La guerra del libro digital
Se ha recrudecido la guerra entre los lectores de libros electr¨®nicos con la espectacular bajada de precio de dos de los principales contendientes. Se acerca el momento en que el aparato llegue a las masas y que los editores que a¨²n se resisten padezcan las consecuencias.
Barnes & Noble, la mayor cadena de librer¨ªas de Estados Unidos, ha bajado a 199 d¨®lares el precio de su Nook. Apenas unas horas despu¨¦s Amazon redujo el costo de su Kindle a 189 d¨®lares.. Aparato algo primitivo (lo sigue siendo con su navegaci¨®n por teclas y pantalla blanco y negro), pero que sali¨® con una base de 80.000 t¨ªtulos (su predecesor, el Reader de Sony, apenas con 25.000). A su favor jug¨® la confianza de la gente en Amazon, y la identificaci¨®n de la marca con la venta de libros. Hoy Amazon dispone de m¨¢s de 500.000 t¨ªtulos y hace poco empez¨® a ofrecer cierto material en otros idiomas: espa?ol, franc¨¦s y alem¨¢n, entre otros.
Pese a que el descenso de precios ocurre normalmente en este tipo de aparatos electr¨®nicos, en el caso de los lectores de libros se suma la aparici¨®n en abril del iPad de Apple. Su versi¨®n m¨¢s econ¨®mica vale 500 d¨®lares, pero se trata de un aparato a color, con pantalla t¨¢ctil, casi similar a una computadora.
La importancia de esta fase en la guerra de precios proviene de que muchos analistas consideran que por 150 d¨®lares estos aparatos atraer¨¢n el consumo masivo.
El iPad ha vendido tres millones en 80 d¨ªas y los libros figuran entre las aplicaciones m¨¢s vendidas. El Kindle parece haber vendido m¨¢s de tres millones desde su aparici¨®n (no hay cifras oficiales), y el a?o pasado Amazon se ech¨® a la bolsa mil millones (entre libros y lectores). El mercado del libro ya es significativo, y la rebaja del precio de los aparatos s¨®lo puede incrementarlo. Vale la pena destacar que Amazon vende algunos t¨ªtulos por debajo de coste para captar mercado.
?Qui¨¦n ganar¨¢? Antes de aventurar una respuesta hace falta precisar que la batalla se libra en tres campos: los aparatos (hardware), las aplicaciones (software) y el contenido.
En el rengl¨®n de los aparatos: se trata de un viejo problema, similar al de la navaja suiza versus sacacorchos. Algunos prefieren un cuchillo caro con varias hojas y dispositivos, mientras otros optan por gastar s¨®lo en un filo y la espiral que abre c¨®modamente una botella.
En materia de software, por ahora parece contar menos la calidad de cada aplicaci¨®n (el iBooks de Apple es m¨¢s agradable) que la iniciativa de Amazon de crear una plataforma que permite leer sus libros en cualquier computadora, tel¨¦fono m¨®vil o tableta (Apple aplica su inflexible integraci¨®n entre programas que controla y sus m¨¢quinas).
En cuando a contenido, Barnes & Noble y Apple tienen acceso a muchos editores, pero Amazon los supera considerablemente en su oferta de t¨ªtulos.
La historia ense?a que hay sitio para la navaja suiza y el sacacorchos. Lo importante es que el n¨²mero de compradores de libros electr¨®nicos aumenta, y los editores que se niegan a poner su material online corren el riesgo de quedarse atr¨¢s.
La experiencia de un consumidor compulsivo puede servir de algo: despu¨¦s de haber adquirido uno de los primeros Kindle no pude resistir comprar un iPad. Desde entonces abandon¨¦ mi lector especializado por las mismas razones que dejamos la tele en blanco y negro por la color; pero la iron¨ªa es que sobre mi iPad leo libros comprados en Amazon. Ya los hab¨ªa comprado, su oferta es mayor y tienden a ser m¨¢s baratos. De tal manera que en mi iPad, capaz de hacer casi lo mismo que una computadora, leo mis libros de Amazon. Apple tiene el mejor aparato, Amazon el mejor contenido.
No tengo por qu¨¦ escoger... mientras espero la llegada del gorila de mayor peso: Google Editions, que se lanzar¨¢ este verano con parte de los 12 millones de t¨ªtulos que ya tiene escaneados.
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