Un bar¨®n regional que hace sombra a la canciller
El democristiano Christian Wulff tiene que ganar el mi¨¦rcoles. Entre sus correligionarios y los liberales suman 21 votos m¨¢s que el resto de partidos en la Asamblea federal. As¨ª que su victoria ser¨ªa pan comido si el Gobierno de Angela Merkel no anduviera desde hace semanas en la cuerda floja. La perdida de su mayor¨ªa en la C¨¢mara alta (Bundesrat) en mayo supuso un punto de inflexi¨®n para la coalici¨®n democristiana-liberal.
Las impopulares ayudas a Grecia y la gesti¨®n de la crisis del euro distanciaron a muchos votantes de la canciller. Adem¨¢s, los partidos de la coalici¨®n de Gobierno han dado una imagen de desuni¨®n que los ha hundido en las encuestas. Y si la CDU ha ca¨ªdo en intenci¨®n de voto y en simpat¨ªas, el FDP se ha despe?ado hasta rozar la insignificancia. El ala conservadora de la CDU y buena parte del FDP culpan de ello a Merkel y al l¨ªder liberal, el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle. Y si pierde Wulff, pierden ambos.
Si llega a ocupar el palacio presidencial, Merkel se librar¨¢ de un rival interno
La candidatura de Joachim Gauck ofrece a los democristianos y liberales descontentos una estupenda posibilidad de pasar factura. Gauck no es un izquierdista y todo el mundo conoce sus m¨¦ritos. Lo que pocos entienden es qu¨¦ ventajas ofrecer¨ªa la elecci¨®n de Wulff, que desde hace siete a?os preside una coalici¨®n de CDU y FDP en Baja Sajonia. A sus 51 a?os, Wulff solo se ha dedicado a la pol¨ªtica. Comparado con el historial de Gauck, parece bastante aburrido.
Wulff a¨²n iba al colegio cuando empez¨® su militancia en la CDU. Se licenci¨® en derecho antes de presentarse como candidato en Baja Sajonia en 1994 y en 1998. Perdi¨® ambas elecciones ante el socialdem¨®crata Gerhard Schr?der, cuya aplastante victoria en 1998 le sirvi¨® de trampol¨ªn a la Canciller¨ªa federal. Tras pasar durante todo ese tiempo en la oposici¨®n de provincias, Wulff se present¨® en 2003 de nuevo y gan¨®. En 2008 fue reelegido. Hoy es uno de los cuatro vicepresidentes de la CDU. Su perfil pol¨ªtico es liberal-conservador, a la derecha del de Merkel. Wulff no se ha privado casi nunca de mostrar sus desacuerdos con la canciller. Su llegada al palacio presidencial supondr¨ªa un cierto riesgo para Merkel. Pero al final se librar¨ªa de un adversario interno. Como presidente federal, Wulff no podr¨ªa desbancarla.
La canciller despeja as¨ª la c¨²pula democristiana de posibles contrincantes, pero tambi¨¦n se a¨ªsla cada vez m¨¢s. Es obvio que eligi¨® a Wulff por intereses partidistas y para satisfacer al ala conservadora de la CDU. Cuando los socialdem¨®cratas le ofrecieron un acuerdo para presentar juntos a Gauck, Merkel respondi¨® con SMS: "gracias por la informaci¨®n y saludos cordiales am".
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