En contra de la rebaja fiscal

La Xunta est¨¢ tramitando la rebaja de la fiscalidad vinculada a la adquisici¨®n de vivienda nueva. Aunque el proyecto de ley contiene alguna otra medida referida a la compra para rehabilitaci¨®n, el n¨²cleo se encuentra en la intenci¨®n de compensar la inminente subida del IVA del 7% al 8% en el caso de este tipo de vivienda. Puesto que la vivienda usada est¨¢ sujeta al impuesto de transmisiones patrimoniales al 7%, la Xunta ten¨ªa dos opciones para equilibrar el tratamiento de un tipo u otro de vivienda. Incrementar la tributaci¨®n de las usadas o rebajar los impuestos adicionales que gravan a las viviendas nueva pero no a las usadas (actos jur¨ªdicos documentados). Aunque la discusi¨®n pueda resultarle aburrida y t¨¦cnica al lector mediano de un peri¨®dico, sus implicaciones pol¨ªticas y presupuestarias hacen que merezca la pena pensar sobre ello.

En un momento de tensi¨®n en la sanidad y la educaci¨®n, no es razonable renunciar a esos recursos

Lo primero que hay que decir es que la Conseller¨ªa de Facenda ha hecho sus deberes, acompa?ando el anteproyecto de ley de una memoria justificativa y otra econ¨®mica, elaboradas con rigor y que permiten discutir con fundamento. Ser¨ªa muy positivo que todas las normativas futuras que se elaboren en el ¨¢mbito auton¨®mico contasen con un sustento similar. A partir de ah¨ª, existe una consideraci¨®n econ¨®mica y otra pol¨ªtica que me llevan a valorar negativamente el proyecto.

En un contexto de fuerte demanda de adquisici¨®n de inmuebles, como el de hace tres o cuatro a?os, la parte vendedora lo ten¨ªa muy f¨¢cil para apropiarse de las ventajas fiscales concedidas a los compradores o conseguir que fuesen estos los que soportasen los incrementos de impuestos que formalmente tuviese que pagar el vendedor, como el caso del impuesto local sobre construcciones. Bastaba con subir el precio de la vivienda; siempre hab¨ªa un comprador dispuesto financiado por una generosa (y a veces poco responsable) entidad financiera.

Hoy las cosas han cambiado de forma radical. Existe una amplia oferta de pisos y casas sin vender y una demanda desanimada por la dificultad de obtenci¨®n de cr¨¦ditos y las exiguas expectativas de ganancia en un bien cuyo precio tiende a la baja. En esta situaci¨®n, una subida de impuestos que formalmente grave al comprador (la subida del IVA o de transmisiones patrimoniales del 7% al 8%) va a acabar siendo realmente soportada por la parte vendedora, que va a tener que bajar el precio de la vivienda si quiere vender. De hecho, en estos momentos se est¨¢n vendiendo casas sobre plano en las que en el contrato privado la constructora se compromete expresamente a hacerse cargo del incremento del IVA. En definitiva, la coyuntura actual hace que las subidas impositivas que afectan a las viviendas vayan a ser casi siempre soportadas por la parte vendedora, que tendr¨¢ una menor ganancia.

Por eso creo que la b¨²squeda de la neutralidad en la compra de vivienda nueva y usada deber¨ªa hacerse subiendo los impuestos que gravan las operaciones con viviendas usadas, y no revisando a la baja los que afectan a las viviendas nuevas. Esto es lo que se hizo en su d¨ªa en pr¨¢cticamente todas las comunidades aut¨®nomas cuando el tipo reducido del IVA subi¨® del 6% al 7%. Y aqu¨ª aparece la consideraci¨®n pol¨ªtica a la que antes me refer¨ªa. En vez de minorar los ingresos de la Xunta en m¨¢s de 7 millones de euros, como estima la Direcci¨®n Xeral de Tributos, los estar¨ªamos subiendo en una cuant¨ªa significativa, probablemente otros 10 millones (s¨®lo la Xunta podr¨ªa hacer los c¨¢lculos con precisi¨®n). Por tanto, entre hacer una cosa u otra median m¨¢s de 15 millones de euros. En un momento de necesidad de ajuste fiscal y de fuertes tensiones financieras en servicios fundamentales como la sanidad y la educaci¨®n, no me parece razonable renunciar a esos recursos. Sobre todo pensando que, al final, el incremento de impuestos lo acabar¨ªan pagando unos empresarios y particulares que, en general, han devengado fuertes plusval¨ªas durante los a?os del boom inmobiliario.