"Jugar ante Murray es frustrante"

Neville Godwin fue la primera v¨ªctima del brit¨¢nico Andy Murray. "?No puede ser que est¨¦ perdiendo contra este t¨ªo!", gritaba el sudafricano tras intentar pegarle un pelotazo. "?Juegas como un ni?o de 12 a?os!", le acusaba a chillidos el veterano, que punto a punto agot¨® su carrera aquella tarde de verano. Godwin, seg¨²n Time, dur¨® solo tres partidos m¨¢s como profesional. Le hab¨ªa ganado un ni?o de 15 a?os que jugaba su segundo partido oficial con la malicia de un perro viejo, ni un riesgo, ni un tiro acelerado, todo parsimonia, privilegiada lectura t¨¢ctica y espera del error contrario. Ese era Andy Murray, rival hoy (Cuatro y Canal+, ) de Rafael Nadal en semifinales de Wimbledon, hace siete a?os. Ese sigue siendo el escoc¨¦s, tenista de privilegiadas manos. Un hombre que ha hecho de aquella bendici¨®n un pecado.

"Andy busca que el rival pierda, no ganar. Hace jugar mal a sus rivales", dice Petchey

"Andy busca que el rival pierda el partido, no ganarlo ¨¦l. Hace jugar mal a sus rivales. Es fuerte decir eso, pero tambi¨¦n es cierto. Jugar contra ¨¦l es frustrante", dice sobre el c¨¦sped de la zona de jugadores Mark Petchey, que entren¨® al n¨²mero cuatro cuando debut¨® entre los profesionales. "Mezcla el juego, un golpe corto aqu¨ª, un toquecito en carrera por all¨ª, y logra ganadores con golpes que no son limpios, pero que siempre acaban inc¨®modamente en los pies de los rivales", prosigue. "Se mueve tan bien que pone much¨ªsima presi¨®n en los contrarios. Eso te pudre la confianza", a?ade. "El tenis refleja la personalidad del tenista. Andy tiene una actitud a lo Bill Tilden, uno de los mejores: cree que un partido se pierde, no se gana. Esa es su filosof¨ªa: no cometer errores, no ganarse a s¨ª mismo. Y eso es lo que le ha impedido ganar a los mejores en sus mejores d¨ªas: no encuentra una marcha extra que acompa?e a su talento".

El n¨²mero cuatro ha perdido 7 de los 10 enfrentamientos que le han medido a Nadal, un tenista que ha hecho de lo excepcional algo frecuente: juega su cuarta semifinal de Wimbledon seguida y, si disputa su d¨¦cima final grande, se unir¨¢ a Roger Federer, Pete Sampras, John McEnroe, Bjorn Borg y Boris Becker en la exclusiva lista de los que lo han hecho cuatro veces seguidas en Wimbledon. Murray busca ser el primer brit¨¢nico que vence en Londres el torneo masculino desde Fred Perry en 1936. Murray juega bajo la terrible presi¨®n de los medios locales, a los que de vez en cuando invita a cervezas. Y Murray tiene fresca en la memoria su mejor obra.

"Los dos mejores sets que le he visto jugar nunca a Andy", explica en un restaurante Brad Gilbert, ex n¨²mero cuatro y ex t¨¦cnico de la triple A (Andy Murray, Andre Agassi y Andy Roddick); "fueron contra Nadal en cuartos del ¨²ltimo Abierto de Australia (el espa?ol se retir¨® cuando arrancaba el tercero)". "Andy", sigue Gilbert, que hoy tambi¨¦n prestar¨¢ atenci¨®n al Novak Djokovic-Tomas Berdych, "tiene la habilidad de ser impredecible... y nunca le hab¨ªa visto jugar tan al ataque, tan agresivo. Depender¨¢ mucho de su primer saque".

Por un d¨ªa, Murray jug¨® a pecho descubierto. Por una vez, Murray ("muy talentoso", dice Toni Nadal), jug¨® al ataque, con todas sus armas. Y por fin, contra Nadal, que hoy mima sus rodillas y protege su cargadas lumbares, que toca tan bien la pelota como para firmar estad¨ªsticas asombrosas (12 errores no forzados en 230 puntos jugados bajo la presi¨®n extrema de Soderling), Murray comprendi¨® lo que le reclamaba, enloquecido, el pobre Neville Godwin. Hoy a Nadal le espera el h¨¦roe local en la pista central.

Semifinales femeninas. S. Williams-P. Kvitova: 7-6(5) y 6-2; V. Zvonareva-T. Pironkova: 3-6, 6-3 y 6-2. Final (ma?ana, 14.00, Canal +).