Feij¨®o ense?a sus costuras

Empeque?eci¨® las siglas del PP en el atrezo de campa?a cuando arreciaba lo m¨¢s duro de la trama G¨¹rtel, rompi¨® con su imagen de vicepresidente de Fraga llegando a admitir en p¨²blico algunos errores del antiguo r¨¦gimen, pero sobre todo prometi¨® regenerar la vida p¨²blica tras el bipartito que gobern¨® Galicia entre 2005 y 2009. Ese era el candidato Alberto N¨²?ez Feij¨®o, que se propon¨ªa regresar a la Xunta pidiendo perd¨®n, mitin a mitin, "en nombre de la pol¨ªtica", para conjurar los pecados de PSOE y BNG. Prueba de su convicci¨®n, ces¨® de forma fulminante al cabeza de cartel en Ourense, Luis Carrera P¨¢saro, llamado a convertirse en gur¨² econ¨®mico del futuro gobierno, cuando supo que se iba a revelar que hab¨ªa cobrado comisiones no declaradas en para¨ªsos fiscales.

El compromiso de acabar con el caciquismo es papel mojado

El episodio sucedi¨® a semana y media de las auton¨®micas de 2009 y Feij¨®o busc¨® el espejo de Obama, que por aquellos d¨ªas tambi¨¦n hab¨ªa relevado a quien iba a ser su jefa de control presupuestario, Nancy Killefer, por no haber declarado el sueldo de su empleada del hogar. "El presidente de los Estados Unidos hizo lo que ten¨ªa que hacer y yo he hecho lo que ten¨ªa que hacer", sentenci¨® entonces Feij¨®o.

De esa cita hace a?o y medio. Adem¨¢s de recuperar el poder en Galicia -o sobre todo por eso- el presidente de la Xunta se ha convertido en l¨ªder emergente del PP nacional y una de las voces que m¨¢s influye en Mariano Rajoy. Tal y como hab¨ªa prometido, la nueva cara amable de la derecha ha rebajado antes que ning¨²n otro presidente regional los gastos de su Administraci¨®n, suprimido cuatro de 12 consejer¨ªas y 47 altos cargos con sus correspondientes ch¨®feres y coches oficiales. No hay rueda de prensa del Gobierno gallego en que "la austeridad de Feij¨®o" no salga a relucir, mientras la oposici¨®n aprovecha para denunciar recortes sociales como el fin de la gratuidad universal de los libros de texto.

De aquel discurso de la regeneraci¨®n democr¨¢tica que promet¨ªa cortar de ra¨ªz cualquier sombra de duda, antes incluso de que intervenieran los juzgados, no hay noticias. A pesar de que durante estos 18 meses se han sucedido las imputaciones judiciales de altos cargos del Gobierno, el presidente evita echar mano ya de la doctrina Obama. Y eso que en su primer a?o de legislatura, Feij¨®o tuvo oportunidad de toparse con su propio caso Killefer. Ana Mar¨ªa D¨ªaz L¨®pez, directora general de Formaci¨®n y colocaci¨®n en la consejer¨ªa de Trabajo, fue condenada en sentencia firme por despido improcedente (de una empleada sin contrato y sin seguro en un domicilio y un restaurante familiar).

Feij¨®o opt¨® por dejarlo correr. Un a?o despu¨¦s, D¨ªaz sigue en su puesto y a principio de cada mes hace balance de los datos del paro. Igual que el hombre fuerte del Gobierno, Agust¨ªn Hern¨¢ndez, que preside el departamento m¨¢s inversor, la Consejer¨ªa de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, a¨²n despu¨¦s de que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia lo haya imputado por certificar en falso desde su anterior puesto como director de infraestructuras la Diputaci¨®n de Pontevedra el final de una obra que apenas hab¨ªa comenzado a una constructora, Sercoysa, en la que ¨¦l mismo hab¨ªa trabajado como directivo. Hern¨¢ndez, aforado por ser miembro del Gobierno, compareci¨® este viernes ante el tribunal y regres¨® como si nada a su consejer¨ªa. Feij¨®o sigue respald¨¢ndolo. Es su hombre para las obras p¨²blicas porque, seg¨²n repite en p¨²blico y en privado, est¨¢ seguro de que el consejero "pudo meter la pata, pero nunca la mano".

El jefe territorial de este mismo departamento en A Coru?a, Jos¨¦ Antonio ?lvarez Vidal, tambi¨¦n mantiene su silla despu¨¦s de que este diario revelase hace semanas que en 2001 pag¨® 156.166 euros a la trama G¨¹rtel (a trav¨¦s de la firma Special Events de Francisco Correa) por un informe para instalar un sistema de informaci¨®n telef¨®nica a ganaderos que en la Xunta nadie encuentra por ning¨²n lado.

En este primer a?o de Gobierno del PP, se ha desvelado adem¨¢s que el delegado de la misma consejer¨ªa, responsable del urbanismo en Pontevedra, Evaristo Juncal, tiene un chal¨¦ ilegal por el que en 24 a?os no ha pagado el IBI en el Ayuntamiento donde es concejal. Juncal hab¨ªa saltado ya a los titulares cuando se supo de sus negocios con testaferros de narcos. El presidente de Portos de Galicia, Jos¨¦ Manuel ?lvarez Campana, tambi¨¦n se ha dado de bruces con el juzgado. La fiscal¨ªa le atribuye haber autorizado en tiempos de Fraga una piscifactor¨ªa por "intereses econ¨®micos ajenos". El superdelegado de la Xunta en Ourense, Rogelio Mart¨ªnez, que se ha visto involucrado en un fraude de ayudas de la Uni¨®n Europea, sigue representando a todas las consejer¨ªas del Gobierno gallego en aquella provincia. No hay noticia de que ni Feij¨®o ni el PP vayan a aplicar el rigor del c¨®digo ¨¦tico que rige en los estatutos del partido.

El compromiso de "acabar con el caciquismo en un solo d¨ªa" que el nuevo PP gallego, y sobre todo su l¨ªder, abanderaron tambi¨¦n es papel mojado. En Ourense, donde el sempiterno bar¨®n, Jos¨¦ Luis Baltar provincial, ha cedido los trastos del partido a su hijo, Jos¨¦ Manuel, se repiten los enchufes para acceder a la Diputaci¨®n. Familiares e hijos de los compromisarios que permitieron a Baltar, tras treinta a?os de mandato, sucederse a s¨ª mismo, han copado las nuevas plazas de funcionario en la Diputaci¨®n de Ourense. Y mientras, la oposici¨®n no deja de repetirse qu¨¦ debe pasar para que Feij¨®o cese por fin a alguien en la Xunta o el partido.