Los peligros que acechan al porvenir de Europa
J¨¢uregui: "No hay que apelar a la ilusi¨®n, sino al miedo" - Bilbao: "Los Estados deben perder el v¨¦rtigo a ceder poder"
El socialista Ram¨®n J¨¢uregui y la peneuvista Izaskun Bilbao viven su primera legislatura en el Parlamento Europeo cuando la UE atraviesa una de sus m¨¢s complejas crisis.
Pregunta. En los momentos de crisis los procesos hacia la construcci¨®n europea siempre se han ralentizado. ?C¨®mo se puede superar esta situaci¨®n y volver a caminar juntos?
Izaskun Bilbao. A la crisis econ¨®mica hay que sumar, aunque no sea dram¨¢tica, cierta crisis pol¨ªtica. Con la situaci¨®n de Grecia o la de Espa?a nos han preguntado muchas veces si realmente el euro estaba en crisis, si pod¨ªa desaparecer y qu¨¦ iba a ser del proyecto europeo. Y ante esto tengo clar¨ªsimo que hay que reforzar el proyecto europeo y apostar por ello. Hace poco le escuchaba a un responsable pol¨ªtico que tuvo mucho que ver en la reunificaci¨®n alemana decir: "Yo, con el trabajo que he realizado, estoy un poco preocupado, porque antes pens¨¢bamos que lo que era bueno para Europa era bueno para Alemania, y ahora, sin embargo, estoy viendo que hay reflexiones tentadoras en sentido contrario, y tenemos que recuperar esa idea de m¨¢s Europa". Los Estados tienen que perder ese v¨¦rtigo a conceder alg¨²n poder que consideren parte de su soberan¨ªa a favor del proyecto europeo, pero para esto habr¨¢ que definir claramente el proyecto europeo, y de manera urgente mostrar un liderazgo clar¨ªsimo.
"La crisis ha puesto de manifiesto que no podemos gobernar la zona euro con 16 presupuestos diferentes"
"Desde la incorporaci¨®n de los pa¨ªses del Este en 2004 el proyecto federalista europeo se ha ralentizado"
"Hay muchas regiones que en t¨¦rminos de empleo, de bienestar, son ejemplos de ¨¦xito que debi¨¦ramos aprovechar"
"A la ciudadan¨ªa tiene que llegar una reflexi¨®n madura de los responsables europeos en este momento"
"Debemos convencer a los ciudadanos de que Europa es necesaria sobre la base de que sin ella estamos condenados"
"Los Estados tienen que estar dispuestos a ser generosos. ?Si no tienes Europa, qu¨¦ tienes?"
Ram¨®n J¨¢uregui. La puesta en marcha del Tratado de Lisboa como nueva arquitectura institucional ha empezado a funcionar. Otra cosa es que los liderazgos del presidente Van Rompuy o de la se?ora Margaret Ashton sean m¨¢s o menos intensos. Probablemente son manifiestamente mejorables. Y frente a la crisis, la UE no tiene m¨¢s remedio que reaccionar con cosas que me parecen fundamentales, como la creaci¨®n de nuevos instrumentos de estabilizaci¨®n financiera y monetaria, y, por tanto, la necesidad imperiosa de tener un Fondo Monetario Europeo y una nueva gobernanza econ¨®mica. Lo que ha puesto de manifiesto la crisis es que no podemos gobernar la zona euro de una sola moneda con 16 presupuestos y pol¨ªticas fiscales diferentes. Lo que ha surgido como un vendaval es la necesidad de una convergencia econ¨®mica en la zona euro que nos va a llevar a cosas tan importantes como, por ejemplo, que los presupuestos de cada naci¨®n, antes de aprobarse en el Parlamento respectivo, tengan que ser visados por las autoridades europeas, y as¨ª sucesivamente. Es decir, nuevas cesiones de soberan¨ªa en la pol¨ªtica econ¨®mica para mayor integraci¨®n pol¨ªtica europea.
P. En una situaci¨®n de crisis siempre habr¨¢ m¨¢s reticencias de los Estados a ceder en su soberan¨ªa, tanto a Bruselas como a las regiones.
