La Unesco vuelve a la carga contra la Torre Pelli de Sevilla
El organismo baraja desposeer a la ciudad de su condici¨®n de Patrimonio Mundial
Un grupo de personas proclam¨® en la Edad Media: "Fagamos una obra tal e tan grande que los que la vieren acabada nos tomen por locos". El resultado de su sue?o fue la catedral de Sevilla. Varios siglos despu¨¦s, una amenaza planea sobre la catedral g¨®tica m¨¢s grande del mundo. Este templo gigantesco y repleto de tesoros art¨ªsticos puede dejar de pertenecer a la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. La Organizaci¨®n de las Naciones Unidas para la Educaci¨®n, la Ciencia y la Cultura reclam¨® en 2009 que se parase la construcci¨®n de un rascacielos de 178 metros de altura. La Unesco quiere que el Gobierno informe sobre el alcance del impacto de la Torre Pelli sobre la catedral, el Real Alc¨¢zar y el Archivo de Indias (los tres monumentos que permitieron que Sevilla entrara en la lista del Patrimonio Mundial).
El rascacielos, de 178 metros, estar¨¢ muy cerca de la catedral y del Real Alc¨¢zar
Dresde ha sido por ahora la ¨²nica ciudad expulsada del club Unesco
Ha pasado un a?o y ninguna instituci¨®n ha movido ficha. De hecho, el Ministerio de Cultura recalc¨® en 2009 que no tiene poder para paralizar la construcci¨®n de la Torre Pelli, que promueve Cajasol. Y las obras del rascacielos contin¨²an en la Isla de la Cartuja. Un grupo de representantes del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (Icomos), una organizaci¨®n que asesora a la Unesco en materia de conservaci¨®n del patrimonio mundial, visit¨® ayer las obras de la Torre Pelli. Su cara era un poema tras ver que las obras no han parado y que sus promotores han hecho caso omiso a la Unesco. El Comit¨¦ de Patrimonio Mundial se reunir¨¢ en Brasilia entre el 25 de julio y el 3 de agosto. Uno de los asuntos a tratar ser¨¢ el impacto del rascacielos sobre la catedral, el Real Alc¨¢zar y el Archivo de Indias.
"No somos muy optimistas. Las obras no han parado. No ha habido ning¨²n cambio", afirm¨® ayer V¨ªctor Fern¨¢ndez Salinas, vicesecretario de Icomos-Espa?a, rodeado de arquitectos en el aula magna de la Escuela de Arquitectura de Sevilla. "Un escenario realista es que Sevilla entre, tras la reuni¨®n de Brasilia, en la lista de Patrimonio Mundial en Peligro de la Unesco. Y podr¨ªa ocurrir que, en el peor de los casos, expulsaran a Sevilla", afirm¨® Fern¨¢ndez Salinas.
"Solo ha habido una expulsi¨®n de la lista de la Unesco en Europa. Dresde (Alemania) estuvo en la lista de peligro de la Unesco. Y pasaron cuatro o cinco a?os desde las distintas llamadas de atenci¨®n hasta que fue expulsada", agreg¨® Fern¨¢ndez Salinas. La Unesco expuls¨® en 2009 de la lista del Patrimonio Mundial al valle del Elba, en Dresde, por la construcci¨®n de un puente. "No creo que Sevilla necesite rascacielos. Llamamos a la responsabilidad del Ayuntamiento de Sevilla, la Consejer¨ªa de Cultura de la Junta de Andaluc¨ªa y el Ministerio de Cultura", concluy¨® Fern¨¢ndez Salinas.
Por su parte, Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa de Miguel, vicepresidente de Icomos-Espa?a, fue tajante: "Dresde fue expulsada por la construcci¨®n de un puente. A Dresde la han expulsado por no hacer los deberes. Entrar en la lista del Patrimonio Mundial en Peligro de la Unesco ser¨ªa una tragedia para Sevilla y la propia Espa?a. Si eso ocurriera, se pondr¨ªa en entredicho la capacidad de Espa?a para gestionar su Patrimonio Mundial", dijo Garc¨ªa de Miguel.
El arquitecto Fernando Mendoza utiliz¨® un argumento cartesiano. "Espa?a tiene 41 monumentos mundiales. Si no los cuidamos, lo l¨®gico es que nos expulsen", coment¨®. Mendoza compar¨® la Sevilla del siglo XXI con el Egipto de los faraones y la Torre Pelli, con las pir¨¢mides. "El juego es hacer un edificio el doble de alto que la Giralda [que corona la catedral]. Es decir, hacer la pir¨¢mide del fara¨®n", recalc¨® Mendoza. "Hoy en d¨ªa, las torres no se hacen con el trabajo de esclavos, sino con el trabajo de m¨¢quinas", precis¨® el arquitecto. ?Y qui¨¦n es el fara¨®n que quiere perpetuar su fama a lo largo de los siglos? Mendoza no quiso dar ning¨²n nombre.
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