Charles Lloyd: el gigante amable del jazz
Existe un v¨ªdeo de Charles Lloyd, a?os sesenta, en el que puede verse al saxofonista interpretando una de sus piezas y a su pianista de entonces, un jovencito y gre?udo Keith Jarrett, apart¨¢ndole a codazos, qu¨ªtate t¨² que me pongo yo.
Desde entonces, el discreto jazzista de 72 a?os ha pasado por media docena de crisis existenciales y otros tantos per¨ªodos de hibernaci¨®n en las monta?as de California, dedicado al cultivo de las alcachofas.
En los ochenta regres¨® a los escenarios a su estilo, de cuclillas y como pidiendo perd¨®n por las molestias. Treinta a?os m¨¢s tarde, Lloyd ha viajado hasta Getxo (Vizcaya) para abrir la XXXIV edici¨®n del Festival de Jazz de dicha villa, primero de cuantos se celebran en el Pa¨ªs Vasco en fechas como estas.
Charles Lloyd New Quartet
XXXIV Festival de Jazz de Getxo Jueves 1 de julio. Lleno.
El m¨²sico es l¨ªrico por vocaci¨®n y espiritual por tradici¨®n
Su aparici¨®n fue como ¨¦l suele hacer las cosas, callada, discretamente y con el apoyo de un tr¨ªo de int¨¦rpretes de muy alta cotizaci¨®n en el mercado de abastos del jazz, tanto que hubo quien se acerc¨® a la plaza Biotz Alai solo por escuchar a Reuben Rogers y a Eric Harland tocar el contrabajo y la bater¨ªa, respectivamente. Nada se diga del pianista Jason Moran, una inagotable fuente de ideas que nunca dejan de sorprendernos. Pero, sobre todo, era ¨¦l: Charles Lloyd.
Uno no se acostumbra a escuchar a un m¨²sico como Lloyd subido a un escenario. Lloyd -mucho mejor en directo que en disco- toca el saxo como la dama de las camelias a punto del desvanecimiento por inanici¨®n. Es l¨ªrico por vocaci¨®n y espiritual por tradici¨®n, la que le liga a su maestro John Coltrane y, mutatis mutandi, a Lester Young. Rara vez sube la voz y, cuando lo intenta (as¨ª, en el calipso que interpret¨® mediado su set), no le sale. Tiene una man¨ªa, y es que no anuncia el nombre de los temas que interpreta: lamentablemente, la ciencia de este humilde cronista no da para tanto, aun habiendo seguido la carrera del saxofonista con el detenimiento y la atenci¨®n que se merece. Menos mal que, con los bises, llegaron las piezas m¨¢s demandadas por sus fans, que muy bien pudieran haberse coreado, en el caso improbable de que exista quien sea capaz de corear una interpretaci¨®n de Charles Lloyd. Primero, su versi¨®n de Rabo de Nube, la canci¨®n de Silvio Rodr¨ªguez que Lloyd ha convertido en algo que tiene muy poco que ver con el original; y Forest Flower, recreaci¨®n de uno de los mayores ¨¦xitos de ventas en la historia del jazz; ¨¦xito que algunos explicaron en la intervenci¨®n pel¨ªn acaparadora del joven Keith Jarrett. El jueves tuvimos a Jason Moran ocupando su lugar y cr¨¦anme: no echamos para nada en falta a Jarrett.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.