Gainsbourg, je t'aime
La casa de Gainsbourg es lugar de peregrinaje para sus fans. Del cabar¨¦ Madame Arthur, donde toc¨® el piano, a Maxim's, donde cen¨® con Jane Birkin, Par¨ªs revive su leyenda
El mito de Serge Gainsbourg (1928-1991) cotiza al alza y, como sucede con algunas idolatr¨ªas, parece no tener fin. Desde que el pasado 20 de enero se estren¨® en Francia la pel¨ªcula Gainsbourg, une vie heroique, el pa¨ªs asiste a un revival con devoci¨®n. Ahora se estrena en Espa?a. El director Joann Sfar (Niza, 1971) ofrece un aleg¨®rico mosaico de retratos en los que Gainsbourg, su obra, su vida, sus obsesiones y provocaciones a veces salvajes son mezcladas con trazos de animaci¨®n. Caben el enamoradizo mis¨¢ntropo, el poeta maldito, Gainsbourg y Gansbarre (su ¨¢lter ego versi¨®n macarra) y un elenco femenino encabezado por Laetitia Casta que echa m¨¢s humo que el protagonista, y eso es algo muy dif¨ªcil.
Gu¨ªa
Informaci¨®n
? Oficina de turismo de Par¨ªs (www.parisinfo.com; 0033 892 68 30 00). La web ofrece informaci¨®n sobre los pases tur¨ªsticos, como la Paris Visite, que incluye transporte p¨²blico y descuentos (para uno y hasta cinco d¨ªas, con precios entre 9 y 28,90 euros para adultos).
?Maison de la France en Espa?a (es.franceguide.com; 807 11 71 81), con oficinas en Madrid (Serrano, 16) y Barcelona (Fontanella, 21-23).
Fue Gainsbourg un artista que cant¨® sobre el alcohol, las chicas, la promiscuidad, los empleos l¨²gubres. Letras que se adaptaban a la m¨²sica de manera intelectual y comercial al mismo tiempo. Gainsbourg: perfil grotesco pero atractivo, s¨ªntesis de la belleza y la asimetr¨ªa, espejo m¨¢gico para los menos agraciados y atributo del morbo para los m¨¢s bellos.
La pel¨ªcula recrea una vida emparentada con la ¨¦pica, el malditismo y el talento. Como toda leyenda, precisa una gu¨ªa para mit¨®manos, un recorrido por los espacios en los que se movi¨® un artista que pensaba componer hasta la descomposici¨®n y que tuvo en Par¨ªs una ciudad a su medida.
01 Lyc¨¦e Condorcet
Aqu¨ª estudi¨® Gainsbourg cuando era buen chico y tocaba Nocturnos de Chopin al piano por obligaci¨®n de su padre. Monumento hist¨®rico del barrio noveno, el colegio se halla en el convento de los capuchinos de Saint Louis d'Antin, obra del arquitecto neocl¨¢sico Alexander Theodore Brongniart en 1780. Es uno de los institutos m¨¢s prestigiosos de Par¨ªs. Otros alumnos ilustres fueron Boris Vian, Henri Cartier Breson, Claude Levi Strauss, Paul Valery o Louis de Funes, y hubo profesores como Mallarm¨¦ o Sartre. Gainsbourg nunca fue buen estudiante, pasaba de todo menos de curso, por lo que sali¨® suspendido.
Queda muy cerca de la ?pera de Par¨ªs (tambi¨¦n llamado Palacio Garnier, en referencia al apellido de su arquitecto), edificio neobarroco que mantiene una estupenda tienda donde ojear libros de Maurice B¨¦jart como el apasionante Cartas a un joven bailar¨ªn, en el que se leen algunas de las m¨¢ximas de este genio de la danza contempor¨¢nea: "El arte ha sido creado por artesanos que aprend¨ªan lentamente con un maestro, y ahora se ha deformado su sentido profundo". El espacio est¨¢ lleno de las zapatillas de moda para chicas: las bailarinas. Repetto, la marca de referencia, tiene su tienda a dos pasos (Rue de la Paix, 22) y vale la pena visitarla para recrearse con sus numerosos modelos.
