Klose, a un gol de Ronaldo

La victoria se celebr¨® en el vestuario de Alemania respetando la tradici¨®n b¨¢vara: con litros de cerveza. Las dos latas vac¨ªas que llevaba en las manos el central Mertesacker le delataron ante los reporteros. Cuando fue preguntado al respecto, Thomas M¨¹ller respondi¨®: "Pues claro que hemos bebido cerveza. Una victoria como esta no se celebra bebiendo leche".

Los chicos de Joachim L?w sab¨ªan que hab¨ªan conseguido un triunfo hist¨®rico, su tercera semifinal mundialista seguida tras las de 2002 (elimin¨® a Corea del Sur) y 2006 (perdi¨® contra Italia). "El mejor partido que yo he vivido con la selecci¨®n", declar¨® el director deportivo, Oliver Bierhoff. Por tanto, hab¨ªa que celebrarlo. A pesar de que M¨¹ller mezclaba la alegr¨ªa con la decepci¨®n de no poder disputar las semifinales por la tarjeta amarilla recibida. "Ya ha pasado y no podemos hacer nada. Al menos, me quedar¨¢ otro partido", confes¨® el delantero pensando en la final o en el duelo por el tercer puesto.

Lleva ya m¨¢s tantos, cuatro, en el Mundial que en la pasada Bundesliga, tres

"Sois m¨¢s j¨®venes y r¨¢pidos que los argentinos", dijo L?w antes del encuentro a sus jugadores, que se lo tomaron al pie de la letra, desbordando una y otra vez a la pesada defensa rival -la media de edad de Alemania es de 25 a?os y cuatro meses; la de Argentina, 26 a?os y siete meses-. "Aprovechamos que Argentina es un equipo dividido entre la defensa y el ataque y controlamos el centro del campo", a?adi¨® L?w, orgulloso de parar a la albiceleste "sin cometer casi faltas [14, por 20 de Argentina]". "En los partidos anteriores", remat¨®, "ellos vivieron de sus delanteros, pero, como no les gusta defenderse y les obligamos a hacerlo, se sintieron muy inc¨®modos".

Con cuatro tantos, M¨¹ller dijo no estar pensando en ser el m¨¢ximo goleador del campeonato. "A m¨ª me quedan muchos torneos por delante. Ojal¨¢ lo consiga Klose". Y Klose, con un hilillo de voz, no se escap¨® ni un mil¨ªmetro de la extrema humildad de los alemanes a pesar de que, con dos tantos, se hab¨ªa convertido en el segundo artillero en la historia de los Mundiales, con 14 dianas. A uno de los 15 del brasile?o Ronaldo, Klose empat¨® con Gerd M¨¹ller y se situ¨® un tanto por encima de Fontaine y dos del mism¨ªsimo Pel¨¦. Caso excepcional el de Klose, de 32 a?os y origen polaco, que se crece en la selecci¨®n, independientemente de su actuaci¨®n durante la temporada, muy floja en la pasada Bundesliga. De hecho, lleva m¨¢s goles en Sud¨¢frica (cuatro) que en toda ella (tres). "Si me dan a elegir entre el t¨ªtulo de campe¨®n del mundo y el r¨¦cord de Ronaldo, me quedo con lo primero", a?adi¨®.

Muy prudente el discurso del vestuario alem¨¢n. "Nosotros", dijo M¨¹ller, "no tenemos la calidad individual de los holandeses, con Robben y Sneijder, ni de los espa?oles, con Xavi e Iniesta. Por eso tenemos que jugar en equipo". Esa idea de un f¨²tbol coral ha calado en Alemania, en la que el capit¨¢n, Lahm, dio en el clavo cuando le preguntaron por la decepci¨®n de Messi: "Es muy bueno, pero necesita un equipo. Nosotros s¨ª tenemos un plan".

Y dentro de ese plan, seg¨²n explic¨® Bierhoff, est¨¢ reforzar cada a?o el nivel de la Bundesliga, que acoge, como algo in¨¦dito, a todos los seleccionados germanos de Sud¨¢frica 2010. "En 1990 casi todos los jugadores estaban fuera de Alemania", record¨® Bierhoff. "Y ahora est¨¢n todos en casa. ?zil y Neuer van a atraer a clubes con mucho dinero", sentenci¨®. A M¨¹ller no le nombr¨® porque, al estar en el Bayern, no parece que nadie se atreva a calibrar su salida.