La f¨¢brica de La Roja y gualda
Una empresa multiplica por cinco la venta de banderas por el Mundial
La bandera de Espa?a se ha descolgado de los m¨¢stiles oficiales y ha aterrizado en las antenas de los taxis, de los coches particulares; en los balcones y ventanas; en los hombros de los aficionados a modo de capa de superm¨¢n... Todo un despliegue de poli¨¦ster rojo y gualdo ondeante al viento de la mano del Mundial de Sud¨¢frica y de La Roja. Mucho de este patriotismo futbolero procede de la f¨¢brica, Sosa D¨ªas, que dirige Jos¨¦ Luis Sosa D¨ªas en Colmenar Viejo, la ¨²nica que estampa banderas en Espa?a -entre ellas la de la plaza de Col¨®n- y que aguanta ofreciendo calidad y con mucho esfuerzo los envites del mercado asi¨¢tico, sobre todo de China.
"Gracias al Mundial este a?o llevamos vendidas 50.000 banderas espa?olas, cuando normalmente nos encargan unas 10.000. Es una ayuda importante en la situaci¨®n econ¨®mica que vivimos", opina el empresario. El ¨²ltimo pedido entr¨® este mi¨¦rcoles. "De un cliente de Barcelona. Entre 15.000 y 30.000 m¨¢s, est¨¢ por confirmar", dice mientras se afloja la corbata, por supuesto decorada con ense?as multicolores. Porque este uruguayo, que aterriz¨® en Espa?a hace 30 a?os "para prosperar", solo utiliza corbatas con banderas. "Tengo una colecci¨®n de 150, chillonas, para jugar al golf, de las que pasan inadvertidas, incluso una para los entierros", sonr¨ªe.
La bandera m¨¢s emblem¨¢tica que le han encargado es la de la plaza de Col¨®n
En un d¨ªa producen 22.000 metros de insignias de pa¨ªses y comerciales
La empresa Sosa D¨ªas naci¨® hace 26 a?os en una nave de 120 metros cuadrados. Ahora ocupa una superficie de 7.400 metros cuadrados, emplea a 70 personas -100 antes de la crisis- y factura cinco millones de euros al a?o, de los que el 16% proceden de las ense?as que fabrican para pa¨ªses, regiones y autonom¨ªas. El resto lo consigue de estandartes publicitarios "para casas de autom¨®viles, inmobiliarias, en fin, todas esas que se ven por ah¨ª". En un d¨ªa producen 22.000 metros de banderas, y estampan casi dos millones de metros de tejido al a?o.
"Contado as¨ª, en dos minutos, parece f¨¢cil pero ha sido un largo camino", rememora. Lleg¨® a Espa?a con 20 a?os y sin papeles "como todo el mundo". Trabaj¨® de vendedor de libros, de cursos y de responsable de ventas para Castilla-La Mancha de una casa de helados, hasta que decidi¨® desempolvar una banderita, asociada a una idea, que le hab¨ªa regalado una profesora al salir de Uruguay "de esas peque?as con una ventosa, para poner en el coche". "En aquel momento pronunci¨¦, sin pensar en las consecuencias futuras, mi frase m¨¢s c¨¦lebre: alg¨²n d¨ªa me dedicar¨¦ a hacer banderas".
Y ah¨ª qued¨®, hasta que decidi¨® convertirse en empresario. "El empuj¨®n definitivo se lo dieron en 1992 los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona y la Exposici¨®n Universal de Sevilla. Consigui¨® ser proveedor en exclusiva de ambos eventos. "Quiz¨¢ lo m¨¢s importante fueron las Olimpiadas. Nos encargaron 25.000 banderas de 286 pa¨ªses y diferentes medidas. Nos supuso 45 millones de las antiguas pesetas".
El pabell¨®n espa?ol m¨¢s emblem¨¢tico y representativo que ha salido de sus m¨¢quinas es "por supuesto" el de la plaza de Col¨®n, en Madrid. La ense?a mide 21 por 14 metros y pesa 38 kilos. "El Ayuntamiento tiene varias banderas iguales, que van cambiando. Cuando la bajan nos la mandan y aqu¨ª la lavamos y arreglamos los desperfectos. Bueno, depende del tipo de aver¨ªa, porque llega un momento en el que no se pueden reparar m¨¢s", explica Sosa. "?Lo que cuesta una bandera como ¨¦sa? No lo puedo decir, es cuesti¨®n de profesionalidad". Lo que s¨ª cuenta es que una bandera de un metro por metro y medio, puede estar entre uno, dos o tres euros, seg¨²n la cantidad que se adquiera. "?La m¨¢s grande? Una para un campo de rugby en Francia, que tapaba la mitad del estadio. Se unen telas, se hacen varios moldes. Es una cuesti¨®n de ir empalmando".
Ahora lucha para capear el vendaval de la crisis econ¨®mica, y sobre todo, la competencia del mercado chino, que considera desleal. "A m¨ª me piden plazo de entrega de 10 d¨ªas, precio chino y acabado espa?ol y, claro, no se puede". Su discurso se endurece al hablar de la calidad de los productos. "Lo que me da mucha bronca, es que ves una bandera de Espa?a fabricada en China y ves que el rojo es rosa y que el le¨®n, que deber¨ªa ser p¨²rpura, pues tambi¨¦n es rosa. Francamente, es vergonzoso".
Sosa intenta convencer a los clientes que compran fuera de que den una oportunidad a lo de aqu¨ª, porque les va a durar m¨¢s y se les va a servir m¨¢s r¨¢pido. "Nosotros exportamos el 40% de la producci¨®n, lo cual quiere decir que no lo hacemos mal". Asegura que las banderas de China no se pueden poner en el exterior, en un m¨¢stil. "Se desintegran a la semana".
En cambio, el que anime hoy a la selecci¨®n con una bandera de su factura, desplegar¨¢ un pabell¨®n con los colores rojo y gualda perfectos y el escudo con las proporciones exactas, sacadas del Bolet¨ªn Oficial del Estado. Y con otra ventaja: estar¨¢ como nueva para los pr¨®ximos mundiales.
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