02 Montmartre
Antes de dedicarse a la m¨²sica, Serge se llamaba Lucien, se apellidaba Ginzburg, era un ni?o jud¨ªo, hijo de emigrantes rusos hebreos obligado a llevar la estrella de David en la solapa de su trenca, y so?aba con ser pintor de ¨¦xito. Le avergonzaba su f¨ªsico. Pas¨® gran parte de su infancia en Montmartre, un distrito fundamental en su imaginario, no solo porque aqu¨ª empez¨® a pintar influido por el esp¨ªritu bohemio de este barrio-atalaya, sino tambi¨¦n por los bares de Pigalle. Aqu¨ª conoci¨® a la que fue su primera esposa, Elisabeth Levitsky, la mujer que m¨¢s le dur¨® en el tiempo, artista de vocaci¨®n y modelo espor¨¢dica en la Escuela de Montmartre. Era hija de arist¨®cratas rusos, estaba relacionada con el c¨ªrculo surrealista de Par¨ªs y a su vez ejerc¨ªa de secretaria del poeta y pintor Georges Hugnet, amigo de Salvador Dal¨ª.
Una tarde, Elisabeth quiso sorprender a Lucien y se adue?¨® de unas llaves de su jefe. Lleg¨® la noche y cuando buscaban lugar donde divertirse, Elisabeth abri¨® la puerta de un piso que no era el suyo en la Rue de l'Universit¨¦. Entraron de la mano como quien se adentra en un lienzo negro. La visi¨®n de un universo oscurantista y surreal, donde la exquisitez y lo delirante se fusionaban, marc¨® para siempre a Lucien. Era el piso parisiense de Dal¨ª y Gala. Vali¨® la pena salir de Montmartre por unas horas.
Hoy el barrio conviene visitarlo vac¨ªo de turistas. El esp¨ªritu se ha mercantilizado y la Place du Tertre puede asustar. M¨¢s vistoso resulta descender a Place Dalida, ver el Chateau Brouillard, consultar cartelera en el Cine 13 (?es un milagro que a¨²n exista!) y dejarse llevar por la Rue Lepic. Entregarse al festival de tartas saladas caseras de Le Petit Mitron (Rue Lepic, 26) es un acto de responsabilidad, y parar en Les Deux Moulins (Rue Lepic, 15) es obligado, ya que es el bar donde se rod¨® la pel¨ªcula Amelie y en su interior sobran las referencias al ya m¨ªtico personaje.
03 La bohemia
Unas calles m¨¢s a la izquierda sigue en pie Madame Arthur (Rue Martyrs, 75), cabar¨¦ con espect¨¢culo de otra ¨¦poca, golfo y decadente, donde Gainsbourg empez¨® a tocar el piano por las noches animado por su "¨ªdolo" y amigo Boris Vian. Enfrente, La Fourmi, un bar extraordinariamente bohemio y simp¨¢tico. Cuenta con l¨¢mparas de ¨¦poca y grandes ventanales perfectos para dejar pasar la tarde.
Lucien decidi¨® que, antes que ser un pintor de segunda, ser¨ªa compositor de primera. Fue alumno de Leger en la Academia Montmartre y acab¨® quemando su obra, salvo un autorretrato. El ¨¦xito en la m¨²sica le aportar¨¢ carisma. Entre sus primeros hits se encuentra el himno yey¨¦ Poup¨¦e de cire, poup¨¦e de son (Mu?eca de cera, mu?eca de sonido), compuesto para que France Gall ganara Eurovisi¨®n en 1965. Cambi¨® Lucien Ginzburg por Serge Gainsbourg y se transform¨® en seductor. Cuando fue consciente de su atractivo, cambi¨® su vida. Fue actor, public¨® una novela (Euguenie Sokolov. Ed. Antonio Machado. Madrid, 2008), dirigi¨® cuatro pel¨ªculas...
