n que acabaron un partido a pu?etazo limpio. Por eso se ven cada dos por tres en Barcelona, junto a la familia de Sof¨ªa. "Ya me ha dicho que tiene muchas ganas de medirse con Espa?a, de eliminarla", aclara Luque, que desliza que han hecho una apuesta al respecto. "No me extra?a", se?ala Witschge; "solo piensa en ganar. Y los rivales deber¨ªan vigilar porque siempre vuelve locos a los defensas".
De marcar un gol, como el que le hizo a M¨¦xico, Luis Su¨¢rez lo celebrar¨¢ como siempre, con la mano a modo de pistola. As¨ª lo decidi¨® un d¨ªa tras varias horas delante del espejo. "Porque quer¨ªa tener un gesto caracter¨ªstico", conviene el delantero, que en Uruguay juega de extremo para que Diego Forl¨¢n ponga el punto y final a las jugadas en el ¨¢rea. "No me sorprende su Mundial", aclara Witschge; "est¨¢ para un grande". Pero por el momento, el joven delantero se centra en el duelo contra Corea. As¨ª se lo exigir¨ªa el mister Roberto.
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