Ilusiones rotas

La incursi¨®n de Luis Miguel V¨¢zquez en el cartel solamente se justifica por la gloria pasada de su apoderado, Paco Alcalde, al que brind¨® el primer toro, y ese af¨¢n de las televisiones regionales por mostrar las bondades de los espadas de la tierra. Insistente y esmerado, no tuvo ideas claras, ni cuid¨® demasiado la lidia. El p¨²blico le respet¨® por su valor seco ante los derrotes que aguant¨® por el pit¨®n izquierdo en el inv¨¢lido que sali¨® en sexto lugar. El p¨²blico no prest¨® atenci¨®n, enfadado por ver la lidia de un toro que no se ten¨ªa en pie.

El verdadero inter¨¦s del cartel estaba en ver a Carlos Escolar Frascuelo y a Fernando Roble?o en Las Ventas. Al primero por veterano, rom¨¢ntico y venerado y que, tras quedarse sin pase¨ªllo en San Isidro, hizo unas declaraciones retando a Jos¨¦ Tom¨¢s, todav¨ªa convaleciente, para caldear el ambiente y centrar comentarios. Al segundo porque tras una oreja de m¨¦rito en la feria ven¨ªa a corroborar un buen momento.

Sin embargo, la realidad del ganado y la crudeza de la temporada truncaron las ilusiones de ambos diestros. Frascuelo no defraud¨® a sus fieles. Mantiene sus formas. Comienzos de faena con sabor a?ejo, ver¨®nicas con dos medias de buena factura y desplantes pintureros cada vez que perd¨ªa el enga?o. Con verdad, tras brindar al p¨²blico, dej¨® cuatro muletazos de castigo y un cambio de mano al inicio de la faena del cuarto. No hubo m¨¢s, pero esta torer¨ªa a?eja le da cr¨¦dito para volver a pedir una tarde en la c¨¢tedra del toreo.

Fernando Roble?o no pudo confirmar su resurrecci¨®n tras el triunfo de la feria. Valiente, esforzado, persiguiendo a los mansos dispuesto a todo, se va con una tarde m¨¢s en su historial y una oportunidad menos para volver a las grandes ferias.