04 Pont des Arts
Cuenta Elisabeth Levitsky en el documental L'air du temps, dirigido por Jacques Pessis para France 5, que este era el puente favorito de Gainsbourg. Aqu¨ª, haciendo uso de cierta apolog¨ªa del malditismo dandi a lo Baudelaire, m¨¢s de una vez le pidi¨® a Elisabeth que se precipitara al vac¨ªo. Gainsbourg insist¨ªa en que si de verdad le quer¨ªa, la m¨¢s clara demostraci¨®n de amor por su parte consist¨ªa en tirarse al agua y morir por ¨¦l. Hubo veces que la pobre Elisabeth se lo pens¨®, e incluso lleg¨® a sentirse mal por no hacerlo. Hasta que se dio cuenta de que a menudo a su novio se le iba un poco la cabeza. Se separaron, pero jam¨¢s perdieron el contacto, su relaci¨®n dur¨® 44 a?os y en los peores momentos de la vida de Serge ella fue su confidente.
El Pont des Arts es el primer puente met¨¢lico que se construy¨® en Par¨ªs (entre 1801 y 1804) y el m¨¢s acogedor y transitado. Une el Louvre y la Escuela Superior de Bellas Artes. Los d¨ªas de sol cuesta encontrar hueco. Punto de encuentro de turistas, grupos de amigos, m¨²sicos y artistas pl¨¢sticos. El suelo de madera invita a sentarse y a tomarse Par¨ªs con calma. Es peatonal, armonioso, conceptual. Podr¨ªa definirse como un loft p¨²blico sobre el Sena con vistas a L'?le de la Cit¨¦.
05 Cit¨¦ Internationale des Arts
Verdadero templo del morbo: lo que sucedi¨® entre Brigitte Bardot y ¨¦l en su estudio de 23 metros cuadrados ha hecho correr r¨ªos de tinta. Ella lo defini¨® como "Gourbi universitaire". Gainsbourg viv¨ªa becado en el quinto piso, reservado a pintores y m¨²sicos, sin m¨¢s compa?¨ªa que un enorme piano y unas maravillosas vistas de Notre Dame, hasta que la Bardot, sex symbol universal y casada, apareci¨® en su vida para trastocar todos sus puntos cardinales.
Aqu¨ª se compuso la canci¨®n de amor m¨¢s famosa de la historia: Je t'aime... moi non plus (Te amo... yo tampoco). Brigitte se la pidi¨® a Serge en un arrebato de pasi¨®n. La grabaron juntos, pero al final ella prefiri¨® que no sonara en las radios y ¨¦l, ins¨®litamente d¨®cil, acept¨® evitar el esc¨¢ndalo.
06 Rue Verneuil, 5
Puede que sea casualidad o puede que no, el caso es que la Rue Verneuil se encuentra una calle por debajo de la casa que ten¨ªan Dal¨ª y Gala. Serge Gainsbourg compr¨® esta vivienda, en el n¨²mero 5, al iniciar su romance con la Bardot y en la decoraci¨®n predominaba el negro. Seguramente imagin¨® grandes noches en su compa?¨ªa, pero de repente ella se fue para volver con su marido. Gainsbourg convirti¨® entonces el sal¨®n en un museo, recopil¨® todo tipo de documentos gr¨¢ficos y forr¨® la casa con la imagen de BB mientras la desesperaci¨®n se adue?aba de ¨¦l.
Hoy es punto de encuentro de los fans. Cada d¨ªa hay alguien haciendo fotos o escribiendo un mensaje en la pared, donde se amontonan letras de canciones y promesas que denotan delirio y fascinaci¨®n. Es tan habitual encontrar a una adolescente tarareando "je suis venu te dire que je m'en vais" (he venido para decirte que me voy) como ver a dos maduros comentando el misterioso ocultismo de esta casa. Los incondicionales piden a gritos que se abra como museo. Ante tanto reclamo, parece ser que su hija Charlotte (hija de Serge y Jane Birkin) no est¨¢ por la labor.
En la rendija del buz¨®n, una rosa y una frase que le encantaba a ¨¦l y que tiene doble sentido con tintes er¨®ticos: "Tu vas et tu viens" (vas y vienes).