I. B. Desde el punto de vista organizativo, ser¨ªa m¨¢s correcto para incorporar esa diversidad y ese conocimiento dar m¨¢s legitimidad a las instituciones, sobre todo al ver que muchas regiones han superado a sus propios Estados. Hay muchas regiones que en t¨¦rminos de conocimiento, de creatividad, de generaci¨®n de empleo, de niveles de bienestar, de educaci¨®n, son ejemplos de ¨¦xito que debi¨¦ramos aprovechar. Me da igual que sea Baviera, Flandes o Irlanda.
P. ?M¨¢s regi¨®n y menos Estado, hacia un modelo federal?
R. J. Tengo que confesar que el proceso federalista europeo est¨¢ parado, y tenemos que ser conscientes de eso. Desde la incorporaci¨®n de los pa¨ªses del Este en 2004 el proyecto federalista europeo se ha ralentizado, y de hecho todav¨ªa estamos digiriendo la Europa a 27. Es una Europa con una enorme complejidad t¨¦cnica para actuar.
I. B. Ante la crisis hay que acercar las instituciones europeas y hay que hablar de desarrollos locales y regionales, porque de esa manera cada uno conoce su tejido regional y su problem¨¢tica, las potencialidades y las debilidades, y es m¨¢s f¨¢cil aportar soluciones desde lo local que desde lo global. Tenemos que ir construyendo una Europa de abajo arriba que, adem¨¢s, legitime las instituciones, que les d¨¦ credibilidad ante la ciudadan¨ªa europea, y dotarle de transparencia. Ese es otro de los problemas que me ha chocado cuando he llegado a Bruselas. La falta de transparencia es evidente. Cada pa¨ªs quiere tener su informaci¨®n, y luego te dicen: "Esto es lo que han decidido los Estados".
P. ?C¨®mo se puede ilusionar a los ciudadanos en este momento dif¨ªcil para que acepten ese proyecto com¨²n, sin prevenci¨®n ni desconfianza?
R. J. Lo que dir¨ªa en primer lugar es que no es f¨¢cil recuperar la ilusi¨®n porque se ha perdido emoci¨®n europe¨ªsta.
P. Ilusi¨®n que, adem¨¢s, no transmiten los l¨ªderes.
R. J. Efectivamente, no la transmiten. En esta p¨¦rdida de la emoci¨®n dir¨ªa que hay una peligrosa tendencia neonacionalista en los Estados, como se ha puesto de manifiesto, por ejemplo, en el caso de Alemania. Hay que hacer una apelaci¨®n no a la ilusi¨®n, sino al miedo. Tenemos que convencer a los europeos de que Europa es necesaria sobre la base de que sin ella estamos condenados. No s¨¦ si es posible emocionarles.
P. Llegamos entonces a la tesis de Alain Touraine, cuando dice que Europa est¨¢ fracasando.
R. J. Estoy convencido.
I. B. Tengo clar¨ªsimo que los Estados tienen que estar dispuestos a cambiar desde dentro, a ceder, a ser generosos. ?Si no tienes Europa, qu¨¦ tienes? O espabilamos o fracasaremos, y no ser¨¢ responsabilidad de la ciudadan¨ªa. A la ciudadan¨ªa tiene que llegar una reflexi¨®n madura de los responsables europeos en este momento.
P. Pero no solo a nivel econ¨®mico; sobre todo a nivel pol¨ªtico.
I. B. Lo digo a todos los niveles, pero para que t¨² puedas relacionarte con fortaleza tienes que sentirte fuerte, y en este momento Europa no se siente fuerte. Comparto lo que dice Ram¨®n: hay un riesgo. Si Alemania, con la autoridad que ten¨ªa Angela Merkel, en un primer momento dice "tenemos que salir reforzados; ese es el proyecto europeo", hubiera tenido otro liderazgo. Ha estado tres meses dudando, y al final le han castigado en las urnas.
R. J. En el terreno pol¨ªtico me gustar¨ªa a?adir algo en que tenemos que ir pensando. Vamos a poner en marcha ahora la iniciativa ciudadana, una de las propuestas del Tratado de Lisboa, que consiste en que un mill¨®n de ciudadanos europeos puedan presentar proyectos de ley. Otra cosa que me parece importante es la organizaci¨®n de los partidos a nivel supranacional para construir un organigrama y una direcci¨®n pol¨ªtica que est¨¦ a la altura de la realidad europea. Tercero: es fundamental elegir al presidente de la UE en elecci¨®n directa. Con estas medidas y algunas m¨¢s hay que ir produciendo lo que llamar¨ªamos una vertebraci¨®n de sociedad europea junto a la pol¨ªtica europea.
