Una marea roja pasada por agua

En torno a las 20.15 de ayer, en el parking del Santiago Bernab¨¦u parec¨ªa que se iba a celebrar la fiesta de la espuma. Centenares de j¨®venes corr¨ªan bajo la lluvia e inclu¨ªan el agua que ca¨ªa sin compasi¨®n en una fiesta que, pasara lo que pasara, se ten¨ªa que celebrar. Guarecida bajo las gradas, aguardaba a que amainara el temporal el resto de la marea roja que acudi¨® ayer a las pantallas gigantes de los exteriores del Santiago Bernab¨¦u. Unas 22.000 personas seg¨²n la organizaci¨®n -12.000 en las dos pantallas situadas en el parking del estadio y 10.000 m¨¢s en una tercera instalada en la calle Padre Dami¨¢n- sufrieron con los primeros minutos de Espa?a y celebraron los dos goles como si se tratara de los de la final del d¨ªa 11. Ni la lluvia de verano, que desapareci¨® con puntualidad cuando el bal¨®n estaba en juego, ni la tensi¨®n de los primeros veinte minutos pudieron con la energ¨ªa de un p¨²blico que apenas superaba la mayor¨ªa de edad. Muchos j¨®venes coincidieron en la idea de que ver el partido de Espa?a al aire libre era un pre¨¢mbulo perfecto para una noche de viernes. No faltaron el botell¨®n, los vasos de pl¨¢stico ni las latas de cerveza escondidas bajo la camiseta para sortear el control de entrada al recinto.

Mientras, la ciudad se mov¨ªa al ritmo que marcaba bal¨®n: la M-30 registr¨® un 38% menos de tr¨¢fico que en un d¨ªa normal, en el interior de Madrid la cantidad de desplazamientos baj¨® un 34% y el Metro registr¨® un 27% menos de viajeros. El partido de Espa?a tambi¨¦n alter¨® el consumo de agua que, nada m¨¢s terminar el partido, registr¨® un repunte del 27%.

Completamente mojadas por el aguacero inicial, Milagros y Ana intentaban agrupar al grupo de ni?os que les acompa?aba de rojo riguroso en un viaje desde el Puerto de Santamar¨ªa. En total, 13 personas llegadas desde C¨¢diz para disfrutar en familia de un fin de semana de f¨²tbol y ocio en Madrid. "Nos hemos chopado todos, pero ahora que estamos aqu¨ª no nos vamos a ir", dec¨ªan sonriendo. A Javi, un joven de 29 a?os que ven¨ªa acompa?ado de tres amigos, le chorreaba la cara rojo y amarillo. Ni la pintura de su rostro difumin¨¢ndose por el agua le hac¨ªa plantearse la idea de volverse a casa. "Esta noche Espa?a gana, estoy seguro y eso hay que verlo". Con el gol de Villa, millares de pies mojados se despegaron del suelo y se volvi¨® a o¨ªr aquello de "?A por ellos, oe!". Una de las banderas que se agit¨® con m¨¢s br¨ªo fue la de Alfonso que, aunque triplicara la media de edad del recinto, ya era la segunda vez que ve¨ªa ganar a Espa?a en las afueras del Bernab¨¦u. "Aunque nos mojemos, da igual: ?todo por la Roja!", dec¨ªa mientras buscaba con la mirada a su mujer y a sus nietos.

Al final, todos se fueron a casa felices, mojados y con la promesa de no faltar el martes.