Este barrio es de lo m¨¢s chic de Par¨ªs. Si hici¨¦ramos un especial de tesoros parisienses secretos, no podr¨ªamos librarnos de ¨¦l. Muy cerca de la casa de Gainsbourg, por ejemplo, se encuentra la encantadora Place de Furstenberg, en la que vale la pena visitar el Museo Eug¨¨ne Delacroix (www.musee-delacroix.fr). El esp¨ªritu gauche caviar de Saint Germain mezcla bien con m¨²ltiples galer¨ªas de arte como la m¨ªtica Maeght (Rue du Bac, 42) y comercios exclusivos dedicados a productos gourmet, a s¨¢banas, a chimeneas o a tapices.
07 De Maxim's a Chez Regine
Maxim's (3, Rue Royale; 0033 1 42 65 27 94; conviene reservar) es uno de los restaurantes m¨¢s divinos de Par¨ªs. En el rodaje de la pel¨ªcula Slogan (1968) conocer¨¢ a Jane Birkin, una actriz inglesa e inocente reci¨¦n llegada a Par¨ªs. Al inicio no la soportaba, pero una noche el director se las ingeni¨® para que cenaran juntos en Maxim's. Como la cosa se anim¨®, luego se la llev¨® a bailar a Chez Regine (51, Rue Ponthieu; 0033 1 40 39 08 08), otra bo?te cl¨¢sica en la noche de Par¨ªs. Despu¨¦s de marearla, Serge quiso saldar cuentas en el hotel.
Una vez en la habitaci¨®n, la joven Birkin se alej¨® t¨ªmida al ba?o y al salir se encontr¨® al gran Serge Gainsbourg durmiendo sobre la cama pl¨¢cidamente borracho. Se olvid¨® de ella. Y eso tiene mucho m¨¦rito, porque eso no lo hace cualquiera.
El amor volvi¨® a Gainsbourg. Fue el momento de grabar de nuevo Je t'aime... moi non plus con la voz de Birkin donde antes estaba la de Bardot. Y lleg¨® el esc¨¢ndalo: el Vaticano se trastorn¨®, las prohibiciones se sucedieron en Espa?a, Suecia... y, mientras tanto, en Estados Unidos ocup¨® en un momento dado el puesto 69. De eso debe tratarse la justicia po¨¦tica.
08 Hotel Raphael
Avenue Kl¨¦ber, 17
Al final de su vida, despu¨¦s de probar el ¨¦xito y el fracaso, y tambi¨¦n la frustraci¨®n de verse borracho en programas de televisi¨®n interpretando la peor versi¨®n de Gainsbarre y llegando a quemar en directo un billete de 500 francos (una intervenci¨®n inolvidable), puede que Serge empezara a entender que en realidad este mundo es de alquiler. As¨ª, Gainsbourg pas¨® largas temporadas en el Hotel Raphael, tratando de evitar tentaciones nocturnas y componer nuevas canciones. Nada m¨¢s llegar, prohibi¨® que le sirvieran bebidas alcoh¨®licas. El restaurante tiene buenas vistas, sin duda un lugar id¨®neo para sentarse a escribir, o a leer, por ejemplo, la gran biograf¨ªa Gainsbourg, de Gilles Verlant, editada por Albin Michel, y donde a veces, sobre todo en su relaci¨®n con las mujeres, el h¨¦roe no sale muy bien parado.
09 Cementerio de Montparnasse
Muri¨® Serge Gainsbourg en 1991 y hoy d¨ªa es un espect¨¢culo visitar la tumba en la que est¨¢ enterrado junto a sus padres (Olga y Joseph). Hay flores, dibujos, retratos... No falta la col de turno en homenaje a su canci¨®n L'homme a tete de chou (El hombre de la cabeza de col), ni paquetes de Gitanes y billetes de metro de color lila en honor a la canci¨®n Le poin?onneur des Lilas, dedicada a un revisor del suburbano. Mensajes de amor para todos los gustos, cartas de pasi¨®n y necesidad, que llevan la mitoman¨ªa al mismo extremo del que Gainsbourg un d¨ªa ya no pudo volver.
Use Lahoz es autor del poemario A todo pasado (Prames, 2010).
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