La fiscal¨ªa acusa a Repsol de "graves negligencias" en la fuga en alta mar

Los fallos de seguridad de Repsol en las prospecciones realizadas el a?o pasado frente al delta del Ebro provocaron al menos uno de los episodios de fugas de crudo en la zona. As¨ª lo denuncia la fiscal¨ªa, que ha acusado por posible delito contra el medio ambiente a dos directivos de la divisi¨®n de seguridad ambiental de RIPSA (Repsol Investigaciones Petrol¨ªferas, SA), filial de la petrolera encargada de dirigir los trabajos de perforaci¨®n de dos pozos petrol¨ªferos ubicados a unos 40 kil¨®metros de la costa catalana. El fiscal acusa a ambos ejecutivos de provocar las fugas de crudo detectadas en mayo por su "grave negligencia en el dise?o de la instalaci¨®n y en la previsi¨®n de riesgos", seg¨²n el escrito entregado en el Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 3 de Tarragona, que investiga el caso. Los vertidos detectados, de los que la petrolera no inform¨® a las autoridades, se produjeron en mayo y junio del a?o pasado, durante las perforaciones para las que Repsol subcontrat¨® a la empresa estadounidense Pride of North America, a la que tambi¨¦n se acusa en el proceso.

El l¨ªquido derramado equivale a 140 piscinas ol¨ªmpicas

Hasta ahora el fiscal solo ha formulado acusaci¨®n por el primer episodio de fugas detectado. Los dos directivos acusados de un delito contra el medio ambiente son A. V. y R. C., m¨¢ximos responsables en materia de seguridad de RIPSA en las sedes de esta empresa en Madrid y Barcelona, respectivamente, seg¨²n fuentes pr¨®ximas a la compa?¨ªa.

La fiscal¨ªa solicita al juez que cite a declarar como imputados a estos dos directivos para que expliquen su papel en los supuestos fallos de seguridad. El C¨®digo Penal castiga el delito ecol¨®gico con penas de entre seis meses y cuatro a?os de prisi¨®n. La querella del fiscal que inici¨® el proceso se dirige tambi¨¦n contra Repsol, que, en caso de condena, deber¨¢ responder como responsable civil subsidiaria de las indemnizaciones que se impongan a los directivos.

La petrolera insisti¨® ayer en la m¨ªnima afectaci¨®n que supusieron los escapes y se?al¨® que todav¨ªa no le consta la causa abierta por el juez sobre la perforaci¨®n de Montanazo D-5 y Lubina 1. As¨ª bautiz¨® Repsol estos viejos pozos, de dif¨ªcil acceso, perforados hace 16 a?os. Entonces se descart¨® su explotaci¨®n por dificultades t¨¦cnicas.Repsol considera que las perforaciones de 2009 comportaron vertidos, pero tambi¨¦n la certeza de que la tecnolog¨ªa actual ya permite activar ambos pozos. El contrato adjudicado en febrero por Repsol prev¨¦ que la compa?¨ªa francesa Technip empiece a acondicionarlos a principios de 2011 y la duraci¨®n prevista de los trabajos es de dos a?os.

La contundencia del escrito del fiscal, que vincula directamente los vertidos a fallos de seguridad de Repsol, abre dudas entre los ecologistas sobre la viabilidad del proyecto. "Es un riesgo demasiado alto para obtener tan poco crudo", insisti¨® ayer el grupo ecologista Greenpeace, a la espera de que avance la investigaci¨®n judicial. El juzgado abri¨® diligencias previas el pasado mi¨¦rcoles, lo que explica que Repsol no haya recibido todav¨ªa la notificaci¨®n de la decisi¨®n.

El escrito fiscal ahonda ¨²nicamente en el episodio de vertidos ocurridos en mayo y relativos al pozo Lubina 1. El segundo vertido del que se tiene constancia se produjo al mes siguiente y tambi¨¦n se encuentra bajo investigaci¨®n, se?alan fuentes judiciales. Ninguno de los accidentes fue comunicado a las autoridades, por lo que la fiscal¨ªa admite que pudo haber otros escapes de crudo media o baja intensidad que no fueron detectados, algo que deber¨¢ esclarecer la investigaci¨®n judicial.

La fiscal¨ªa obtuvo informaci¨®n detallada del primer vertido gracias a las fotograf¨ªas captadas por un sat¨¦lite de la Agencia Mar¨ªtima Europea. Del an¨¢lisis de esas im¨¢genes se desprende una apreciaci¨®n inicial del alcance de esta primera oleada de vertidos: los pozos escupieron unas 115 toneladas de crudo entre el 14 y 15 de mayo, adem¨¢s de unas 15 toneladas de otras sustancias contaminantes, como aceite. Ello supone el equivalente a verter unas 140 piscinas ol¨ªmpicas repletas de crudo al Mediterr¨¢neo. Comparar la cifra con los tr¨¢gicos accidentes de otras mareas negras confirma la baja incidencia de los vertidos, argumento defendido por Repsol. El Prestige, por ejemplo, derram¨® 77.000 toneladas de fuel frente al litoral gallego en 2002. Pero la cifra que aporta el fiscal se refiere a una parte de los episodios detectados, se?alan fuentes judiciales. M¨¢s que la cantidad, advierten, la gravedad del asunto se encuentra en la acusaci¨®n del fiscal, que carga contra la seguridad de Repsol durante los trabajos de perforaci¨®n en una zona sensible. La acusaci¨®n de fiscal¨ªa subraya que el vertido se produce en aguas ricas en biodiversidad, pr¨®ximas al parque natural del Delta del Ebro y uno de los principales caladeros para los pescadores de la zona. Adem¨¢s el vertido, se?ala el escrito, puso en riesgo la fauna marina de la zona.