Dos estilos, dos generaciones

Al rostro ani?ado de Lahm se le iluminaron los ojos cuando, tras la exhibici¨®n de Alemania ante Australia, un reportero le coment¨® que se hab¨ªan parecido a Espa?a. "Bueno, eso intentamos, pero Espa?a lleva jugando as¨ª dos a?os. Nosotros, un partido". La reflexi¨®n del capit¨¢n germano fue premonitoria porque Alemania perdi¨® la jovialidad del estreno en los compromisos posteriores, ante Serbia y Ghana, quiz¨¢ porque es un equipo al que todav¨ªa le est¨¢n saliendo los dientes. Con figuras emergentes como ?zil y Thomas M¨¹ller, a la Nationalmannschaft le falta cuajo.

Pero a su entrenador, Joachim L?w, le sobra vocaci¨®n para a?adirle a su selecci¨®n "cosas bonitas" a los valores tradicionales del f¨²tbol germ¨¢nico: la fuerza, el poder¨ªo y la velocidad. Alemania avanza en ese sentido desde antes de su Mundial en 2006, con J¨¹rgen Klinsmann y, despu¨¦s del mismo, con L?w. " ser¨¢ el contraste entre la ligereza de la juventud frente a la clase internacional", explic¨® L?w a fin de quitarles presi¨®n a sus muchachos y traspas¨¢rsela a los ingleses. Ellos constituyen una generaci¨®n de oro capitaneada por Gerrard y Lampard, fracasada hasta la fecha y ante su ¨²ltima oportunidad. En efecto, Alemania es, tras Ghana, la selecci¨®n m¨¢s joven de las participantes, con una media de 25 a?os y 128 d¨ªas; e Inglaterra es la m¨¢s vieja con 29 a?os y 53 d¨ªas. Capello eligi¨® el combinado ingl¨¦s con m¨¢s internacionalidades y el m¨¢s veterano de la historia de la Copa del Mundo, por encima del de Suiza 1954, cuando Stanley Matthews se present¨® con 39.

"Nosotros estamos creciendo", se apunt¨® Lahm al argumento de su entrenador, consciente de que el punto d¨¦bil de Alemania est¨¢ en la defensa. "Mertesacker ha cometido algunos errores sorprendentes para su t¨¦cnica", admiti¨® el lateral derecho del Bayern. Lesionado Cacau, Alemania teme m¨¢s no poder contar con "el coraz¨®n del equipo", como defini¨® L?w a Schweinsteiger, el mediocentro del Bayern, con molestias musculares. Capello recupera al central King, pero prefiere seguir con Upson como acompa?ante de Terry. Su formaci¨®n ser¨¢ la misma que derrot¨® a Eslovenia, satisfecho el italiano con el rendimiento de Milner en el interior derecho y el de Defoe como segundo punta, por detr¨¢s de Rooney.

Desde 1966, Inglaterra siempre ha visto la proa de Alemania en los Mundiales posteriores. Precisamente por eso, Alemania es el enemigo a batir. Sobre todo despu¨¦s de haber ca¨ªdo en duelos directos en M¨¦xico 1970, en Italia 1990 y en la Eurocopa de Inglaterra 1996, las dos ¨²ltimas citas por penaltis. A tenor de los precedentes, es l¨®gico el terror de los ingleses a la tanda de penaltis. Para conjurarlo, qui¨¦n mejor que David James, convertido en Juan Sin Miedo desde que se propusiera como sustituto de Green tras su cantada ante Estados Unidos.

Mientras, el or¨¢culo alem¨¢n del f¨²tbol, Franz Beckenbauer, se atrevi¨® a criticar el estilo "primitivo" de los ingleses y su retorno a la "patada a seguir". Una exageraci¨®n de Beckenbauer, aunque s¨ª se ha abierto una brecha futbol¨ªstica entre ambos pa¨ªses. Alemania e Inglaterra caminan en direcciones opuestas. Dos estilos, dos generaciones, dos mundos.