I. B. Comparto algunas de las ideas que adelanta Ram¨®n, pero habr¨ªa que definir tambi¨¦n otras circunscripciones electorales, que no sean solamente las del Estado. Estoy de acuerdo en la elecci¨®n directa del presidente de la UE y en que las listas puedan presentarse con un car¨¢cter supranacional, pero hace falta una circunscripci¨®n electoral que responda realmente a la sensibilidad que tiene cada uno de los Estados en Europa, y que los parlamentos regionales puedan tambi¨¦n impulsar iniciativas legislativas.
P. ?En esta situaci¨®n cu¨¢les son los retos m¨¢s urgentes?
R. J. Tenemos un problema capital: hacer compatible la competitividad de nuestra econom¨ªa en una econom¨ªa globalizada con la solidaridad, la cohesi¨®n social y la sostenibilidad. Esa ecuaci¨®n golpea fuertemente en Europa nuestro modelo de bienestar. Este es el gran debate ideol¨®gico y pol¨ªtico que tiene en este momento la UE. Segundo: tenemos un problema grav¨ªsimo de capital humano, de dependencia energ¨¦tica brutal, de un importante reto demogr¨¢fico unido al tema de la inmigraci¨®n. Europa necesita en torno a cien millones de personas en los pr¨®ximos 30 a?os. Por ¨²ltimo, una Europa con pol¨ªtica exterior y defensa comunes. Estos son, para m¨ª, los retos a medio plazo.
I. B. En primer lugar, tiene que haber un cambio radical sobre la forma de hacer pol¨ªtica en Europa, una pol¨ªtica m¨¢s aperturista, m¨¢s transparente y con m¨¢s participaci¨®n a nivel local y regional. Europa tiene que definir bien un proyecto econ¨®mico que est¨¦ basado en una econom¨ªa real y no como hemos visto en algunos pa¨ªses, que han fracasado siendo fuente y parte de la crisis que estamos padeciendo. Una econom¨ªa donde se refuercen las colaboraciones del ¨¢mbito p¨²blico y privado. En algunos lugares esas sinergias de lo p¨²blico y lo privado han sido exitosas. En el tema de la innovaci¨®n, el tema del capital humano, estoy totalmente de acuerdo con la sostenibilidad y la cohesi¨®n. En el del Ej¨¦rcito y de una pol¨ªtica com¨²n exterior, tambi¨¦n. Pero ante problemas como los de Cisjordania y Gaza, vuelvo al tema de los valores. ?Qu¨¦ hacemos como Europa en el tema de los derechos humanos en el mundo? Sea cual sea la circunstancia, dentro del proyecto futuro tambi¨¦n se debe recuperar esa legitimidad de la defensa de los valores, de los derechos humanos, por encima de todo. Ese es otro reto para poder identificarnos como europeos.
Ram¨®n J¨¢uregui
Ram¨®n J¨¢uregui (San Sebasti¨¢n, 1948), ingeniero t¨¦cnico y abogado, inici¨® su larga carrera pol¨ªtica como concejal donostiarra y l¨ªder de UGT-Euskadi. En 1983, fue nombrado delegado del Gobierno en el Pa¨ªs Vasco, hasta que en 1987 fue elegido vicelehendakari en el Ejecutivo de Jos¨¦ Antonio Ardanza, puesto que ocup¨® cuatro a?os. Despu¨¦s, entre 1995 y 1997, fue consejero de Justicia y Trabajo. Ha sido tambi¨¦n secretario general del PSE durante diez a?os y diputado por ?lava de 2000 a 2009. Desde junio pasado es parlamentario europeo.
Izaskun Bilbao
De familia de pescadores de Bermeo, donde naci¨® en 1961, Izaskun Bilbao se licenci¨® en Derecho en Deusto. Muy joven se afili¨® al PNV, fue secretaria interventora y luego concejal de Kortezubi. Posteriormente, trabaj¨® en los departamentos de Cultura e Interior, y en la anterior legislatura fue elegida la primera mujer que acced¨ªa a la presidencia del Parlamento vasco. Encabez¨® la lista de su partido en las elecciones europeas del a?o pasado, lo que le supuso el esca?o que ahora ocupa en Estrasburgo.
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